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Las casas se veían adornadas en todas partes, todo el camino; mientras estaban fuera de la carretera, pudieron observar cada decoración y todas las lucecitas adornado e iluminando las calles.

Decidieron viajar en auto. El viaje no era demasiado largo, algunas horas, pero si salían temprano en la mañana, podían llegar al mediodía. Eso habían hecho.

Isa, Louis, Harry y Grace estaban dirigiéndose a Doncaster. Saliendo de casa de Grace a las ocho y treinta de la mañana. El baúl del auto estaba lleno de mochilas y de algunas maletas también. Grace había insistido en ir con Isa en los asientos traseros. Harry debía ir de copiloto, porque Grace no podía prometer que estaría atenta al camino.

En los asientos traseros había un par de bolsas llenas de botanas, galletas y algunos jugos y agua.

- ¿Mamá, por dónde estamos?

Harry frunce el ceño y voltea a ver a Isa.

- No lo sé, amor. Creo que vamos por Waltford apenas.

- ¿Cuánto vamos?

- Una hora. Faltan tres todavía.

Isa asiente, entonces vuelve a recostar su cabeza sobre el regazo de su abuela.

- ¿Puedo dormir aquí?

Grace sonríe y asiente a su pequeña, deslizando en sus dedos las dos trencitas que le hizo más temprano antes de salir.

- Claro, mi amor. Creo que te acompañaré a dormir.

Louis sonríe cuando ve por el retrovisor cómo Isa se acomoda en el asiento y las piernas de Grace.

- ¿Quieres dormir también, amor? -pregunta en un murmuro el castaño.

- No. Está bien.

Harry niega y su mano llega hasta la rodilla del castaño para dar un apretón allí. Louis sonríe.

Un par de horas pasan y están a medio camino. Louis maneja tranquilo y de vez en cuando textea a su madre para avisarle por dónde están. Isa y Grace duermen, ambas acurrucadas en los asientos de atrás.

- ¿Bien, amor? -pregunta el rizado.

- Sí. Bien, amor. ¿Qué hay de ti, todavía no quieres dormir?

Harry niega.

- No, Lou. Estoy bien.

- ¿Estás nervioso? -pregunta el castaño sonriendo. En realidad Harry no demuestra signos de estarlo, pero Louis siente está cosa extraña, como si su pecho le dijese que Harry está un poco intranquilo.

- ¿Qué?

- Nervioso. Por llegar a casa de mis papás.

Harry se toma un momento para responder.

- Ellos, ¿saben que estamos viviendo juntos? Quiero decir, deben saberlo, porque Victoria lo sabe.

- Ellos lo saben. Sí. -asegura el castaño.

- Entonces, podríamos decir que ellos están al tanto de todo.

- No precisamente. Ellos saben que estamos juntos. Se han dado cuenta que vivimos juntos y yo lo confirmé con papá cuando me preguntó. Pero no hay mucho más que eso. No es como si les contase nuestro día a día, bebé.

Louis sabe que Harry quiere preguntar si saben sobre el no embarazo. Así, que solo se lo asegura entre líneas.

- Bien. Entonces saben lo indispensable.

Louis murmura positivamente en respuesta.

- Les agradas mucho, amor. No te preocupes.

- Está bien.

Should we fall in love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora