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Harry se despertó con los abrazos y besos de Isa en su rostro.

- ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Levántate!

Isa mueve con sus pequeñas manos los brazos del rizado.

- Deja que duerma un rato más, mi amor. Está cansado.

Louis se sienta del otro lado de la cama, observando a Harry e Isa con una sonrisa.

- Pero yo quiero que él me lleve a la escuela también.

Harry sonríe con los ojos cerrados y envuelve sus brazos en el cuerpo de Isa, atrayéndola hacia él en un abrazo.

- Shh, no me dejan dormir.

Isa sonríe grande y abraza a Harry.

- ¡Mamá!

El rizado abre los ojos y sonríe con los labios sellados.

- Buen día, mi amorcito. ¿Cómo estás?

- Bien, mamá. Bien. Ven, tenemos un regalo para ti. Ven.

Harry se levanta adormilado todavía mientras Isa estira su mano para guiarlo a la cocina.

Louis los sigue para poder pasarle las flores a su pequeña.

- Cierra los ojos, mamá -murmura Louis cuando llegan a la cocina.

Harry sonríe antes de cerrar los ojos.

Louis saca las flores de su escondite detrás de la isla de la cocina y le entrega el ramo grande a Isa para que se lo dé a su mamá.

- Ábrelos, mamá -pide Isa emocionada, mientras le extiende las flores a Harry.

- Mi amor, que hermosas.

Isa sonríe cuando ve la emoción en los ojos verdes cristalinos de su madre.

- ¡Son para ti!

Harry se agacha para quedar a la altura de Isa y poder abrazarla correctamente.

- Son hermosas. Me encantan, gracias.

El rizado puede observar a Louis detrás de Isa, con otro ramo de flores, entonces le hace señas a su hija para que se de la vuelta.

Isa se de la vuelta con el ceño fruncido y sonríe grande cuando su padre le extiende el ramo a ella.

- ¿Son para mí?

Louis sonríe y asiente una vez.

- Sí, mi amor. Son para ti.

Isa sonríe grande y emocionada acercándose a abrazar a su padre.

- ¡Me encantan, papá! ¡Gracias!

- Me alegra mucho que te gusten, querubín.

Isa sonríe asintiendo y abraza despacio el tallo de sus flores.

- ¿Podemos ponerlas en mi habitación? -pregunta Isa a su madre cuando ve que está poniendo las suyas en un florero con agua.

Harry se da vuelta y observa a su hija y a Louis, lo piensa un par de segundos antes de asentir.

- Claro, mi amor. Revisa dónde quieres ponerlas mientras yo acomodo las mías, ¿sí?

Isa asiente emocionada y se apresura en ir hasta su habitación para elegir un lugar para sus flores.

- ¿Te sientes mejor, amor? -pregunta Louis sentándose en las sillas altas de la isla de la cocina.

- Sí, mucho mejor. Creo que solo estaba demasiado agotado.

Harry se da vuelta y le enseña el ramo acomodado en un florero de vidrio azul a Louis.

- Quedó bien. ¿Dónde lo pondrás?

- En la mesa -responde el rizado llevando el florero a dicho lugar.

- Isa estaba insistiendo en comprarte flores porque ha dicho que querías unas -Louis comenta mientras observa el frutero en la mesada de la cocina.

Harry sonríe y observa a Louis al alejarse de la mesa.

- Me encanta que le hayas comprado unas a ella también, eso es un hermoso detalle.

Louis sonríe.

- ¡Ya sé dónde irán mamá!

- ¿Sí? Muéstrame, amor.

Harry toma otro florero, un poco más pequeño y con menos agua para llevarlo a la habitación de Isa.

Louis se queda observando el frutero mientras ellos están en la habitación, decide finalmente comer una manzana.

Se levanta para cortar un poco de fruta para el desayuno de Isa, además de preparar café para Harry y para él.

- ¡Papá! -Isa corre hacia la cocina luego de un rato- ¡gracias por mis flores, papá!

Louis siente como dos brazos cortos rodean sus piernas y sonríe, acariciando los rizos de su hija.

- Es un gusto, querubín.

- ¿Qué haces, amor? -pregunta Harry detrás de ellos.

- Preparando café para desayunar.

- ¿Quieres que te ayude?

Louis niega despacio.

- No amor, está bien. Gracias.

- ¿Seguro? -pregunta Harry caminando hacia la alacena para sacar algunos platos y ponerlos a la mesa.

- Sí. El café ya está, ¿quieres tostadas o solo fruta?

- Solo fruta está bien.

- Bueno, amor.

- Saldré al mediodía hoy.

- ¿Te darán el resto del día libre?

Harry asiente, mientras pone el plato con fruta de Isa en su lugar en la mesa.

- Sí. Son las ventajas de haber viajado ayer, solo debo dejar algunos documentos y acomodar algunas publicidades para algunos clientes, y ya.

Louis sonríe.

- Eso está bien, mi amor. Así podrás descansar.

Harry y Louis se sonríen mutuamente. Desayunan de manera tranquila y cuando terminan, están a tiempo para llevar a Isa a la escuela juntos.

Louis decide que es una buena idea que Harry lo deje en el trabajo, que se quede con el auto, tomando en cuenta que saldrá antes que él.

- Entonces, te veré en unas horas, amor.

Harry asiente, Louis estaciona el auto en paralelo a la vereda del edificio donde trabaja, entonces voltea a ver a Harry.

- Sí, nos vemos en unas horas.

El rizado siente su garganta quemar, quiere decir algunas palabras más, y aunque es muy común entre personas como ellos, él está aterrado.

- ¿Estás bien, Hazz?

Harry asiente, se acerca a Louis y besa sus labios.

- Todo bien. Solo te voy a extrañar.

Louis sonríe cariñoso.

- También yo. Nos veremos pronto, ¿sí?

Harry asiente y se apega al tacto de Louis sobre su mejilla, puede sentir unos labios sobre los suyos y cierra los ojos cuando deja suaves besos sobre su rostro.

- Te veré en la tarde, mi amor. Escríbeme si necesitas algo, ¿sí?

Harry asiente y deja un último beso sobre los labios de Louis, antes de que este baje del auto y entre al edificio.

Harry se dirige al trabajo y en realidad se queda muy corto tiempo en la oficina, es casi una entrada por salida. Realmente no tarda más de dos horas en salir de allí.

Lo único que hace al llegar a su casa es acostarse en el sofá hasta que tenga que recoger a Isa y a Louis.

Harry se duerme allí antes de que pueda empezar a dolerle la cabeza, porque sabe que eso pasará si no descansa.

Should we fall in love?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora