Capítulo Tres

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—Shin ¿Qué significa esto?, ¿Por que ese joven te dijo madre?–preguntó confundido.

—No tengo por que darte explicaciones y mucho menos debe importarte mi vida o lo que haga con ella. Te recuerdo que tú y yo ya no estamos, ¿No puedes exigirme nada, como si tuvieras algún derecho sobre mi?. Porque no la tienes.

Aquella persona desciso el abrazo, Shinoju aún se mantenía serio ante ese reciente suceso que presenció. Que para nada fue de su agrado, le dedico una mirada a Shin buscando una respuesta mas lo único que vio solo fue que shin miraba al suelo.

—¿Madre quien es él?–Volvió a repetir la misma pregunta. Pero la respuesta era lo mismo, un silencio era lo que recibía–¿Por qué esa persona se tomo ese derecho para abrazarte?–Otro silencio recibía–Madre por favor, no quiero tu silencio, quiero una respuesta, una respuesta de esto.

—¿Quién es usted?–Esta vez pregunta la otra persona, cuando otra vuelta quedó en silencio.

—Soy el hijo del supremo Kaiosama de este universo, esa misma pregunta yo le hago a usted. Pero también una respuesta del por que usted se atrevió a cruzar un límite y abrazarlo ¿Quién es usted para mi madre?.

Shinoju se mantenía serio como en un inició, Shin aun estaba callado y la otra persona se mantenía analizando la reciente información que Shinoju le habría proporcionado.

—Por favor vete–Le pidió Shin a la otra persona, eso tranquilizó a Shinoju–Por favor.

—No voy a irme, no hasta que me expliques este reciente suceso y dejes explicarme ciertas cosas.

—Ya escucho, le esta pidiendo amablemente para que usted se retire. Hagalo–Su voz cambio a una más intimidante pero no le causó efecto a esa persona por el contrario simplemente vio a Shin que había levantado la mirada para confrontarlo y pedirle lo mismo.

—Doy por terminado esta plática, por favor retirate–esta vez hablo Shin–no tengo nada de que hablar contigo.

—Esto no ha acabado aún–añadió mirándolo–No voy a tolerar tu falta de respeto hacía mi de esta forma. Está conversación aún no termina, por ende te pediré que te comportes.

—Shinoju ve al templo por favor, hablare un momento con Él, no tardare mucho.

—Pero madre.

—Shinoju, por favor, ve al templo. No lo voy a volver a repetir–le dijo seriamente Shin.

Shinoju aceptó no muy feliz, Shin lo vio que se alejaba lentamente, su forma de caminar le recordaba mucho  a el. Una lágrima se deslizaba por la mejilla de Shin que cayó a parar al suelo, no dijo nada y solo permaneció callado el viento hacía bailar las hojas del árbol y su cabello se movía de un lado a otro como el vaivén de una ola del mar a la deriva de un tormenta.

—Shin... Por favor.

—No hagas esto más difícil–dijo secándose las lágrimas–Vienes a pedirme explicaciones después de todo el daño que me hiciste, lo que me ocasionaste por...que....por que vienes ahora que deje de amarte, quieres verme sufrir. Te diviertes con todo lo que me estas haciendo, te diviertes de mi dolor. Dime disfrutas verme de esta manera.

—Shin no trató de lastimarte, lo único que quiero es saber quien es ese joven. Por lo que he visto tiene una edad desarrollado, ya tenias un amante, tu también me eras infi...

Una cachetada ocurrió, y varias lágrimas caían al suelo de dolor. Un orgullo había llegado a su limite, esa fue la gota que derramó el baso.

—Yo nunca te fui infiel–Decía Shin con lágrimas que se desbordaban por sus ojos negros–Y de haberlo hecho, no debería llegar a importarte. Tu me hiciste lo mismo ¿no?, pero yo... Yo no te hice lo mismo como tu lo hiciste  conmigo.

—Lo que dices es verdad yo te lastime, reconozco que fui una mal pareja. Que no me comporte como debía ser,  pero mi amor por ti no ha cambiado yo te amo y seguirá siendo así, te hice derramar lágrimas. Cuando te prometí que te haría feliz  que no volverías a sufrir, te lo jure y he fallado. Toda la culpa la tengo yo...y no hay manera de cambiar eso lo se. Por más que te pida perdón las cosas no cambiaran ...lo siento.

—Lo reconoces...pero eso ya nada cambia, aunque te arrepientas tu ya me lastimaste, con tu perdón no soluciona las cicatrices que hiciste a mi corazón.

—Te cause tanto daño–Dijo.

—Y mucho–Añadio Shin–Tu esposa Towa y tu hijo Dawaho te necesitan por que no vas a verlos y me dejas  tranquilo, nuestra relación ya ha acabado hace mucho tiempo y yo lo acepte así pero... Al parecer tu no, te sigues aferrando a algo que no pasara. Yo no pienso perdonarte....ya deje todo atrás y tu también deberías hacerlo.

PersonificaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora