III

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No quiero soltarla, estoy tan sumergida en sus ojos que pienso en las veces que podría perderme en ellos. Miró su sonrisa para no intimidar la, y es justo eso lo que me hace temblar.

Un sonido provoca que rompa el agarre de golpe y que ella borre su sonrisa para bajar la vista hasta mis manos y ver cada movimiento que hago.

—¿Si?

—Hola Meryem, hemos hablado hace un ratito. —Ha cumplido su promesa, impresionante. —He estado hablando con el dueño, y tengo buenas noticias, bueno, eso espero. —Sonrio triunfante y Katie me mira compartiendo mi sonrisa.

Le digo a Katie "one moment" con la mano, ella asiente.

—¿Estás cerca de la cafetería?

—Si.

—Pues si puedes pasate, te explico un poco y te doy el uniforme y ya te dejamos tranquila el finde ¿Que te parece? —Es maja habla despacio, para que me enteré de todo bien.

—Genial, dos minutos y estoy ahí.

Tengo una sonrisa que ni yo me creo, de oreja a oreja, ya no me duelen los codos, todo se me ha pasado incluso por un momento me he olvidado de ella.

—Perdona Katie tengo que irme, he encontrado trabajo. —Se sorprende, me da de nuevo la mano junto a un "felicidades" muy tierno. —Que tengas un buena día. —Es lo último que sale de mis labios mientras me alejo.

Camino hasta el café dándome cuenta, tarde, de lo que acaba de pasar, de cómo Katie ha sido mi primer buen contacto con este país, de cómo el roce de su piel con la mía ha sido suficiente para despertar ciertas cosas que no pensé que seguirían despiertas. Veo el color de sus ojos de nuevo en las imágenes que mi cerebro a guardado. Y al tocar el pomo de metal despierto de ese trance que me tenía sumergida. Ahogando me en un vaso de agua.

—Hey Meryem, mira, tus cosas y los horarios, empiezas el lunes. —Sonrie mi compañera, Saskia. —A por cierto solemos venir unos diez minutos antes para cambiarnos y abrir.

—Imagino, en España es igual. —Saskia sonríe, me da el uniforme con los horarios y me desea un buen día, antes de irme, añade que la tengo para cualquier cosa, si necesito ayuda con el inglés, o si necesito ayuda con algo que no dude en decírselo.

La verdad es bastante buena, o eso parece, no parece de esas personas que sonríen porque si, más bien es como cercana y cariñosa, quizás para que te sientas agusto y en cierta protección, lo cual me resulta extraño, ella es americana, quizás tuvo algún familiar que no lo era y tuvo que adoptar esa actitud. No lo sé. Pero me cae bien.

Antes de irme a casa decido tomarme un café, llevo toda la mañana caminando, de aquí para allá, ha sido duro ver tantas caras de moco ante mi presencia, y otras sonreírme pero no darme la oportunidad hasta que llegue al café. Es llamativo, cualquiera podría haber dicho "bien te doy la oportunidad" sin embargo lo hace alguien que no tenía porque, ya que no es su negocio.

Al final de la calle hay una cafetería llamada "coffe star" imagino que su nombre es por estar en los ángeles, está en frente de los estudios, muy cerca de hecho. Me asomo para ver los precios, para mi sorpresa no son caros, de hecho están bastante bien y tienen bastante variedad. Lo cual perfecto.

Dentro era un lugar super decorado con muchas fotografías de gente famosa, autógrafos, dedicatorias, camisetas de los jugadores de basket. Es impresionante la verdad, grande y con muchísima gente estudiando, hablando, escribiendo...

𝑺𝒊𝒏 𝒒𝒖𝒆𝒓𝒆𝒓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora