Bad - David Guetta ft Vassy

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Aspiré todo lo que pude, y luego, todo se volvió borroso.

Era difícil controlar mis ojos y mis piernas estaban aun más patosas que de costumbre ¿Pueden creerlo? Es gracioso.

-¿Alice? ¿Te sientes bien?-

Pasé una mano por mi cara. Eso se sintió bien. Lo hice de nuevo, esta vez con ambas manos.

-Claro que sí- Respondí, sintiendo mis dedos arrastrar mi piel - ¿Por qué razón me encontraría mal?-

Comencé a reírme y luego miré a la persona que me estaba hablando. Era el gato de Cheshire. Pero una versión más alta. Era gracioso.

Pasé mi dedo por su boca.

-¿Por qué no estás sonriendo gato?-

-Bueno, tú has tenido suficiente de lo que sea que tuviste. Te llevo a tu casa en este instante.- Pasó su pata por debajo de mis brazos, intentando levantarme, las uñas en sus patitas me hicieron cosquillas.

-¡No! ¡Aun no es hora de volver! ¡Quiero bailar!- Me libre de sus garras y salí corriendo a la pista de baile. Miré hacia ambos lados, su sonrisa no estaba en ningún lado. Me encontraba completamente segura.

Dejé mi cuerpo moverse con la música. Estiré los brazos y reí cuando caí al piso. Estaba intentando levantarme cuando una mano tiró de mí hacia arriba.

¡Era el sombrerero!

-¿Me vas a celebrar un feliz no cumpleaños? – Le pregunté quitándole el gorro y poniéndomelo yo. Ja, que extraño. Recordaba que era un sombrero de copa, no un beanie.

-¿De qué rayos estás hablando chica?-

Puse un dedo en sus labios.

-SShhh, tienes que estar callado, O el gato nos va a encontrar.- Comencé a reír nuevamente. Era chistoso.

El sombrerero solamente abrió mucho los ojos y comenzó a alejarse. Espera. Yo no quiero que se aleje. Lo di vuelta de un brazo y bailé frente a él.

Él solo sonrió y siguió mi ritmo.

Estábamos muy cerca. Podía sentir su olor. Y sus besos en mi cuello, y sus manos en mi espada, bajo mi polera. Era chistoso.

-Eres chistoso sombrerero.-

Creo que tal vez escuché su respuesta.


Desperté en una cama que no era la mía.

"¿Qué mierda pasó anoche?"

Todo olía a vómito, mi ropa (Que era la misma que llevaba puesta anoche) olía como unicornios muertos y todo lo malo en el mundo, y, además, mi cabeza me dolía. Mucho. Las cortinas estaban cerradas, pero de todas formas la poca luz que entraba me dañaba los ojos.

-Lentes de sol.- Miré a mi alrededor buscando un par. Puse mis pies en el piso, pero... Eso no tenía textura de piso.

Miré hacia abajo.

Así que de ahí venía el olor a vómito.

Abrí los cajones de la cómoda hasta encontrar los preciados lentes. Me los pusé y abrí la puerta de la habitación.

-Buenos días querida Alice.-

-Cáete a un hoyo Ron.-

Espera. ¡Ron! ¡Yo conozco a Ron! ¡Ron es mi amigo! Corrí a abrazarlo

-Wo, wo, wo- Me separó de él – ¿Que onda con el ataque de cariño repentino?-

-Porque te conozco. Eres mi amigo. Creía que estaba en el departamento de un extraño en una ciudad extraña en un país extraño, pero no. Porque estás aquí y yo estoy aquí y estamos aquí.- Lo solté sonriendo- Por cierto... ¿Qué rayos pasó anoche?-

Comenzó a reír.

-Bueno, es una larga historia que no estoy completamente seguro de entender.-

-Da igual, Puedes contármela.- Me dirigí a uno de los sillones en la salita de estar, él se sentó a mi lado.

-Bueno, no sé qué rayos metiste en tu sistema, pero todo te daba risa, y llamabas a la gente por nombres extraños.-

-¿Nombres extraños?-

-Bueno...- Trató de explicarse.- Por ejemplo, a mí me llamaba algo así como el gato de chekite o alguna basura como esa.-

-¿Cheshire?- Comencé a reír.- No puedo creer que tú hayas sido el gato de Cheshire.-

-¡Si! ¡Eso! Bueno, de todas formas, intenté llevarte a tu casa mientras todavía podías decirme donde vivías, pero tú saliste corriendo y comenzaste a bailar.

Asentí. Lo recordaba.

-Entonces un tipo se te acercó, le quitaste su sombrero y comenzaron a bailar. Fue bastante... ¿Cómo ponerlo? – Pensó un momento más.- Pornográfico. Sip, prácticamente estaban creando niños en la pista de baile.-

Cerré mis ojos y dejé mi cabeza caer. No sé si quiero escuchar lo que sigue.

-Pero luego, apareció su novia, que empezó a insultarte demostrando que tenía un amplio vocabulario, debo añadir, pero tú todo lo que decías era "Por favor reina de corazones, no me cortes la cabeza. No sabía que estabas saliendo con el sombrerero".-

-Continúa.- Le pedí, con mi cabeza aun gacha

-Esta bien, Yo me acerqué a ayudarte, pero en el momento en que me viste gritaste "Gato, sálvame de la reina, dime por donde salir" y luego de eso, perdiste la conciencia. Asi que te llevé aquí y te acosté en mi cama. Yo dormí aquí mismo en este sofá.-

-Lo siento. Lo siento tanto.-

-No te preocupes – Me contestó- Pero eso sí, tu vas a limpiar tu propio vómito querida.-

Canciones y otras locuras de amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora