Perra.
Perra, perra.
Dios mio, la adoran. Esos estúpidos directores de casting le aplauden como si su audición mereciera un oscar. Le creen todo su acto de niña inocente, como si fuera la primera en hacerlo en la historia. Todas sabemos que su "talento" es en realidad un gran escote y suficiente maquillaje para esconder que uno de sus párpados está un poco caído.
No puedo un segundo más de esto. Me levanto de mi butaca, antes de siquiera audicionar. El resto de las chicas que esperaban para subir al escenario no levantaron la cabeza, todas mirando a esa perra, embobadas.
El sonido de mis tacones resonó por todo el teatro, casi vacío, mientras subía los escalones, interrumpiendo, por un segundo, la voz de esa chica.
Esa maldita chica. Esa perra, quitándome interminables papeles para los que yo hubiera sido perfecta. El frío aire de la noche Nueva york golpea mi cara. Miro al cielo, va a empezar una tormenta, y todavía no arreglo los hoyos que las ratas dejaron en mi pared, además de que la última vez que pagué la calefacción fue en octubre.
El bar será la mejor opción hoy.
Abro la puerta, que cruje anunciando mi entrada, como siempre lo hace. El bar está oscuro, un par de hombres tomando en la barra y el dueño sirviendo los tragos. Es demasiado temprano para que lleguen los clientes, pero lo suficientemente tarde para que nadie te mire mal por usar el vestido que tengo puesto.
Le guiñó el ojo a Luke, el dueño.
-Sophia, cariño –Me saludó desde detrás de la barra - ¿Qué te sirvo? –
- Sorpréndeme – Le dije sin siquiera mirarlo, caminando hacia la pared, donde estaba mi sillón habitual, desde donde podía observarlo todo.
Luke llegó luego de un momento.
-¿Otra mala audición, preciosa? – me preguntó mientras dejaba un vaso de whisky en mi mesa.
-No quiero hablar de eso. –
Tomé el vaso entre mis dedos, sin humor para tomar nada. Mi estómago sigue medio revuelto luego de haber visto la cara de esa maldita estúpida robarme otro papel.
Asique solo me siento, y el bar se llena a mi alrededor. Esos malditos gritan y sonríen, ignorantes de mi humor, ignorando a la chica sentada en la pared, incapaces de notar que esta silla es mi trono, y todos ellos son mis plebeyos. Si yo quisiera, ahora, podría matarlos a todos, o al menos a un par. Tengo suficientes drogas en mi cartera para aniquilar un caballo adulto.
Luke me sonríe mientras reparte los tragos, y yo pretendo no verlo. He ido por ese camino demasiadas veces, de manera voluntaria o no. Aprendí a usar su apetito sexual a mi provecho. En lugar de llorar y hacerme la víctima, consigo tragos gratis y camas sin chinches para pasar la noche. Pero hoy no. Hoy estoy de mal humor, y si yo me siento asi, más vale que todos estos estúpidos sean infelices.
Busco cigarrillos en mi cartera y acerco uno a mi boca. Supuestamente, no se puede fumar aquí dentro, pero dudo que Luke intente detenerme.
Quiero ver todas estas putas vidas arruinadas. Quiero a que todos les vibre el celular, que sea el doctor diciendo que su madre ha muerto, que su hermano chocó, que su mejor amigo se ha tirado de un puto puente. Quiero caos.
Juego con el encendedor que hay en mi mano, considerando cerrar las puertas y quemar todo este puto lugar, pero si hago eso, no tendría donde ir en las noches frías. Además, si termino con quemaduras, mi carrera de actriz está acabada. No es como que nunca haya empezado, de todas formas.
La puerta cruje una vez más, anunciando la entrada de un nuevo plebeyo a mi reino. Es un grupo de chicas, jóvenes y chillonas, llenas de vida, entre las cuales puedo distinguir una cabellera rubia.
Esa perra está celebrando haberme robado el papel.
Me levantó de mi trono y me siento en la barra, justo al frente de Luke.
-Oye – Le digo coquetamente mientras me siento. Su cabeza sube como un resorte. – Pon esto en el trago que pida esa chica rubia.-
Luke la mira mientras yo busco una pastilla en mi cartera. Vamos a empezar a jugar.
- Dios mío, no puedo creerlo – Grito con mi mejor voz de colegiala. – Tú estaba hoy en la audición de reinicio. –
Tengo la atención de todo el grupo. Las chicas me están mirando, entre sorprendidas y ebrias. Este no es el primer bar por el que han pasado.
-Lo hiciste increíble. – Grité, acercándome para abrazarla. – Definitivamente vas a ganar ese papel. –
-Gracias – Me dijo, sus ojos brillando por el cumplido. - ¿Tú también audicionaste?-
-No alcance – Le dije, haciendo un puchero – tuve que irme, ya sabes, asuntos familiares.-
-¿Y estas aquí sola?-
-Bueno, vine con mi hermano – apunté con el pulgar a un grupo de chicos que estaban a un par de metros de distancia. – Pero se encontró con unos amigos, y, bueno, aquí me quedé-
-Amiga – Dijo, poniendo un brazo sobre mis hombros. – Desde ahora estas acompañada. Mesero, una ronda de champaña.-
Luego comenzaron las conocidas conversaciones de bar. Que cómo te llamas, de dónde vienes, etc. No me importaba. Luke llegó con los vasos, y los repartió uno a uno personalmente. Me miró a los ojos al pasarme el mío. El plan estaba en marcha.
La observe terminar su vaso y le toque el brazo.
-¿Me acompañas al baño, por favor?-
Sonrío y comenzamos a caminar juntas.
-Nunca he venido a este bar, – Dijo, sujetándose un poco demasiado fuerte a mi brazo. - ¿Adónde quedan los baños?-
Dios mío, pobre criatura. Además de perra, tonta e ingenua. La guío por el bar, hasta la puerta que lleva a la parte de atrás, donde Luke ya está esperando.
-Toda tuya, precioso. – Le digo mientras la empujo a la pared. La pastilla ya está haciendo efecto. Se ve confundida, algo dormida. Mira a los lado sin entender.
Luke la toma por la cintura y su cara se transforma en esa asquerosa sonrisa que he visto demasiadas veces.
Salgo por la puerta trasera, que lleva directamente a un callejón. Tal vez no quemé el bar, pero siento como si estuviera caminando lejos de una explosión.
I'll be the actress starring on your bad dreams.
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Canciones y otras locuras de amor.
Short StoryUna canción, una historia. Si puedes, pon la canción en modo repetición hasta terminar la historia, le da un toque. Pero si eres de esas personas que quedan enfermas de una canción por culpa de la repetición, entonces solo escuchala antes de comenza...