Con un cigarrillo en mi boca la observé irse, sentado en el balcón. El sol de la mañana acababa de levantarse, y con una cansada luz blanquecina nos alumbraba a ambos. Al alegre fumador y a la avergonzada corredora. ¿Será esta la última vez? Ella dijo que así sería... Pero después de todo, también lo dijo la noche antes de esta, y la anterior a esa.
Dobla en la esquina, perdiéndose de mi vista. No miró hacia atrás, pero, después de todo, Nunca lo hace... No desde ese día al menos. No desde que corrió llorando por las escaleras, desde que cerró la puerta con fuerza, me maldijo a los cuatro vientos y prometió que no volvería a verme.
Eso fue hace unos... ¿Diez meses?
La primera vez que la vi luego de eso, ella estaba en un bar. Usando un ajustado vestido dorado de espalda abierta y una linda botas negras altas. Mis favoritas. Me acerqué sin miedo, sabiendo que a ella se le habían pasado las copas. Extrañaba su coño.
Esa fue la primera "Última vez"
La segunda fue una casualidad... Casi un accidente. Se podría decir que ninguno de los dos quería que pasara... Pero por favor. Ambos lo queríamos. No encontramos en la calle, justo en las puertas del motel.
En mi defensa, es como si el destino quisiera que la ponga contra la mesa.
Luego de eso, ella apareció en mi puerta. Tocó el timbre, y cuando abrí, acarició suavemente la madera del marco de la entrada y susurro "¿Recuerdas cuando esta era nuestra puerta?" Luego lanzó sus brazos sobre mi cuello y sus piernas a mis caderas, apretándose con fuerza. ¿En serio esperan que diga que no a eso?
Pero de todas formas, sé la verdad. Así como yo nunca dejé de amarla, ella no ha vuelto a hacerlo. Claro, viene cuando se siente sola. Cuando necesita adrenalina, cuando extraña sentir color en sus mejillas y sudor en su frente. Cuando extraña manos en su cuerpo y labios en los suyos. Pero busca los míos igual que los de cualquier otro. Vuelve a mí porque sabe que yo no me alejaré de ella. Que no puedo dejarla ir.
No puedo decirle que no, pero honestamente, tampoco quiero hacerlo.
Después de todo, me encanta todo sobre ella. Vale la pena, a pesar de todos esos discursos de que será la última vez y las expresiones avergonzadas en la mañana. Vale la pena, a pesar de verla escaparse con la cabeza gacha, observarla doblar en esquinas sin mirar atrás.
No le creo cuando dice que ama a su nuevo novio. No le creo cuándo dice que nunca volverá, no le creo cuándo dice que mi pene presionando su cintura le asquea.
Entro a mi habitación nuevamente, observando el desastre que hemos dejado con las sábanas. Sonrío y me pregunto cuándo será la próxima última vez.
No puedo esperar.
Maybe I'm to busy being yours to fall for somebody new
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Canciones y otras locuras de amor.
Short StoryUna canción, una historia. Si puedes, pon la canción en modo repetición hasta terminar la historia, le da un toque. Pero si eres de esas personas que quedan enfermas de una canción por culpa de la repetición, entonces solo escuchala antes de comenza...