Closer - The chainsmokers Feat. Halsey

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Salté al ritmo de la música, moviéndome al mismo tiempo que todos a mi alrededor. El departamento era demasiadamente pequeño para tanta gente, pero a nadie parece importarle, y creo que, de todas formas, todos están demasiado alcoholizados como para notarlo.

Reconozco a lo lejos a Bill, mi ex. Al igual que siempre, se niega a bailar y observa a los demás jugando con su bigote. Un bigote ¿Quién rayos aún tiene esas cosas a mediados de 2016? Creo que no me ha visto. Miro hacia ambos lados y me escabullo, dirigiéndome hacia el balcón para fumarme un cigarrillo. (Bill jamás fumaría un cigarrillo, es demasiado sano para esas cosas. Cuando estábamos juntos, solía quitármelos de la mano y apagarlos con sus botas. ¿Cómo rayos terminé con un idiota como ese?)

Recibo el poco aire fresco que soy capaz de conseguir en el balcón con más alegría de la que soy capaz de definir. Sin ni una duda hay demasiada gente en esta fiesta. Me apoyo contra la barandilla y observo Brooklyn bajo la luz de la luna y a través del humo de mi cigarro.

-Lo siento preciosa – Le dije a la chica con la que estaba bailando, una pelirroja algo gorda – Necesito un cigarrillo-

Me miró entre sorprendida e irritada. No parece el tipo de chica que está acostumbrada a que la rechacen. Me abro paso entre la multitud para llegar a un balcón que está igualmente lleno (si no más) que la fiesta adentro. Empujo un par de personas más para llegar a la baranda y poder mirar los autos pasar al lado del edificio.

Observo hacia los lados, a la gente a mi alrededor, y una preciosura llama mi atención. Mayra Jones, la famosa loca. Metida dentro de un vestido plateado de lentejuelas, bien podría ser un ángel. Su cabello rubio está despeinado y mojado con sudor, y sus brazos y piernas están en los huesos. Todos comentan que es un polvo fácil. Me acerco a ella.

Otra calada a mi cigarrillo. Luego de mirar el humo subir y diluirse, algo a mi derecha llama mi atención. Un chico que se acerca a mí. No puedo recordar su nombre, pero definitivamente conozco su reputación, un chico malo directamente sacado del libro. Brazos musculosos, ray-bans a pesar de que el sol se escondió hace horas, cabello perfectamente peinado y una camiseta negra que dejaba ver más músculos. Me pregunto si conseguirá ese cuerpazo con solo sexo, ya que, según lo que me han contado, es todo lo que hace. Tirar como loco y olvidar llamar.

Me sonríe la típica sonrisa de chico que va a ir a probar suerte contigo. Una sonrisa torcida. Levanto la cabeza en su dirección y luego me giro hacia las calles, dándole la espalda.

-Cuéntame, en una escala de uno a América, ¿Qué tan libre estás en este momento?-

Me di vuelta y lo observé de arriba abajo, creando una pausa. Luego, lentamente y sin mirarlo a los ojos, respondí.

-Corea del Norte- A ver qué respondes a esta, chico bonito.

-Bueno, no puedo esperar a ser tu dictador –

Chocamos contra la pared de mi apartamento. Cierro la puerta de una patada y tiro las llaves al piso. Mi entrada no tiene ni un solo mueble, ni tampoco lo hace el resto del loft. Vivo una vida simple, y así es como me gusta. La guío por el lugar, sin separarme de sus labios comienzo a bajar el cierre de su vestido de lentejuelas. Ella lo empuja con un movimiento de hombros y cae al piso. Puedo sentir cada una de sus vértebras bajo mis manos, y sé qué si lo intentara, podría contar sus costillas con una sola mirada. Mayra la loca, su reputación no viene de cualquier lado. Lleva siendo anoréxica desde que la sociedad tiene memoria, fumando cigarrillos como si la alimentaran. Fácil como la tabla del uno y guapa como una modelo de victoria secret, si omites la falta de carne en sus huesos.

Es el tipo de chica que algún día al azar aparecería completamente rapada, solo porque le dio la gana.

Nos caemos juntos al colchón que tengo en el piso, donde me saco las polera. Pasa sus frías manos por mi abdomen, haciéndome sentir un escalofrío. La beso más fuerte.

Siento su perfecto six-pack bajo mis dedos mientras mis manos viajan al botón de sus pantalones. Los pantalones caen al piso un par de segundos después.

So baby pull me closer in the backseat of your rover.

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