Soy insegura.
No siempre lo he sido.
Soy insegura, supongo que es algo que he aprendido con el tiempo, ya sabes, de la manera difícil.
Tenía planes.
Siempre los he tenido.
Tenía planes, supongo que son algo que se perdió con todo lo demás.
Te amé.
Lo hice con toda mi alma.
Y ahora que el último aliento se abre camino a través de mis labios, noto lo estúpida que fui.
La primera vez que te vi fue en la escuela, estabas junto a tus amigas, esas de las que nunca solías separarte, ¿Las recuerdas?
Luego de eso, te veía en todos lados, tal vez porque nuestro pueblo era pequeño, tal vez porque, sin saberlo, no podía separarme demasiado de ti. Nunca he podido.
Y el día de mi cumpleaños número dieciocho, casi como si supieras de mi existencia, casi como si quisieras llamar mi atención, desapareciste.
Recuerdo ver a tus padres llorar, a tus amigas tristes. Recuerdos fotos tuyas en las paredes, pegadas junto a velas y flores. Alguien puso la foto de la polera verde, esa que solías odiar. Nunca me atreví a sacarla.
Esa es otra cosa de la que me arrepiento.
Los años pasaron, también mi vida. Se escabulló como arena entre mis dedos. No fui lo suficientemente valiente como para irme, por si alguna vez volvías. Iba a ser una abogada ¿Lo sabías? Hubiera llegado lejos, dejado este pueblucho atrás, pero podías volver. Si algún día llegabas a hacerlo, yo quería estar allí para ti. Quería volver a ver tu sonrisa, tu cabello color miel. No me atreví a alejarme, a dejarte ir.
El tiempo pasó como un borrón, sin nada que decir, hasta mis veintidós años.
Una tarde de febrero, caminando por la calle, te vi. Estabas en la portada de una de esas revistas que los adolescentes se ponen nerviosos al comprar y que los adultos esconden bajo sus chaquetas, avergonzados.
Me gusta pensar que no eras tú. Pero siempre he sido una profesional engañándome a mí misma.
Luego de ver la revista, agaché la cabeza y seguí caminando, sin saber a dónde.
Terminé en el bar.
Un par de años después tu padre murió. Fue un día soleado.
Tu madre sonreía, ya que finalmente era libre. El último moratón estaba ya desapareciendo de sus costillas.
Creo que fue un día triste para el hombre que le vendía su estúpida cerveza. Perdió un gran cliente.
También, junto con su muerte, comencé a escribirte cartas. Esas que jamás llegaste a leer, ya que nunca me atreví a enviar.
"Aún te espero".
La muerte de tu madre fue un día triste para todo el pueblo. Era una mujer hermosa e inteligente, pero sobre todo, era caritativa. Ella alimentaba a los hambrientos, limpiaba a los sucios y hablaba a los callados. Me hablaba a mí.
Te vi en su tumba ¿Sabes? Un par de semanas luego de su muerte, te vi de la mano de un hombre entrando al cementerio, un ramo en tu mano. No eras lo que recordaba, tu piel se había arrugado y tu confianza se había desvanecido. Tu cabello había cambiado de color, ahora siendo un rubio claro, pero seguías siendo hermosa, después de todo, siempre lo has sido.
"Aún te extraño"
También supe de tu muerte, ya que la noticia de alguna forma llegó al pueblo. Supe que moriste en edad avanzada, y que estabas dormida. Me hubiera gustado estar a tu lado, pero supongo que eso jamás fue posible. Al menos no sufriste. Quiero creer que tenías una sonrisa en tu rostro.
"Sé que nunca podrías amarme"
Y ahora me encuentro en una habitación blanca, en una camilla blanca, vestida con una bata de papel blanca y con gente de blanco, quienes entran y salen.
Mis extremidades dejaron de obedecerme hace mucho tiempo y mi corazón ya está cansado, puedo sentirlo. Respiro como si tuviera polvo en los pulmones, cada vez se hace más difícil.
"Por favor, vuelve"
Me he cansado de luchar, me he cansado de llorar, me he cansado de existir. La euforia de vivir que conocí alguna vez se ha vuelto una lucha cuesta arriba. Es demasiado.
Y estoy cansada
"Aún te amo"
"Aún te extraño"
"sé que nunca podrás amarme"
"Por favor vuelve"
"Aún te amo"
"Aún te amo"
"Aún te amo"
I wanna be known by you
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Canciones y otras locuras de amor.
Short StoryUna canción, una historia. Si puedes, pon la canción en modo repetición hasta terminar la historia, le da un toque. Pero si eres de esas personas que quedan enfermas de una canción por culpa de la repetición, entonces solo escuchala antes de comenza...