Una y otra vez, los chicos me han decepcionado. Siempre son lo mismo. Vienen con actitud de niños malos. Me dicen que soy linda, me hacen sentir especial (O al menos lo intentan), luego se hacen los difíciles, se alejan, pero siempre vuelven con la cola entre las piernas. Incapaces de mantener mi interés. ¿Qué tiene que hacer una chica para encontrar a alguien real? ¿Alguien interesante? ¿Acaso tengo que describir textualmente lo que quiero y postearlo en internet?
Puedo ver el anuncio.
"Linda chica busca chico que no babee tras ella, sepa mantenerla contenta y no venga con esa mierda de "Te Amo" o "Me gustas". En caso de conocer a alguien, por favor contactar a Victoria Rodríguez"
Sí, ese es perfecto. Tal vez me dejen colgar uno o dos en el tablón de anuncios de la escuela.
Hablando de la cual, estoy llegando tarde.
Rápidamente me pongo las botas militares y tomo una chaqueta, corriendo hacia el primer piso de mi hogar. Paso como un rayo por la cocina y la salita para salir por la puerta, solo dejando tras de mí el sonido de la puerta al rebotar contra su marco.
Me lanzo sobre mi banco para aguantar una larga hora de matemáticas mañaneras., ya que por alguna razón, alguien pensó que tener dos horas de matemáticas a primera hora cada lunes sería una idea excelente.
Me consuelo pensando que esa persona, sea quien sea, ya está en el infierno.
-Chicos, pónganse en parejas. – Habló el profesor mientras dejaba las cosas sobre el escritorio. Nuevamente olvido saludar. Supongo que está igual de cansado que todos nosotros.
-Por favor, cada uno con el compañero que tengan más cerca. –
Miro a mi lado, encontrando un chico de pelo oscuro y piel blanca, lindos ojos que miraban distraídamente hacia el reloj, como si la hora fuese a acabarse tres minutos luego de comenzar.
-Hey – Le lanzo un pedazo de goma de borrar. – Somos compañeros. Ven a trabajar.-
El chico me miro de arriba hacia abajo, para luego asentir y correr su banco junto al mío.
-¿Qué se supone que tenemos que hacer? – Me preguntó cuándo ya estuvo cerca.
Me encojo de hombros y apunto hacia el profesor, quien buscaba algo entre sus papeles.
Cuando finalmente pareció encontrarlo, miró a la clase y explicó
-Bueno niños, ayer olvidé completamente la clase de hoy, por lo tanto ustedes harán los ejercicios por mí. Quiero que vallan por el colegio buscando números que podrían ser explicados con logaritmos. Ahora.-
Se acercó a abrir la puerta, por donde gran cantidad de los chicos salieron corriendo como poseídos.
Finalmente, solo quedamos mi pareja, un par de chicos al fondo de la sala y yo.
-Supongo que tenemos que ir. – Digo, mirando mi lápiz girar entre mis dedos.
-Así parece. – Responde él, su concentración en el mismo lápiz que la mía.
Finalmente, me levanto de la silla y camino hacia la puerta, con el chico a mis espaldas.
-¿Dónde vamos ahora? – Le pregunto una vez que estamos en el pasillo.
Él se quedó en silencio un momento, mientras una malvada sonrisa aparecía en su rostro.
-Tengo un plan.-
Tomó mi mano y comenzó a correr por los pasillos, arrastrándome por entre multitudes de alumnos, casilleros y borrosas luces fluorescentes, las cuales le daban un tono deprimente y pálido a nuestro alrededor.
Llegamos afuera, pero él no se detuvo. Continuó corriendo por la cancha de fútbol y por la de atletismo. Siguió más allá del gimnasio, y hasta incluso atravesó el sector de pre-escolar.
Cuando creí que mis pulmones iban a explotar, mis piernas a derretirse y mi cerebro a tener un reinicio forzoso, se detuvo, su respiración apenas alterada, se apoyó contra la reja de marcaba el final del territorio escolar, y me miró profundamente.
-¿Un cigarrillo?-
Caí como un saco de patatas a su lado, bastante menos grácil que él mismo.
-Claro que sí. – Le respondí, tomando uno de la caja que me ofrecía.
-Entonces – Dijo luego de un momento de pacífico y cómodo silencio. – Logaritmos.-
Di una calada de mi cigarrillo.
-Los únicos e inigualables.-
Sonrío, asintiendo.
-Soy James.-
-Soy Victoria.-
-Es un placer Victoria.-
-Es un placer James.-
El silencio continuó, un silencio con textura de algodón y suavidad de terciopelo. Silencio real y pacífico.
Finalmente encontré a alguien que no está desesperado por hablar.
Alguien que no está desesperado por impresionarme.
Alguien que, tal vez, puedo llegar a no aburrirme.
If you see me let me see your hands up and go Salute.
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Canciones y otras locuras de amor.
Short StoryUna canción, una historia. Si puedes, pon la canción en modo repetición hasta terminar la historia, le da un toque. Pero si eres de esas personas que quedan enfermas de una canción por culpa de la repetición, entonces solo escuchala antes de comenza...