Capítulo 21

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Por un momento, dudé si verdaderamente la había guardado bien. Recordaba que esa noche me había ido a dormir con la ilusión del día siguiente dirigirme a Londres para iniciar mi investigación, pero me era imposible recordar si yo había vuelto a guardar los papeles en la caja o si los había dejado tirados en alguna parte. Algo confundida, comencé a revisar cada rincón de la habitación de huéspedes, sin embargo, la caja parecía no estar allí. Entonces se me ocurrió revisar en el patio, me imaginé que tal vez podría haberla dejado allí accidentalmente, pero no me parecía factible, tendría que poder recordarlo sino. Aun así me dirigí al patio y, tal como lo esperaba, la caja no estaba allí. Rasqué mi cabeza con una expresión de disturbio, preocupada principalmente por el estado de mi memoria a largo plazo ¿Podía ser que ya estaba perdiendo la cabeza? Pensé.

Resignada, volvió a ingresar a la casa, y decidí que tal vez mi padre la había visto en el patio y la había tirado, lo cual significaba un riesgo, ya que podrían haber pasado dos cosas, primero que mi padre la viera y no pensara nada más sobre ello y la tirara sin abrirla, pero la otra opción era la que me preocupaba. Solamente había un modo de descubrirlo. Casi trotando me acerqué hasta la puerta de la habitación de mi padre, y con la mano temblorosa, empujé la puerta. Con mi mano derecha encendí la luz e inmediatamente pude ver la esquina de una caja blanca debajo de su cama. Sin pensármelo dos veces, jale de su manija y la acerqué a mí. Al verla, solté una bocanada de aire, era la misma.

Retrocedí sobre mis pasos, aterrada, pensando qué era lo que podría haber concluido Joe tras verla. Hasta que luego se me ocurrió, recordando el mal humor y la frialdad con la que me había recibido el día anterior, él era un hombre astuto y debía haber descubierto todos mis planes.

Respiré hondo y caminé hacia la sala de estar donde miré hacia el reloj y no que faltaba una hora para que mi padre volviera del trabajo. Me convencí de que si lo enfrentaba con aquel asunto de forma madura nada podía salir mal. Al fin y al cabo el problema era mío y de mi madre, y si yo había aceptado tomar su propuesta había sido enteramente mi responsabilidad. Creí en ese momento que mi padre no podía hacer tan tonto como para enfadarse porque su hija deseaba conocer la identidad de su padre biológico. Mucho menos, que podría sentirse traicionado porque esta misma hija intentara reunir a su madre con el amor de su vida.

Pero siempre los hijos nos equivocamos respecto a nuestros padres, de eso se trata crecer.

Decidí que cocinaría la cena para los dos y que lo esperaría con un plato de tregua, de modo que pudiéramos aceitar el camino antes de la tortuosa discusión que sabía íbamos a tener. Preparé una cremosa sopa de puerro y papa que había aprendido en París y se había vuelto mi favorita. Mientras picaba los vegetales, Melanie estiraba sus patas sobre las puertas de madera de la alacena en espera de algún trozo para robar. Durante toda esa hora intenté distraerme cantando canciones en mi mente, y me compenetré tanto que me había enfurecido conmigo misma por haberme olvidado el segundo verso de una de mis canciones favoritas cuando era ya jovencita, llamada Smells like teen spirit de Nirvana.

Estaba repitiendo las últimas palabras en mi cabeza "un mosquito, mi libido", cuando oí el auto de mi padre estacionarse en la entrada. Luego se lo oyó cerrarse, seguido del sonido de las llaves golpeteando entre sí mientras una era introducida por la cerradura de la puerta de la casa. Mi padre entró con el ceño fruncido, tiró su saco sobre el perchero junto a la puerta y dejó sus zapatos a un costado. Parecía estar ignorando completamente mi presencia. Carraspeé mi garganta para llamar su atención. Él giró su ojo derecho hacia mí y soltó un suspiro.

— Hija —  dijo una vez que se dignó a mirarme — Veo que has hecho de cenar, que bien. Tenía hambre — al decir esto, comenzó a caminar por la sala de estar,  como si estuviera buscando algo que no podía encontrar.

Nuestro atardecer doradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora