Querida Alice:
Cometí un grave error y ahora me he ganado a Lenny como enemigo. No sé a dónde ir.
He vivido en paz por los últimos tres años. Esperando noticias sobre ustedes dos, mayoritariamente, pero también intentando sobrevivir.
Llevo escondido en el castillo por todo este tiempo, Domingo ha sido mi mayor aliado, me ayudó a conseguir un trabajo y un lugar donde dormir. Aun así, no estaba feliz con mi vida. Sentía que estaba pasándome los días huyendo y que la vida me estaba persiguiendo por detrás.
No quería correr más, Alice.
Entonces hice lo más estúpido que pude… Intenté robar la caja fuerte del Pub, pero la maldita recepcionista estaba allí, Dios sabe por qué. No podía lastimarla, yo no soy así. Entonces hui, sin nada.
Al día siguiente Tonny vino a buscarme. Sabían que era yo. Me habían delatado mis ojos.
El único maldito negro con ojos verdes que sabía dónde estaba la caja fuerte.
Lenny me gritó en el Pub en medio de la noche. Me dijo que era un desagradecido y que no quería volver a verme por Londres, o si no me mataría.
Tuve que despedirme de mi vida en el palacio, reina mía. Ahora soy una rata callejera que huyó a Margate para tenerte cerca.
No tenía agallas para pisar el suelo sagrado de Broadstairs otra vez. No hasta que no me llamaras.
Si me buscas, estaré aquí, esperándote.
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Nuestro atardecer dorado
RomansaCatherine Cox tiene 29 años, es psicóloga, vive en París y trabaja en un hospital para niños. La última vez que había visitado Broadstairs, el pueblo donde naci, había sido después de graduarse. Los recuerdos de su infancia eran demasiado desgarrad...