Capitulo 38

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Luego de haberse separado del grupo de Dazai, Chuuya en compañía de Plutus se habían aventurado al interior del bosque para cazar por ellos mismos. Aunque el terreno que abarcaba el lugar de la competencia era considerablemente grande los participantes no se atrevían a internarse demasiado debido al miedo de que algo más allá de sus límites los estuviera aguardando en el lugar. Aunque  para Chuuya y su fiel compañero eso no sería problema ya habían cazado varias presas de considerable tamaño y fuerza, las cuales el pelirrojo había guardado en una especie de bolsa mágica que Oda le había entregado antes de que comenzara le competencia, esta almacenaba lo que sea que él introdujera en su interior sin importar el tamaño, desaparecía sin más, esa era la razón detrás de su ausencia de equipaje.

Ambos caminaron por largo rato luego de haber considerado que su cacería seria más que suficiente para pasar la prueba , admiraron la belleza de la naturaleza en su máximo esplendor, había varias criatura mágicas diminutas e inofensivas paseándose sobre sus cabezas dándole un aire mítico a todos su alrededor.

-Son muy bonitos, me pregunto qué especie de criatura serán-Señalo a unas pequeñas figuras humanoides de blanca coloración que corrían a través de las raíces de los arboles.

- Son kodamas amo, su presencia significa que el bosque está sano, además  que en esta parte hay una gran acumulación de mana- Explico Plutus sonriente.

-¿Kodamas? así que tú eres un kodama amiguito-Se agacho para tocar la cabecilla de uno de ellos cuando, por un segundo la paz del bosque se perturbo y las aves salieron volando.-¿Qué fue eso?- Pregunto el omega a su compañero que se coloco en guardia ante un posible peligro.
El Kodama que aún se mantenía al lado de Chuuya jalo débilmente sus pantalones para llamar la atención.
-¿Qué sucede amiguito?-El kodama extendió una de sus pequeñas extremidades en la dirección de la cual provenía el disturbio-¿Quieres que te sigamos?- Con pasos suaves siguió al humanoide que corría ágilmente entre la vegetación.

-No será peligroso seguirlo amo-Pregunto Plutus a sus espaldas.

-No creo que nos vaya a hacer daño, parecen ser inofensivos. A lo mejor y nos quiere mostrar algo interesante, si se vuelve peligroso usamos uno de los pergaminos que me dio padre y nos vamos lo más rápido posible- A medida que avanzaban el camino era cada vez mas empinado, las raíces se alzaban por encima de los arbustos y los arboles tapaban a luz del sol. Después de aproximadamente 40 minutos de viaje siguiendo al kodama este desapareció tras unos arbustos.

- ¡Ah! ¡Ese maldito bicho a escapado!-Dijo Plutus exaltado.

-No te estreses Plutus, de seguro está tras estas plan...tas... wow- Había quedado sin palabras.

Un inmenso lago de aguas cristalinas se hallaba justo enfrente de sus ojos, pequeñas hadas danzaban junto a otros seres fantásticos. Una cascada de gran tamaño caía formando arcoíris por las minúsculas gotas de agua que salpicaban. Todo estaba cubierto de brillantes flores que batían al son de una suave y cálida brisa, todo era hermoso. El kodama que antes perseguían volvió a aparecer indicándoles nuevamente que lo siguieran.

-¿A qué nos has traído a este lugar amiguito?- Pregunto aunque no obtuvo respuesta.

Se internaros en una cueva que había detrás de la cascada, a diferencia de las cuevas normales no estaba oscura en su interior, decenas de lucecillas danzaban en su interior. Caminaron hasta allegar a una de las cámaras del lugar y ahí lo vieron.

Era el mismo dragón que la hija del duque Fitzgerald había presumido en su fiesta, estaba acostado en el suelo de la cueva aunque había algo raro en él, su respiración era errática y su flujo de mana era perturbado por un agente externo. El sonido de un cascabel llamo la atención de Chuuya que bajo su vista para mirar al kodama.

La historia de cómo reencarne en este mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora