Capitulo 59

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- No puedo creer que este día por fin haya llegado- En la mansión Nakahara todos corrían de un lugar a otro cargando adornos y flores, las sirvientas se habían esmerado en pulir hasta el último rincón de la mansión dejándolo todo tan brillante como un espejo, los cocineros habían despertado desde la madrugada para tener listos todos los preparativos del banquete y el pobre Sebastián parecía al borde del colapso por tener que dirigir tantas cosas al mismo tiempo.

- Te ves realmente hermoso Randow - Chuuya abrió la puerta de la habitación donde el novio esperaba observando al hombre frente a él. Arthur portaba un precioso traje blanco que se ceñía a su figura notándose la ligera protuberancia en su estomago símbolo de su creciente embarazo.

- Chuuya querido- Arthur se apresuro a acercarse a su " hijo" abrazándolo fuertemente- ¡Estoy tan nervioso, siento que esto no es correcto. Y si las cosas no salen bien y si tu padre no se presenta y si alguien se opone a la boda, no quiero ni pensar!...-

- Randow por favor cálmate- Chuuya detuvo los movimientos nerviosos del omega notando el ligero temblor en sus manos- No tienes por qué estar nervioso, todo saldrá espectacular. Oda te acompañara al altar mientras que yo arrojo flores a tu camino, padre te estará esperando en el altar casi al punto de romper en llanto mientras que su alteza Mori se burla de él, dirán sus votos y sellaran un pacto en el que prometerán estar juntos para toda la eternidad- Chuuya sonrió dándole ánimos al nervioso omega que intentaba calmar sus crecientes nervios.

Hace tan solo unos días se había celebrado la mayoría de edad del menor de la familia Nakahara, llenando de júbilo la mansión, no fue una celebración tan grande por petición (amenaza) del mismo Chuuya, ya que le parecía demasiado esfuerzo tener que estar atendiendo a tantos invitados y mantenerse como el chico perfecto durante tantas horas por lo que la celebración había sido bastante breve. Ahora con sus recién cumplidos 18 años, ayudaba a vestirse a su futura madre que tal y como se había planeado estaba a punto de casarse con el estúpido se su padre.

- Chuuya querido, no sé qué sería de mí si tú no estuvieras aquí junto a mi- Rimbaud abrazo la menuda figura de su hijo llenándolo con sus dulces feromonas. Chuuya le devolvió el abrazo feliz de sentir la calidez de aquel por el que guardaba tanto cariño en su corazón.

- No debes seguir atormentándote Arthur, todo saldrá perfecto, además si te preocupas demasiado mis hermanos se pondrán tistes- Menciono señalando el abultado abdomen del omega que en la ultima revisión de su cachorro descubrió que no era uno sino dos cachorros los que se encontraban creciendo en su interior.

- Tienes toda la razón, no debo preocuparme por nada...y si por alguna casualidad Paul escapa, le cortare los testículos y se los daré a los perros- Dijo el omega con una mueca sintiera, desde que se cumplió el 6 mes de embarazo los cambios de humor en el mayor eran cada vez más notable y en ocasiones como esta daba miedo.

"Toc, Toc"

La puerta de la habitación fue tocada con suavidad.

- ¿Puedo entrar?- La voz de Oda se hizo escuchar delatando que ya era hora de partir.

- Adelante- Oda abrió la puerta encontrándose con la escena de su también futura madre y hermano abrazados.

- Es una reunión de abrazos, ¿puedo unirme?- Los mencionados rieron suavemente para atraer hacia ellos el cuerpo del jóven alfa- Muchas felicidades Arthur, espero que tú y papá puedan ser muy felices-

- No, no, hermano estas equivocado- Los contarios observaron al pequeño omega con duda- ya no es solo Arthur, ahora es mamá- Sonrió brillantemente contagiando a su hermano de tal felicidad.

- Muy cierto querido hermanito, muchas felicidades madre.- Ambos hermanos observaron con rostros preocupados al omega que se había quedado callado y había bajado su cabeza- ¿Arthur?...si no te gusta pode...-

La historia de cómo reencarne en este mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora