La historia de cómo reencarne en este mundo

Capitulo 62

"Toc Toc"

- Adelante...-

La puerta de la habitación fue abierta por el emperador regente, él cual observo a su hijo sentado en su escritorio firmando documento tras documento.

- Osamu, deberías descansar un poco. Llevas tiempo sin dormir bien hijo mío, estoy preocupado por tú salud- Mori se acerco hasta su hijo pasando su mano por sus rebeldes cabellos.

- No debe preocuparse madre, me encuentro bien, solo que... hay demasiado trabajo acumulado y no quiero seguir retrasándolo- Menciono el castaño sin mirar a la cara a su madre. Ogai suspiro y alejo la pluma de la mano de su hijo.

- Osamu...créeme que se que no estás pasando por algo fácil, yo también he vivido situaciones similares cariño pero...ya han pasado 4 años desde el accidente, se que lo extrañas y te sientes culpable, todos lo hacemos pero...por favor tienes que descansar - Pidió el omega preocupado por la salud del muchacho.

- Lo sé madre...lo sé pero...no puedo evitarlo- Mori le dio una mirada lastimera y se encamino a la puerta.

- Sabes que tu padre y yo siempre estaremos para ti, siempre recuerda eso- Sin más dejo la habitación dejando al jóven alfa en soledad.

A pesar del tiempo que había transcurrido, Dazai recuerda la imágen de Chuuya cayendo al vacío como si hubiera sido hace unas horas. La maldición que antes lo agobiaba ahora era solo una sombra del pasado que lo atormentaba diariamente, recordándole lo terrible que había sido con ese precioso ser de luz que solo intentaba apartarlo de la oscuridad.

FLASH BACK

Después de que la grieta se cerrara y por ende Chuuya desapareciera, la conciencia de Dazai se había desvanecido, haciéndolo quedar inconsciente por varios días. Al despertar, sentía su cuerpo más liviano ya no se sentía cautivo en su propio cuerpo como lo había estado sintiendo prácticamente toda su vida. Al abrir los ojos se encontró con el serio rostro de su hermano mayor.

- Veo que has vuelto- Mencionó en cuanto sus miradas se cruzaron.

- mjaja...no sé de que hablas- Se hizo el desentendido recostando sus cuerpo en una almohada- ¿qué sucedió luego de que me desmaye?-

- No mucho, las reparaciones se han puesto en marcha y los ciudadanos que resultaron heridos están siendo atendidos en estos momentos por los sacerdotes y Atsushi, es chico posee un poder bastante interesante, aunque aun está demasiado verde-

- Mmm...Y... ¿los Nakahara?- Bajo su cabeza ya sabiendo la respuesta.

- ¿Cómo crees que estén luego de perder a uno de sus hijos? Devastados, deprimidos, tristes, hechos polvo bla, bla, bla. - Saco una paleta de su bolsillo- Deberías estar contento, ya tienes el camino libre con Nakajima, el chico no ha dejado de visitarte ni un solo día, se nota que te tiene mucho aprecio, ¿no lo crees?... y ahora que se ha vuelto el santo del pueblo, no creo que haya demasiadas quejas si decides casarte con él.- Mencionó el omega. Dazai quedo en silencio observando fijamente sus manos ¿en qué demonios estuvo pensando todo este tiempo? ¿Por qué trato tan mal a Nakahara? ¿Por qué a pesar de que lo hirió tantas veces, este seguía a su lado? ¿Por qué nunca lo abandono? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Su cabeza estaba llena de preguntas y auto desprecio, sentía que no merecía vivir luego de tantas cosas que le había hecho al omega, no merecía perdón, habían sido demasiados años ya no había vuelta atrás, sentía asco de si mismo << Debería morirme>>

-¡¡¡Oye!!! ¡¡Tierra llamando a Osamu, me escucha!!- Salió de su espiral negativa para mirar directamente a su hermano - Sabia que esto pasaría- Suspiro - Por mucho que intente evitarlo las cosas cambiaron mucho su curso - Se quejo y tomo lugar a un lado del castaño- Debo admitir que realmente fuiste un desgraciado con Chuuya y en parte me alegro de que eso quede en tu conciencia... pero...comprendes que no es tu culpa  ¿cierto?, tu sabes lo que sucedió-