Capitulo 70

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[ Contenido sensible leer con discreción]

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Un año...un maldito año de
sufrimiento y torturas los había dejado marcados a más no poder. Debido a que ambos habían demostrado tener habilidades en el combate, tuvieron la  suerte de no ser enviados al área donde solo serían considerados objetos sexuales a disposición de todos. Aunque más de una vez se vieron obligados a huir de algunos demonios que buscaban profanarlos.

- Me duele el brazo - Se quejo Gogol sobando su brazo vendado - Esos malditos desgraciados piensan que somos ganado ¡Mira que marcar mí hermosa piel como si fuera una vaca! ¡Si querían tatuarme podrían haberlo hecho amablemente! -

- ¿Te quejas por qué te duele tú brazo?- Comento Nakahara tendido boca abajo en el suelo de su celda, su espalda era cubierta por un lago vendaje que llegaba hasta la parte baja de esta - A mí me duele el alma, en ocasiones pienso que es mejor morir que seguir en este lugar...debería pasarme al área de Sadie...estoy completamente seguro de que moriré en menos de una semana-

- ja...ja...Ja yo también lo he pensado pero... ¡Me niego a morir aquí y mucho menos de esa manera! Siempre recuerda lo que le sucedió  a la elfa de la celda 76...- Ambos fueron atacados por un escalofrió al recordar las condiciones en las que se encontraba el cuerpo de la elfa - ¡Yo tengo que conocer a un bello alfa y casarme!  Tener una familia, hijos y todo eso- Expuso sus fantasías el albino, en ocasiones ambos tenían conversaciones como esas para alejar los pensamientos intrusivos y las ganas de dejarse matar en el próximo juego.

- No pareces del tipo de persona que haga esas cosas- Comento el plinaranja incorporándose con un poco de esfuerzo, hace tan solo unos días habían renovado sus marcas de pertenencia y ahora estas les hacían la vida más imposible, si esto era posible.

- Pues claro que deseo todo eso, es lo que todo omega quiere ¿no es así?- Pregunto observando curioso a su único amigo.

- No lo sé, si logro salir de aquí todo lo que quiero es ver a mí familia...los extraño demasiado- Varias habían sido las veces en las que Chuuya despertaba en medio de la noche llorando debido a los recuerdos de la última vez que vio a su amada familia. Se preguntaba si estarían bien, ¿lo extrañarían?, ¿Oda y Ango se habrían casado?, ¿su hermano habría nacido sano?, esas y miles de preguntas surgían en su mente.

- Al menos tú tienes una familia que podría estar esperándote...yo no tengo a nadie...¡¡Auch!! ¡¡ ¿Pero qué te pasa estás loco ?!!- Chuuya lo había golpeado.

- No digas estupideces ¡¿Cómo qué no tienes a nadie cuando yo estoy frente a ti, soy invisible acaso?! Llevamos más de un año sobreviviendo juntos en este infierno, sabemos nuestras peores debilidades y virtudes pero aun así dices que no tienes a nadie, estoy decepcionado- Gogol Observo asombrado a su amigo, tenias razón, el había hecho un lugar especial en su corazón para ese pelirrojo gruñón.

- Sí...es cierto...¡¡Pero no tenías que pegarme imbécil!!- Pateo a Chuuya.

- ¡¡Carbón ahora veras!!-

"BOOM"

Las paredes de la celda se sacudieron y varias explosiones se escucharon en la lejanía.

- ¡¿Qué carajos...-

Los guardias que custodiaban las celdas salieron corriendo luego de tomar sus armas.

-¡¡¡NOS ATACAN!!-

- ¡¡PREPAREN LAS ARMAS!!-

- ¡¡EL EJÉRCITO DEL NORTE HA ROTO LA BARRERA!!-

Varias explosiones comenzaron a escucharse cada vez más cerca, por los pasillos de aquella mazmorra desfilaban demonio tras demonio dirigiéndose al lugar en donde se efectuaba la batalla. Chuuya y  Nikolai permanecieron aparentemente tranquilos para no levantar sospechas, razón por la que los guardias que pasaban corriendo no les prestaban especial atención.

La historia de cómo reencarne en este mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora