Capitulo 104

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Capitulo dedicado a AdrianaVazquez300


¡

Plaff! El fuerte sonido de una cachetada inundo la habitación.

- ¡¡ Eres un maldito inútil mal agradecido!!  ¡¿Tienes la más mínima idea de todo lo que hemos hecho por ti?!– Grito el sumo sacerdote luego de haber golpeado la mejilla del santo-¡Y así es como nos pagas! ¡Nuestros planes se arruinaran por tu culpa!  ¡¿Cómo es posible que luego de recibir tantas bendiciones aun sigas siendo una maldita plaga perezosa?! –

- Yo…lo siento su santidad pero es que es imposi…- ¡Plaff! otro golpe llego a su mejilla.

- ¡No me respondas! ¡¡Es obvio que todo esto es tu culpa no te estás esforzando lo suficiente!! Con tu poder deberías ser capaz de traer aquí a esos desgraciados en cuestión de segundos. Pero mírate…ni siquiera has logrado poner de tu parte al idiota del príncipe heredero, eres una vergüenza – Atsushi bajo la mirada aceptado con resignación las palabras del dirigente del templo- A este ritmo sere yo quien pierda la cabeza. Si no obtenemos resultados tengo a gran parte de la nobleza pisando los bajos de mi sotana esperando que tropiece ¡¡Aaah, esto es tu culpa!! – Lanzo el tintero que se encontraba sobre su escritorio golpeando la cabeza del albino, la tinta se desplazo desde su blanco cabello hasta su rostro y ropa manchando todo a su paso.

- Su santidad…no creo que deba ser tan rudo con el chico- La nueva voz en la habitación provoco un escalofrió en los cuerpos del santo y el sacerdote. De un momento a otro, una cabellera oscura junto a unos deslumbrantes ojos plateados se vislumbraron en una esquina de la habitación – El pobre se está esforzando mucho para cumplir con las expectativas de todos ¿no es así joven Atsushi?... lo que sucede es que esta experimentado algunas dificultades que no podrá superar sin ayuda-

- ¿De qué mierda estás hablando? – Alego el sacerdote – Con el poder sagrado que tiene no debería tener problema en colocar a cualquier apóstol a sus pies, su propia naturaleza les obligara a no poder separar su mirada de él.  Además es un omega, el príncipe no debería poder resistirse, con solo olfatear un poco de sus feromonas el debería caer rendido a sus pies pero en lugar de eso… – Lanzo un mirada despectiva al omega – Debe estar todo el día persiguiéndolo y rogando por un poco de atención, es patético.

- Mm...En mi opinión, nuestro amado santo no es inútil… solo que sus rivales no son huesos fáciles de roer y él no cuenta con las herramientas necesarias para derribarlos a sus pies.- El de cabellos oscuros llevo un manos hasta su barbilla meditando durante algunos segundos-  En el caso de los dos apóstoles que faltan es un poco complicado. El apóstol de la guerra siempre se ha caracterizado por ser rebelde y peleonero, hacerlo sucumbir ante la autoridad de la pareja divina no será nada fácil, tampoco lo será con el apóstol de la muerte… después de todo, el ha tenido fama de ser  el más problemático desde que nació el primero hace 500 años. Pero… por otro lado…tu situación con el príncipe heredero será mucho más fácil de manejar – El albino alzo su rostro  fijando su mirada heterocromatina en la platinada de su acompañante. El de ojos grises sonrió al haber captado su atención – Es muy simple, si él no quiere aceptarte por las buenas, deberá ser por las malas – Con pasos lentos se acerco al albino entregándole un frasco entre sus manos.

- Esto es…-

- Un afrodisiaco…- Los ojos de Nakajima se abrieron de par en par mientras que su rostro se torno carmesí – Jajajajaja esa es una muy buena expresión –

- ¿Quieres que el santo pierda su castidad con el príncipe antes de casarse o siquiera estar comprometidos? ¡¿Estás loco?! Eso arruinaría su imagen por completo –

La historia de cómo reencarne en este mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora