Capítulo 116

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Se removió con lentitud bajo las delicadas sabanas que cubrían su delgada figura, con pesadez estiro su cuerpo notándose adolorido. Dejo salir un ligero gemido de dolor a la par que abría sus ojos parpadeando repetidamente debido a la intensa luz del lugar.

-¿Dónde…?- Observo a su alrededor sintiéndose desorientado, se encontraba en una habitación desconocida o  más bien una tienda. Había armas y algunos objetos desparramados en varios puntos del lugar, además de ropa esparcida por el suelo como una silenciosa advertencia de que alguien había estado ahí.

- ¡Oooh! nuestro bello durmiente decidió despertar – La burlona voz de Nikolai llego a sus oídos, Chuuya alzo su mirada encontrándose con el sonriente rostro del omega- Creí que no despertarías, estuviste todo un día completamente rendido, estaba comenzando a preocuparme porque ese maldito te hubiera lastimado- Con pasos despreocupados se acerco a la cama dejándose caer en el borde de esta, observando con algo de preocupación al pelirrojo-¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo en especifico?- El de ojos azules arqueo una de sus cejas confundido, para luego incorporarse poco a poco hasta quedar en una posición más cómodo para hablar.

- Me duele todo el cuerpo, en especial la espalda baja. Siento como si mis hombros y cuello  estuvieran ardiendo- Hizo una expresión de molestia cuando termino de acomodarse- ¡Ugh!… ¿Cómo llegué a este lugar? No recuerdo haber llegado al campamento, mucho menos encontrarme contigo, ni con Nori- Gogol lo observo sin abandonar su sonrisa, en sus ojos podía notarse una chispa de incredulidad por las palabras del contrario- ¿Sucede algo? ¿Por qué me miras como si me estuviera haciendo el tonto? –

- Es que…creí  que lo estabas haciendo- Admitió mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho- No me digas que ahora no recuerdas absolutamente nada de lo que estuviste haciendo los últimos tres días porque no voy a creerte. Sabes que me encanta burlarme de ti y hacer comentarios un tanto desvergonzadas hacia tu persona, pero en esta ocasión el asunto amerita seriedad- Cerro sus ojos haciendo una expresión de obviedad a la par que era observado por un aun mas confundido pelirrojo.

- …¿Te sientes bien? No tengo la menor idea de lo que estás hablando. Lo último que recuerdo es haber caminado por horas intentando encontrar una salida en el interminable laberinto lleno de portales que Nori creo. No sé de qué me estás hablando- Recalco el omega
.
- Chuuyaaaa~ no te hagas el tonto, ¡somos amigos! puedes contarme. Prometo no burlarme de ti pero por favoooor quiero saber los detalles o bueno no tantos detalles sería bastante raro que me contaras absolutamente todo ¿no?…a quién quiero engañar ¡¡quiero saber!! ¡Por favor cuéntame! ten por seguro de que cuando a mi me ocurra serás el primero en saberlo – La mirada llena de brillo del omega albino deslumbraba al pelirrojo que continuaba sin comprender su situación.

- Realmente no se dé que hablas-

-¡¿Pero como  vas a decir que no sabes nada cundo yo mismo fui el que te saco de la habitación de Dazai y te trajo aquí a cuestas?! ¡Rezando para que nadie nos viera! ¡Es más que obvio que pasaste la noche con él y no precisamente durmiendo con solo mirar tu cuerpo! ¡¿Cómo puedes ser tan cruel y negarme el saber de tu experiencia?! ¡¡Soy tu mejor amigo Chuuya!! – Las palabras de Nikolai cayeron sobre Chuuya como un balde de agua fría <<Dazai>> El nombre del príncipe resonó en su mente con una fuerza abrumadora. Bajo su mirada hasta su propio cuerpo notando la falta de su uniforme, sus antebrazos tenían marcas de dedos junto a una que otra mordida. Su respiración se detuvo, con una de sus manos despego un poco la tela de la camisa que llevaba puesta de su pecho, observando  cómo su piel era adornada cual lienzo por cientos de marcas rojizas que tardarían días en desaparecer. En ese momento su mente comenzó a trabajar con rapidez mostrándole imágenes de días anteriores

- ¿Chuuya estas bien? –

Si bien era cierto que había vagado por horas entre los pasillos extensos  del laberinto creado por Nori, también era cierto que finalmente había logrado salir de allí sin embargo, no había aparecido en el campo de batalla como inicialmente lo espero. No, en su logar había aparecido en la habitación de su prometido encontrando frente a él la desagradable escena de Dazai a punto de ser atacado por el santo.

La historia de cómo reencarne en este mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora