Capítulo 96

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-La ciudad era un completo desastre, había escombros  y fuego por todas partes, las grotescas criaturas corrían por las calles atemorizando a los ciudadanos que habían tenido la mala suerte de quedar atrapados en la batalla.

-¡¡Paul cuidado!!- La voz del emperador regente se hizo presente en el lugar alertando al duque del peligro. Verlaine volteo su cuerpo con agilidad esquivando el ataque de un demonio y a su vez la enorme columna de hielo que cayó sobre este aplastándolo por completo.

-¡¡Hasta que al fin deciden aparecer!!- Paul se encontraba bastante alterado, su día familiar había sido totalmente saboteado por esa inesperada “invasión”, estaba preocupado por sus hijos, por su esposo y por lo que sea que fuera a pasar luego de que ese símbolo mágico terminara de formarse.

- No te ves demasiado feliz Paul ¿No extrañabas esta sensación de adrenalina al pelear  como en nuestros tiempos de juventud?- Mori llego a su lado con una sonrisa juguetona adornando sus facciones aunque sus ojos se mostraban  fríos y calculadores.

-¡Por supuesto que no estoy feliz! ¡¡Estas alimañas arruinaron lo que debería haber sido mi perfecto día libere en familia!!- El duque grito con frustración lanzando una bola de fuego hacia uno de sus atacantes- Se supone que ustedes estaban monitoreando a estos bichos para qué algo como esto no ocurriera ¡¿Para qué fueron todas esas insoportables reuniones si de todas maneras nos iban a tomar por sorpresa?!-

-Comprendo tu enojo Paul…- Otra explosión se escucho a lo lejos, al parecer su esposo estaba bastante emocionado de estirar las piernas
– Pero siempre existió al probabilidad de que algo como esto ocurriera, los demonios son criaturas esporádicas  e impredecibles. No teníamos forma de saber realmente cual sería la fecha exacta de una catástrofe como esta, aunque gracias a la información brindad por el duque Amonte no estábamos tan desprotegidos. Los soldados lograron actuar con rapidez rescatando a la mayoría de los civiles y evitando el avance de nuestros inesperados invitados- Con una sonrisa suave Mori imito a Verlaine lanzando certeros hechizos hacia las bestias.

-Yo creo que ese viejo sabe mucho más de lo que nos informo en la reunión del consejo, estoy casi seguro de que nos está ocultando algo- Murmuro enfadado- ¡¡Agh!! ¡¡ ¿Estos bichos son infinitos o qué?!! ¡¡ Muéranse de una vez engendros!!–El alfa rubio abandono su lugar a un lado del monarca para arremeter contra un demonio de gran tamaño que parecía estar causándole demasiados problemas a un grupo de caballeros imperiales.

-Lo niega, pero a mi parecer está casi tan emocionado de volver  a la batalla como Yukichi- Ogai coloco una mano bajo su barbilla observando lo “motivado” que se notaba su amigo cada vez que de un solo golpe hacía desaparecer el cuerpo de un demonio.

- Nunca lo admitirá abiertamente pero sí, está emocionado- Randow se posiciono en el lugar que anteriormente estuvo ocupando su esposo observándolo pelear en la lejanía- ¿Me dirás tú también que no estás emocionado?- Dio una sonrisa cómplice en dirección al regente, Mori parpadeo sorprendido, no se esperaba esas palabras de alguien como Rimbaud.

-Bueno…-Coloco una sonrisa siniestra – No negare que estoy algo emocionado…-Ambos omegas dejaron salir una ligera carcajada.

-¿De qué se ríen? Se supone que estamos bajo ataque…- Inquirió Kunikida, él formaba parte de los caballeros de segundo rango bajo la orden del castaño por lo que, al igual que varios jóvenes pertenecientes a la nobleza se encontraba peleando por el bienestar de su pueblo.

-Ignóralos, luego de convivir con varios veteranos de guerra te das cuenta de que la mayoría de ellos están locos- Añadió Dazai mientras hacía uso de su espada para acabar con los enemigos.- ¿Dónde están Tanizaki y Atsushi? –

La historia de cómo reencarne en este mundo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora