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Se encontraba sentado en un rincón de la biblioteca, solo. No despegó la vista de los apuntes cuando escuchaba a alguien tomar sus cosas y marcharse, mucho menos volteó cuando escuchó como alguien dejaba caer su mochila en el suelo, y se sentaba en la silla que tenía a la izquierda, a pesar de que el desconocido se quedó allí, en silencio, por lo que parecieron casi diez minutos.

Fue aquel sentimiento de estar siendo atentamente observado, como si estuvieran a la espera, en que finalmente Haruto alzó la vista, y se encontró con que el silencioso visitante se trataba de Park Jeongwoo. Contuvo el impulso de soltar una palabrota. Yoshi-hyung le había pedido que tenía que acercarse a él, procurar ser amigo de los Park; desviar la atención ante el hecho que él y Kim Bangjeon eran cercanos, y así disipar el rumor de estar involucrados con la mafia japonesa.

Pero los recuerdos de la última conversación con el menor de los Park, ocurrido allí mismo en la biblioteca del colegio, hacía apenas una semana, aún estaban muy presentes en su mente. Intentando fingir que seguía solo y no tenía sentado a Jeongwoo a escasos diez centímetros a su izquierda, Haruto volvió a bajar la vista y concentrarse en sus apuntes. Aunque ahora no era capaz de ver nada.

-¿Necesitas algo? –fue su pregunta. Pese al ataque directo que Yoshi-hyung acababa de infringir contra Park Jihoon en el terreno neutral que se suponía era el colegio, hacía apenas una semana, Haruto sabía no podía hacer lo mismo contra Park Jeongwoo. En su caso, fingir amabilidad seguía siendo la mejor de sus opciones.

-Vengo a disculparme –fue la respuesta del menor de los Park.

Aquellas palabras bastaron para que Watanabe Haruto dejase de ver sus cuadernos, y regresase su vista al rostro de Park Jeongwoo.

-¿Y te estás disculpando porqué, exactamente? –susurró Haruto, con su ya acostumbrada voz grave, en un tono condescendiente.

Park Jeongwoo se movió nervioso en su silla.

-Por lo que dije la última vez que conversamos. Yo sé que una disculpa queda invalidada en el momento en que se incluye un "pero" ...

-Pero... -respondió Haruto, en un tono aún más grave.

-...pero me gustaría entendieses igualmente nuestra posición.

-Disculpa no aceptada, Park. Gracias por intentarlo.

-Por favor –susurró Jeongwoo, al tiempo que sujetaba a Haruto del brazo, para impedirle marchar. Y es que el japonés ya se encontraba a medio levantar de la silla, sin importarle si se dejaba los cuadernos atrás-. El colegio es una zona neutral. Kim Bangjeon está a punto de hacer que aquella neutralidad se pierda.

-Bueno, estoy seguro de que mi hyung se los advirtió en un par de ocasiones –dijo Haruto con voz burlona, aunque su rostro continuaba expresando seriedad, claro indicio de que no encontraba aquello para nada divertido-. Si los Park siguen presionando, Yakuza o no es obvio los Kim intentarán defenderse.

-Vi las cintas de seguridad –susurró Jeongwoo, mirando al piso-. No debería haber un motivo por el cual un adolescente de quince años supiese manejar una metralleta.

-Eso ya te lo había dicho yo, ¿no es así? Las cosas en Japón son muy diferentes a como son en Corea. A decir verdad, son aún peor de lo que sea hayas visto en aquella cinta de seguridad.

-Es por ello que te estoy pidiendo entiendas nuestra posición. Mi posición.

Haruto miró una vez más a Park Jeongwoo. El chico parecía nervioso. Contuvo el impulso de soltar un largo y pesado suspiro, y dispuesto a darle una última oportunidad, volvió a sentarse, con lo que finalmente el menor de los Park le soltó del brazo.

Gang BerryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora