En Corea, hay dos familias mafiosas que se comparten la plaza: Los Park y los Kim.
Sin embargo, con los recientes rumores de la llegada de la Yakuza japonesa, las cosas dejarán de ser tan pacíficas entre ambos clanes.
¿Qué familia tomará el mando?
Se deslizó como una sombra. Un segundo estaba al frente de la clase, y al siguiente estaba ya sentado al lado de Choi Hyunsuk.
-Perdón –dijo en un susurro, apenas audible.
-¿Por qué te disculpas? –fue la respuesta del rubio, cuando se giró para colocar sus apuntes en el pupitre, y pudo ver la deprimida expresión de Kim Bangjeon.
-Por lo ocurrido en el centro comercial. Un segundo estábamos jugando a ser Peter Parker, y al siguiente estábamos tirados en el piso, rezando mentalmente por salir de allí y poder ver a nuestras familias una vez más.
-No tienes qué disculparte. No fue culpa tuya. Estábamos en el sitio equivocado, en el momento equivocado.
Bangjeon se mordió la comisura del labio. Aquello era completamente una mentira, pero no había manera de que Choi Hyunsuk lo supiese, pues no tenía planeado decírselo.
-También quiero disculparme por casi golpear a Park Jihoon.
Hyunsuk lo miró, sorprendido.
-No entiendo...
-Son amigos, ¿no? –dijo, al tiempo que el mayor de los Park entraba al salón, y al ver su lugar ocupado, no tuvo de otra más que sentarse detrás de ellos-. Tú también eres mi amigo. Tus amigos deberían ser los míos también, y ahí voy yo, casi rompiéndole la nariz...
-¿Qué problema hay entre ustedes? –preguntó Hyunsuk, visiblemente confundido-. Junkyu dijo se conocen desde hace años, ¿no?
-Nuestras familias no se llevan bien –fue todo lo que Bangjeon pudo responder. Aquello ocasionó que Hyunsuk frunciese levemente el entrecejo, incapaz de comprender.
-Cualquier negocio que tengan sus padres es cosa de ellos. No tendría por qué afectarlos a ustedes.
Bangjeon tuvo que tragarse las palabras. No podía dar explicaciones, y la excusa de "no lo entenderías" nunca sería suficiente, por lo que se limitó a inclinarse sobre su mochila, y dos segundos más tarde, deslizar sobre el escritorio una caja de zapatos, ofreciéndosela en silencio al mayor de los Choi.
-¿Qué es eso? –preguntó Hyunsuk, mirando la caja.
-Mi disculpa.
-Ya te dije que no tienes que...
-Solo tómalo. Por favor –el susurro en el que Bangjeon hablaba hizo a Hyunsuk pensar en un gatito malherido. Le dedicó una pequeña sonrisa, con lo que finalmente tomó la caja, y la abrió.
-Bangjeon, no tenías...
Unos tennis Jordan 1 de color rojo lo saludaron en silencio. Bangjeon no pudo evitar sonreír del mismo modo.
-Yo tengo un par igual –dijo finalmente-. Pensé podríamos combinar.
-Los cuidaré mucho, gracias Bangjeon –fue la respuesta de Hyunsuk, y con esto, ambos chicos dirigieron su atención al frente del aula, donde el profesor de sociales estaba por comenzar la lección del día.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
