PERSEA FORKS - La carroza de las locas

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— quita el ojo

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— quita el ojo. Mi pies —el solo hecho de pensar que aquel ojo rondaba en mis pies, me causaba la sensación de que realmente esto estaba siendo lo más asqueroso que había hecho en mi vida.

Aunque los sillones de este lugar estaban aún peor.

Jasper se agachó y tomó el ojo de mis pies. Cuando vi el ojo en su mano, suspiré de rendición y me volví a acomodar.

Estas mujeres ya me estaban haciendo perder la paciencia y ese ojo parecía descolocarlas demasiado, trague fuerte antes siquiera de atreverme a tomar el ojo de la mano de Jasper, pero cuando lo hice, sentí la viscosidad del mismo, era tan natural que daba asco, di una rápida mirada a Jasper con asco y luego volví a las hermanas.

— ey, escuchen —pero ellas parecían pelear tanto entre ellas por labiales, gracias a Nerea, que me sería difícil tomar su atención, de no ser por el ojo en mi mano— tengo el ojo, locas —alce mi mano derecha con el ojo en mano, pero equivocadamente lo acerque tanto a mi rostro que sentí un extraño por en él, hice un amago de querer vomitar y lo hubiera hecho, de no ser porque ella se volvieron hacia mí con su ceño fruncido.

— ¿Por qué ella tiene el ojo? —fue Avispa quién preguntó, pero ninguna se las hermana supo responder— devuelvelo niña, no tomes lo que no te pertenece —ya me estaba causando escalofríos, de no ser por mi voluntad.

— Queremos ir a un lugar, ¿Conocen el campamento Júpiter? —

— no, de hecho, no es así —Percy entonces me interrumpió.

E inconscientemente y fastidiada dije— soy yo la que tengo el ojo, Jackson —masculle a regañadientes.

— sí, pero las hermanas grises no conocen el campamento de Júpiter —expuso claramente y volviendo a las hermanas dijo— necesitamos ir al valle de Sonoma en California —

Las hermanas grises de inmediato se vieron entre sí y en un modo de aparente celebración rieron diciendo— será una gran tarifa —

— un gran dinero —

— podríamos comprarnos unas nuevas cortinas con ello —

— o tal vez solo otro ojo o seis —comente con asco tratando de mirar el extraño artefacto de vista que tenía en mano.

Y sin esperar respuesta, aún así la obtuve— ¿Para qué querríamos seis ojos?, niña —volví mi mirada a Tempestad con aparente interrogación en mi cabeza— el mundo no tiene nada de interesante que mostrarnos —

— es típico y simplón, los humanos creen que cada día hay una nueva maravilla, yo solo veo como hacen artefactos para no molestarse en hacer las cosas ellos mismos —alegó encontré Ira con un amago en sus labios de poca importancia.

— solo usamos el ojo para conducir, sin necesidad de mirar nada más —y Avispa parecía apoyar a sus hermanas.

Rodee los míos frente a su necedad— como sea, solo vayamos a Sonoma, California —

PERSEA FORKS © - El Campamento MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora