PERSEA FORKS - Cabos sueltos

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PERSONA OMNISCIENTE

Ahora era la pregunta de miles de respuestas, ¿por qué Prometeo habría de conocer a Lily? ¿por qué le dio la idea de ir con los cíclopes? ¿por qué después de poco tiempo, Prometeo decidía aparecer?

Sin lugar a duda no era un tema que debía mantenerse oculto, así que sin dudarlo, Nico Di Angelo con la información compartida por Lily, decidió ir cuánto antes a hablar con Quirón. Pero no podía salir del inframundo, así que por medio del fuego mensajero efectivo en momentos de distancia, Nico Di Angelo contactó a Quirón, apenas visible entre las llamas, Quirón no se sorprendió del llamado de Nico, pero si le inquietaba aquello tenía que decir.

— veo que los problemas no han acabado —masculló Quirón frente a lo que Nico Di Angelo le explicaba. Ahora que entraba Prometeo en la ecuación de la razón por la que Lily había de ir con los cíclopes, explicaba mejor el hecho de que una humana acudiera a ellos de esa forma, aún no había razón para que Lily lo hiciera, pero ahora sí, si Prometeo era quién manejaba los hilos en todo esto.

Lo estaba volviendo su juego, un juego que le podría costar más de lo que pensaba.

— Quirón, ¿crees que Prometeo querrá algo de Lyra? —

Parte del hecho de que Nico era un chico que hacía lo que le venía en gana, era que muchas veces desconcertaba a todos con sus acciones o pensamientos, nunca se preocupó por nadie como ahora lo hacía por Lyra, tal vez el lazo que los unía era particularmente especial, pero en tan poco tiempo, era extraño que un hijo del inframundo se uniera de esa forma con otro semidiós, porque Jasper tampoco era de socializar a este nivel con los demás.

— No lo sé, joven príncipe —admitió Quirón— pero podemos estar seguro que de Prometeo jamás vendrá algo bueno, al menos Lyra no estará aquí por un tiempo, pero su salida al mundo puede ser realmente inquietante —y fue justo cuando Quirón terminó de hablar que la puerta de la cabaña grande fue tocada con mucha energía, alguien estaba en su búsqueda— debo irme, pero si sabes de algo más, ven a contármelo, te lo agradezco —

— lo mismo digo, Quirón —

Y la llama del fuego desapareció, cuando Quirón tiró agua sobre ella y la apagó, abrió la puerta casi a paso rápido para encontrar a Will con una pequeña y pálida Alissa en sus manos— la encontramos a los pies del árbol sagrado —Alissa estaba herida, con una enorme herida en el pecho.

Algo había pasado, pero además, ¿por qué Alissa había vuelto? ¿No era una de las campistas de intercambio?
— Entonces, todo este tiempo estuviste aquí —recapituló Persea a un lado de Luke, mientras él se encargaba de pulir unas espadas pendientes en la arena.

Luke ciertamente disfrutaba de la compañía de su amiga y sonrió— bueno, aquí y un tiempo en California —aceptó mientras envainaba una espada— lo cierto es que he estado en busca constante de algunos objetos y en misiones extracurriculares, se podría decir que casi soy como un fantasma en este campamento, solo soy capitán cuando estoy aquí, porque casi siempre estoy fuera —

Lyra no podía creer que su corazón aún palpitaba así por Luke, su mirada se volvía maravillosamente nula en el entorno y se enfocaba tan solo en él, se decía que los humanos amaban amenamente porque su vida era igual de fugaz, pero un dios y semidiós era capaz de amar eternamente.

— vaya que has estado ocupado, Wayans —

Luke rió y por un momento se detuvo para ver a la chica sentada sobre la caja de municiones, justo por encima de él, recordó a Lyra de hacía años y vio a la de ahora, ciertamente ella había cambiado mucho, tanto que ahora era difícil para los demás no darse cuenta de ella— has cambiado mucho, Forks —pero esos ojos soñadores de Luke aún seguían causando mariposas en el estómago de Lyra.

PERSEA FORKS © - El Campamento MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora