PERSEA FORKS - La carroza de la muerte

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Pero de pronto y muy a lo menos, casi como un chirrido, en el extremo de la carretera dos luces parecían volar por los cielos y empezaban a descender en la carretera, volaban un encima de la otra y la otra volaba sobre la otra y así sucesivamente,...

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Pero de pronto y muy a lo menos, casi como un chirrido, en el extremo de la carretera dos luces parecían volar por los cielos y empezaban a descender en la carretera, volaban un encima de la otra y la otra volaba sobre la otra y así sucesivamente, era extraño, frunci mi ceño caminando cerca del asfalto para ver más de cerca aquel suceso extraño, pero en cuanto bajaron a la carretera de pronto discerni algo más detrás de aquellas luces, pues tan solo fueron segundos cuando sentí dos brazos en mis antebrazos que me arrastraban hacia atrás antes de que un auto chatarra negro acabará por aplastarme en mis narices, literalmente era un auto viejo y negro, con ventanas negras cubiertas.

Casi se me iba el aliento o tal vez sí se me fue.

Entonces la puerta trasera del auto se abrió y la inseguridad me apresó, una sola mano me soltó y entonces supe de quién se trataba, era Percy, mire a otro lado y encontré a Jasper cerca de mí aún con mi antebrazo en su muñeca.

Me sonreía de lado y rodeé mis ojos en comparecencia.

— voy primero —pero Nerea me llamó la atención mientras la veía entrar en el auto, frunci mi ceño y analice la contextura y amplitud del auto y por un momento dudé que no entraríamos.

— sigue Alissa, te sigo —enunció Annabeth dándole apoyo a la chica, hija de Iris, Alissa acudió a la idea de Annabeth y entró en el auto.

— ¿Realmente es posible que entremos? —

A lo que Percy me respondió— tan solo es cuestión de perspectiva —y guiñandome el ojo entro tras de Annabeth, miré a Jasper y este estiro su mano caballerosamente diciendo que debía entrar primero, pero en ese mismo instante, una voz de dentro hablo.

súbanse rápido, no tenemos milenios para esperarlos —fruncí aún más mi ceño, estaba segura que era la voz de una anciana y terminé por entrar para descubrir al autor de aquella voz, cuando me senté justo al lado de Percy y mi mirada fue a caer en tres señoras en la parte del conductor, de un cabello platinado y de arrugas extremas en sus mejillas. Si me lo preguntabas, jamás me fiaría de una doña conductora, ahora imagínate de tres, siquiera sabía si cabían, pero estaba en frente, en la parte del conductor y copiloto— en mis tiempos los héroes volaban, ahora buscan cualquier excusa para usar los servicios de la condenación —pero algo raro había entre ellas, el ambiente era oscuro y apenas podía verlas a ellas.

— dejalos, más dracmas para nosotras —y entre ellas mismas rieron.

Y una vez acordado algo entre ellas, de inmediato se tiraron hacia atrás y el espanto tomó forma, cuando las tres mujeres de tez gris nos encontraron y ninguna poseía ocular en el lugar donde se suponía que debía estar sus ojos, me pegue al sillón de inmediato cuando el corazón se estancó en mi garganta.

— ¿A dónde desean ir, héroes? —la conductora entonces habló y por un momento en serio temí.

— ¿al menos están capacitadas para conducir? —masculle atemorizada y la señora del centro rio sin parar, dónde sus hermanas entonces la acompañaron.

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