La puerta nos llevó a un bosque frío, de elevadas coníferas, pero llenas de verdes hojas por la temporada, aunque el clima era frío y delicado, había un silencio que intranquilo en nuestro alrededor o tal vez era la sensación tan incómoda de protesta que había mantenido por conservar a Alissa con nosotros.
— ¿estás bien? —Jasper era respetuoso al darme el espacio, pero su pregunta me fastiaba.
— solo sigo sin entender por qué Quirón dejaría que Alissa viniera sabiendo que la rechazarían —
— tal vez no lo sabía —indicó Percy frente a mí— no siempre se sabe el futuro, Lyra —
— los dioses trabajan de manera misteriosa —agregó Annabeth— no siempre serán predecibles, muchas veces actúan de formas que ni siquiera nosotros entendemos —el bosque era cada vez más silencioso, siquiera el viento se movía, pero el atardecer empezaba a asomarse.
— deberíamos encontrar cuanto antes ese campamento —la noche nos atraparía.
— ¿antes de que anochezca? ¿no estás acostumbrada a los bosques? —dijo Jasper en tono divertido, fue como un recuerdo brusco entre nosotros dos, como la primera vez que buscábamos el campamento mestizo, eso me hizo gracia.
Reí frunciendo mi ceño, mientras él carcajeaba a mi lado— práctico en bosques desde pequeña —y paralelamente recordé ese entonces con el de ahora, no habíamos cambiado mucho, pero sí habíamos crecido en espíritu, ahora portaba una camisa distintiva del campamento y sabía quién era mi padre.
Ahora no estaba sola, ni pérdida, lo tenía a todos ellos.
— creo que de cualquier forma, debemos estar atentos —llamó Percy— no sabemos que pueda pasar —
— es lo natural —escuche hablar a Nerea en el frente— no entiendo porque quieren encontrar la razón de que la chica no viniera con nosotros —otra vez, esa emoción de disgusto apareció.
¿Por qué hablaba ahora?
— quisiera haberte escuchado en la mesa, protestando —lancé con total disgusto hacia ella.
Nerea se detuvo y se volvió sobre sí, como si estuviera fastidiada, sus pasos eran los únicos que se escuchaban, todos nos detuvimos en lo que ella se volvía y llegaba a mí con su rostro serio.
— si tan solo aprendieras tu lugar en este mundo —su voz era cortante— desde que derrotamos a Eris no has parado de meter la pata con los dioses, debes aprender a respetarlos, Persea Forks si no terminarás siendo el juguete de uno —parecía más una advertencia que querer ridiculizarme— pero eso no sucederá hasta que entiendas que los dioses no son un juego y mucho menos son tus iguales, si fuera por un dios menos comprensivo, seguro nos habría matado o perseguido hasta quién sabe dónde, pero Persea Forks tiene que abrir su boca y opinar —expuso con fastidio, no como habitualmente lo hacía por algún peinado mal hecho o una mala combinación, lo hizo como si de verdad estuviera atentado contra ella.
Pero no me explicaba, como dando mi opinión y defendiendo a mis compañeros era imputada de irreverente, cuando otros hacían lo mismo y se les elogia, como Clarisse, ella siempre fue grosera y nunca ha recibido algo en su contra, Annabeth hablaba con verdad muchas veces y otras manda al cuerno a aquel que la hiciera enfadar, porque de pronto lo mío parecía así de grave.
Claro, ahora lo recordaba, Eris, Artemisa, Lupa, todas eran diosas y contra ellas me había levantado, me había enfadado y les había exigido, como si me debiera algo, pero no sabía la razón de mi exaltación, antes sentía miedo, pero ahora las veía como si fueran adolescentes que jugaban con la vida de los semidioses y tal vez yo también me estaba comportando de la misma forma con la vida de Alissa.
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PERSEA FORKS © - El Campamento Mestizo
FanfictionCuando Lyra Forks empieza una nueva vida como una semidiosa en el Campamento Mestizo, espera poder acostumbrarse a ello y aprender a controlar sus poderes, hace tan solo unos meses se había enterado de que era hija de Poseidón y ahora debe acostumbr...