SARA PRESLEY
Llevo dos horas intentando buscar a un puto detective que este dispuesto a ayudarme, pero todos me ponen un “pero” tan patético que ni siquiera ellos se creen esa excusa.
Ayer cuando llegue a la casa de Scott le comenté del desacuerdo que había tenido con Daniel y de como pasaron las cosas, ya saben, para desahogarme y me ofreció quedarme a dormir por esa noche, ya que caminar por su fraccionamiento era muy peligroso a obscuras.
Desde que me levanté, le avisé a Scott que iría a buscar ayuda, simplemente para tener ese papel que me da la autorización de entrar a dónde tienen todos los documentos. Pero ahora ya me duelen las plantas de los pies por tanto recordar está maldita oficina. He charlado con todos los que trabajan aquí y me han dicho cosas como: “Tengo mucho trabajo” “No tienes las pruebas suficientes que necesito” “No vale la pena”
Levanto un poco mi mirada y veo a otro chico al cual no le he preguntado.
Antes de que se dirija a su oficina lo detengo.
—¿Disculpe, me podría ayudar? Necesito de su ayuda para resolver un caso…—suplico mirando sus ojos.
—Veremos de que se trata. Pasa por favor.
Entro y tomo asiento en la primera silla que hay. El señor toma de igual manera asiento en su silla, junta sus manos para darme toda su atención.
Trago saliva comenzado a hablar. Le explique toda mi situación, desde que conocí a Elián hasta mis supuestas dudas acerca del “accidente”
De igual manera le conté de las personas que pudieran tener una ligera sospecha sobre su muerte y todo lo que me incomodaba, cuando termine de contar toda mi historia, sospechosos, cosas que no coinciden por lo que he investigado.
—Así que lo que podemos hacer es…—propongo planeando una idea perfecta para solucionar.
—Te puedes sentar, por favor—alza el tono de voz ocasionando que guarde silencio.
Claramente, cómo es de esperarse, no tomo asiento y sigo pie ahora cruzando los brazos.
—¿Cuando dices que paso el accidente?—pregunta con su bolígrafo en mano.
—Hace tres años—murmuro.
Avienta una carcajada.
—Mejor deja de perder tu tiempo—se coloca de pie para abrir la puerta—Es un caso imposible de resolver en ese lado de tiempo. Ya tu novio está más tranquilo en donde sea que esté —termina por empujarme a la salida.
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Cumpliendo Nuestras Promesas
Teen Fiction°°Segundo libro de la "Biología Artificial" Cuando caían gotas del cielo, estaba totalmente segura que me perdería en aquel aguacero. Y no hablo exactamente de la lluvia... 02-02-22 ese día las flores se marchitaron, los pájaros dejaron de cantar...