Etapa 18

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SARA PRESLEY

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SARA PRESLEY

Su padre, su puto padre se encargó de arruinar a su hijo de la peor manera que una persona se pudiese imaginar.

Estaba tan preocupada por Adam, se supone que nada más estaría una hora en la mansión de los Bonnet, pero terminó llegando a la 1:00 de la madrugada. Mi desesperación aumentaba a medida que pasaban las horas, tenía a Lottie a mi lado tratando de tranquilizar mis nervios, me ofrecía té caliente o gomitas para evitar la ansiedad, fue muy linda conmigo. Por otro lado, Scott estaba en la computadora organizando toda la información que encontramos durante el tiempo que trabajamos con Tom.

Con relación al inconveniente que tuve con Adam, o mejor dicho, la discusión que tuvimos en su oficina, me dejó bastante confundida ¿Él siente algo por mí? O simplemente las hormonas lo traicionaron, ahora, me sentía muy mal por confundirlo tanto, por hacerle creer cosas que yo no estoy lista de afrontar. Le conté a Lottie todo lo que había sucedido, tanto de mi pasado, cómo de mi presente, me escuchó con tanta atención que me sentí en un lugar seguro, ella me recomendó de la mejor manera ir a terapia, y por fin pude aceptar esa recomendación.

En cuanto llegó Adam, con sus ojos llorosos y rojos, sabía que había descubierto algo. Lo abracé con tanta fuerza y ahí es cuando soltó lo que había ocurrido.

Rompí en llanto, mis manos comenzaron a temblar sin control mientras que mi cabeza tenía la noticia tatuada allí. Scott me sostuvo a la vez que mis lágrimas bajan por mis mejillas, Lottie se encargaba de Adam, que de igual manera fue un golpe duro para él.

Su padre, su héroe, Elián lo amaba. Hacia lo imposible para mantenerlo orgulloso ¿Y todo eso para qué? Para que le haya arrebatado su felicidad. Adam se encargó de grabar toda la charla para así tener evidencias (claro, con permiso de Maggie) Todo empeoró cuando escuché que Maggie dijo: Su padre haría lo que fuera para separar a Elián de Sara.

De nuevo mi culpa, aunque yo quiera librarme, mi pasado jamás me lo permitirá…

—El problema es que no tenemos las pistas suficientes para entregarlo—menciona Lottie dejando el folder en la mesa.

Seguía en el pecho de Adam, el lamento aún está impregnado en mi alma, las lágrimas bajan despacio, mi cuerpo se siente débil de hacer tanto esfuerzo por sacar mi dolor. Mi mente me está traicionando, o, mejor dicho, me está matando con cada estúpido pensamiento.

—Lo sé, pero con la opinión de Maggie basta—dice Scott con esperanza.

Durante toda la noche no he dicho ni una palabra, me mantenía en silencio, al igual que ahora. Lo único que siento es el delicado cariño que está dando Adam en mi cabello, me mira de reojo para después limpiar una lágrima solitaria que resbalaba por mi rostro.

Limpio mis ojos con las mangas de mi suéter.

—No fue tu culpa, tesoro—susurra Adam cerca de mi oído.

Cumpliendo Nuestras PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora