DANIEL MOCTEZUMA
Llevo más de cuatro horas en el hospital, en cuanto llegue al departamento en donde la deje sana y salva vi a mi niña con un charco de sangre mientras su piel estaba pálida, más pálida que un fantasma. De inmediato Dixie le habló a una ambulancia mientras trataba de despertar a Scott con un poco de alcohol, más sin embargo fue imposible.Aplique presión directa constante y eleve la zona durante 15 minutos completos, pero a medida que pasaban el tiempo, la sangre empapaba el paño, después de unos minutos llegó la ambulancia.
Llevaron a Scott en una aparte ya que no había hemorragia de sangre, por otro lado me fui con Sara en la ambulancia, escuchaba a los paramédicos decir que había perdido mucha sangre y su tipo no era tan fácil de conseguir. Al llegar no tuve más información acerca de ella, entró al quirófano y de ahí los médicos se encargaron. De Scott estoy en la misma situación, solo me aviso uno de los enfermeros que tenía en la sangre drogas difíciles de controlar.
En estos momentos tengo un puto coraje dentro de mí, no sé lo que pasó exactamente, pero por cómo visualice nada bueno ocurrió, ese cabrón va a pagar, lo puedo asegurar, estúpido, sé que le hizo algo a mi Sara y si ella no logra despertar, juro por mi vida y por mi prometida, que en paz descanse, que ese idiota acabará en el infierno.
—¿Dan? Cariño, tienes que tranquilizarte—llega Dixie para sentarse a mi lado.
Toma mis manos captando mi atención.
—No podré estar tranquilo hasta que me den información de cómo está Sara…
Dixie recarga su cabeza en mi hombro.
—Logre que la señora Presley estuviera más calmada—informo—No paraba de llorar y lamentarse…
—¿Cómo está el señor Francisco?
En cuanto les llamé, llegaron de inmediato al hospital en donde no se han movido para nada. El señor Presley lloraba en silencio para no alterar más a su esposa que sentía una culpa que nadie podría hacerla cambiar de opinión.
—Los dos están en la capilla rezando para que Sara esté bien. Aun no entiendo que sucedió, D… Fue tan rápido…
Vuelve mi mente como vi a Sara.
—Fue ese estúpido con el que vivía, te lo puedo asegurar—suspiro mirándola—Y yo fui el culpable de todo.
—Dan…
Le entregue a Sara en bandeja de plata sin pensarlo, ese estúpido tenía otras intenciones con ella y yo jamás lo noté. Debí acompañarla, no dejarla a su suerte, ahora, por mi culpa, sigue sin despertar. No sé cuánto tiempo nos llevará más tener noticias de ella, pero les juro que si eso no sucede en menos de una hora, soy capaz de armar un escándalo para saber cómo está mi niña.
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Cumpliendo Nuestras Promesas
Teen Fiction°°Segundo libro de la "Biología Artificial" Cuando caían gotas del cielo, estaba totalmente segura que me perdería en aquel aguacero. Y no hablo exactamente de la lluvia... 02-02-22 ese día las flores se marchitaron, los pájaros dejaron de cantar...