EPÍLOGO

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Un hermoso día de invierno es lo que más me encanta en la vida, sentir el aire frío rozando mis mejillas y mirar el cielo de un tono gris espectacular

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Un hermoso día de invierno es lo que más me encanta en la vida, sentir el aire frío rozando mis mejillas y mirar el cielo de un tono gris espectacular. Esta noche saldría de viaje, me iba a Broadway para estar en la producción de una obra de teatro muy importante en la ciudad, cómo escritora de la obra tengo que estar presente para revisar si es producida correctamente. Claramente no puedo irme sin despedirme de mi mejor amiga, Isabel, aquella amiga que he tenido desde la secundaria, la cual ha sido mi mayor apoyo en mi vida.

Isabel, ella ha sido mi mayor impulso en esta vida, es una de las primeras personas en las que confiaría con los ojos cerrados. A lo largo de mi vida he vivido tantas decepciones por parte de chicas que se hacían llamar mis amigas, tantas traiciones que me dejaron llorando y preguntándome un: ¿Qué hice mal?

Pero la amiga que jamás me dejó sola, aun cuando estaba en mis peores momentos, fue ella. Isabel tiene el puesto bien merecido de ser mi mejor amiga.

Nuestra amistad es tan importante para mí y sobre todo sana, no hay envidias, engaños, celos, nada, solo somos dos chicas que se apoyan física y emocionalmente en cualquier aspecto.

Nosotras tenemos un lugar especial, es un parque que está en medio de nuestras casas, así que no se nos dificulta vernos. Está banca en la que estoy sentada, ha pasado por tanto, por lágrimas, gritos, emociones, absolutamente todo.

—¡Estefy!—esa voz capta mi atención. Isabel se acerca a dónde estoy saludándome de un abrazo—Perdon la tardanza, tenía cosas que hacer.

—No te preocupes, Isa. Me alegra que hayas venido. Hace tanto que no nos vemos.

—¡Lo sé!—reprocha—La escuela roba tiempo que a veces me olvido de que tengo vida.

—Te entiendo demasiado. Pero ahora estamos juntas, eso es lo esencial.

Sonríe.

—Asi que Broadway, interesante eh—cruza sus piernas.

Rio en voz baja.

—Siempre ha sido mi sueño...—menciono con nostargia.

—¡Lo sé! ¡Tú, Estefania Urzúa en Broadway! ¡Haciendo una obra de tu libro! ¡Incleible!

Emito una carcajada sonriendo.

He estado trabajando muy duro para lograr mis sueños, y ahora que me llamaron para colaborar en una obra de teatro de uno de mis libretos es impresionante.

—Prometo llevarte en cuanto se lleve a cabo—aseguro dándole un abrazo.

—Y yo estaría en primera fila para recordarte que siempre puedes cumplir tus sueños—se acomoda en la banca cruzando sus piernas—Ahora sí, cuéntame todo.

Cumpliendo Nuestras PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora