Del mismo club / Gavi

12. La comida

Pablo Gavi

Estábamos en el sofá hablando sobre el mundial, ese tema de conversación se convirtió en el habitual.

Valeria se fue, ya que tenía entreno y dijo que no le apetecía volver a salir de fiesta.

De repente, todos recibimos una notificación a la vez, y nos miramos todos extrañados.

Sacamos el móvil, y cuando lo leímos no pudimos evitar soltar un suspiro de alivio y sonreir.

La notificación era un whatsapp, pero no uno cualquiera. Era Luis Enrique, que mandó un mensaje a un grupo en el que estábamos todos los convocados al mundial.

Había una comida en dos semanas, para ir conociéndonos y hablar sobre el viaje.

25 de septiembre 2022

Había pasado una semana desde que nos enteramos que estábamos convocados para el mundial.

Mi mente estaba en el partido que teníamos esa tarde, contra el Real Madrid. Valeria no vendría, pero tenía su goma. 

Decidí jugar la primera parte sin la goma, y la segunda con ella. Tenía mis sospechas, y debía verificarlas.

Por la mañana fuimos al entrenamiento, y ahora estábamos comiendo en casa de Pedri, como siempre antes de un partido.

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- ¡Venga chavales que salimos! - gritó Xavi desde la puerta.

Salimos de vestuarios dándonos ánimos entre nosotros. No podía negar que estaba bastante nervioso, pero no por el partido, si no por darme cuenta de que mis teorías eran ciertas.

Llevábamos media hora de partido, y aunque estábamos defendiendo bien, el rival ya nos había metido un gol. 

La primera parte acabó con un 0-1. Todo el equipo se dirigió a vestuarios cabizbajos.

- No eh, no quiero esas caras - habló Xavi - hay que seguir defendiendo. Queda la segunda parte, ¡a remontar!

Antes de volver a salir al campo, me puse la goma de Val y la besé.

- Confío en ti - susurré.

Salimos al campo, y poco después Raphinha marcó, quedando 1-1 en el minuto 62'.

El árbitro pitó el final del partido, el cual ganamos 1-2 gracias al gol de Balde en los últimos minutos.

Mientras nos cambiábamos para irnos a casa, no paraba de pensar en las teorías. Tenía que contárselo a Val, necesitaba esa goma.

Llegué a la masía junto con los chicos. Ferrán y Eric dormían en la suya, Balde y Ansu igual, y Pedri vino a la mía ya que no la compartía nadie.

Estábamos en la cama tumbados con el móvil cuando unos golpes sonaron. Me levanté y abrí la puerta.

- Otra vez no - dije cuando vi a los cuatro chicos con sus pijamas en la mano.

- Venga va, lo pasaremos bien - contestó Balde entrando a la habitación.

- Ahora vengo - avisé y salí por la puerta.

Baje las escaleras y finalmente llegué a mi destino.

- Pablo, enhorabuena por la victoria - dijo Val nada más abrir la puerta.

- Venía a hablar de eso, ¿puedo pasar?

- Está bien, pasa.

Se apartó y me dejó paso. Cuando entré me quedé bastante sorprendido. Estaba todo limpio y ordenado.