3. Val

4K 121 12
                                        


Valeria

-  Oye - dijo Pablo.

- ¿Qué pasa? - me giré.

- Ya sé lo que quiero que me des - sonrió de lado.

- ¿Perdona? - le miré incrédula.

- Por lo de la chuleta.

- Ah, ¿el que?

- Que vengas al partido que tengo mañana.

- Ni de coña.

- Uy, me parece que tendré que decir que la chuleta era tuya, y sería una pena que te echaran del equipo, tengo entendido que es tu sueño - suspiré.

- Voy a un entrenamiento.

- Al partido.

- Entrenamiento.

- Partido.

- Entrenamiento.

- No estás en posición de negociar, Val.

- ¿Val?

- Si tú me llamas Pablo yo te llamaré Val - se encogió de hombros y sonrió.

- Te odio.

- Y yo a ti, por eso mañana irás al partido.

- Que no - negué.

- ¿De verdad quieres que me chive?

- Esto es un chantaje.

- Que si, esta noche te doy la entrada - guiñó el ojo y se fue.

Entré a la habitación y me duché. Salí y busqué algún vestido o algo de ropa para ir arreglada a la cena de esta noche.

Faltaban 5 minutos para las nueve por lo que cogí el bolso y salí de la habitación para dirigirme al comedor.


Pablo Gavi

Estaba en el comedor con Ansu y Pedri. Fuimos de los primeros, raro en nosotros, y poco a poco el sitio se iba llenando.

Se acercaban las nueve y aún faltaban personas por llegar, entre ellas Valeria.

Entró un gran grupo de chicas, la mayoría de voley, y empecé a recorrer el lugar con la mirada.

- ¿A quién buscas? - preguntó Ansu sacándome de mis pensamiento.

- A nadie - contesté rápido y le miré.

- Ey, ¿qué pasa? - se acercó Eric, dando su mano para saludar.

- Aquí, esperando al resto - respondió Pedri.

Fui el primero al que saludó, así que mientras saludaba a los otros dos miré si Valeria había llegado, y así fue.

Entró tímidamente y mirando a todos lados, levanté el brazo y cuando me vio se acercó.

- ¿Pablo diciendo que me acerque a él? Inesperado - dijo cuando estaba delante mío.

- No te flipes, te vi tímida y era para que no estuvieras sola - contesté - pero sino quieres adelante, vete.

- Que era broma tonto, gracias - se me escapó una sonrisa y ella lo notó - ya son las nueve, ¿cuando empieza?

- No tardará.

Nada más acabar de decir eso, el presidente del club entró, haciendo que todos aplaudiéramos.

- Gracias, gracias - habló - podéis sentaros todos. 

Del mismo club / GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora