Del mismo club / Gavi

25. Estoy lista

Valeria

- Te daré el tiempo que necesites - habló Pablo.

- No, no necesito que me des tiempo.

Se separó y me miró con el ceño fruncido.

- Pablo me gustas - posé mis manos en sus mejillas.

- Valeria no estás lista.

- Lo estoy - Pablo negó con la cabeza.

- El sentimiento es mutuo, eso está claro. Pero creo que aún no has superado esa situación. No estás lista Val.

- Pero...

- Yo solo quiero lo mejor para ti, y lo mejor es esperar. Dentro de un tiempo volvemos a tener esta conversación, y depende de cómo veamos la situación, lo hablamos.

- Lo siento - lágrimas volvieron a salir de mis ojos, pero Pablo las limpió enseguida.

- Ni se te ocurra decirlo, no es tu culpa - asentí con los ojos cerrados.

Pablo apoyó su frente sobre la mía, y segundos después me besó.

- Vamos a dormir, tienes que descansar.

Me iba a levantar pero Pablo me lo impidió, ya que se levantó agarrándome las piernas.

Rodeó toda la cama, hasta llegar al lado derecho.

Se inclinó hacia delante, cuando mi espalda tocó la cama, solté las piernas de la cadera de Pablo y me tumbé completamente en la cama.

- Buenas noches, Val.

- Buenas noches, Pablo - me dio un beso en la cabeza.

- - - - - - - -

Rayos de sol entraban por la ventana, obligándome a despertarme.

Di media vuelta sobre la cama, y cuando abrí los ojos completamente me di cuenta de que faltaba alguien.

Cogí el móvil y vi la hora, eran las 11:42 de la mañana ¿tanto dormí?, pensé.

Quité el modo avión y la primera notificación que recibí fue de Pablo.

Buenos días imbécil, esta tarde tenemos el primer partido así que estaremos toda la mañana entrenando. Nos vemos a la hora de comer.

Buenos días gilipollas, me acabo de despertar, mensaje recibido respondí.

Nos llamábamos así entre nosotros por como nos conocimos.

Cuando me tiró la compra al suelo le llamé gilipollas, y él me llamó imbécil.

Cuando hablábamos en persona no nos llamábamos así, solo por teléfono.

De hecho, yo le tenía agregado como gilipollas y él me tenía agregada como imbécil.

No me molestaba para nada que me llamara así, todo lo contrario.

Después de responder su mensaje continué leyendo el resto de mensajes.

Tenía más de cien mensajes de un grupo llamado The Sexy Girls.

Entré en el grupo y vi que no tenía ningún número agregado, solo el de Pablo.

Ahí fue cuando me acordé que Pablo me dijo que me metería en el grupo de los chicos.

Empezé a leer el grupo y no pude evitar soltar una carcajada de vez en cuando.

Entré en información del grupo, y empezé a agregar a todos, guiándome por las fotos de perfil.