Del mismo club / Gavi

33. Mi culpa

Pablo Gavi

- Vamos Titi, llegaremos tarde - dije sacudiendo a la chica que dormía sobre mi pecho.

- ¿Que hora es? - preguntó con voz dormida, aún sin abrir los ojos.

- Las seis y media - contesté mirando el móvil, que estaba sobre la mesita.

- Agh, es muy pronto - se quejó dando media vuelta.

- Tardas mucho en arreglarte, te conozco - le abracé por la espalda. 

- Ya voy - dijo arrastrando la o.

Finalmente se levantó de la cama y fue al baño. Minutos más tarde escuché el agua correr por lo que significaba que ya estaba en la ducha.

Valeria

Salí de la ducha, enrollé una toalla a mi cuerpo y otra en mi pelo y salí del baño.

- Dices que me espabile pero tu sigues ahí tumbado - dije acercándome a la cama, donde seguía tumbado.

- La diferencia es que tu tardas tres horas y yo en cinco minutos ya estoy - contestó.

- Eres un exagerado - le miré con mala cara y me senté en el filo de la cama.

- Si claro, por eso llevas una hora en la ducha - rodó los ojos.

- ¡Hala! 45 minutos, lo ves como eres un exagerado. Venga tira para la ducha - me levanté de golpe.

- Voy, voy.

Finalmente se levantó de la cama, cogió la ropa y entró al baño.

Mientras Pablo se duchaba yo busqué que ropa ponerme.

Al final me decanté por un vestido negro de tirantes, aunque era noviembre en Qatar hacía mucha calor. 

Justo cuando me lo acabé de poner Pablo salió del lavabo.

Nos quedamos mirándonos, observaba cada detalle de él.

- Pues al final vas a estar guapo y todo - hablé rompiendo el silencio.

Llevaba una camisa negra y un pantalón del mismo color.

- Siempre lo estoy, no lo niegues - sonrió con superioridad y yo rodé los ojos.

Pablo caminó hasta quedarse a centímetros de mi.

- Como te pongas ese vestido te lo quito en cuanto lleguemos a la habitación - dijo antes de posar sus manos en mi cuello y darme un corto beso en los labios.

Se separó, aún con las manos en mi cuello, y yo seguía con los ojos cerrados. Suspiré y apoyé mi frente en su barbilla.

Ambos sabíamos lo que queríamos, pero no era posible.

Era increíble como hace unas semanas no podía ni mirar a este chico, y ahora nos besábamos, y todo por culpa de esa foto y de ese contrato. 

Le abracé por la cintura y él rodeó mi cuello con sus brazos.

Sin darme cuenta, empecé a llorar.

Pablo se dio cuenta y me abrazó más fuerte.

- Lo siento - dije y él negó con la cabeza - todo es mi culpa.

- No, no digas eso Valeria - contestó.

Me separé y le miré a los ojos.

- Me gustas Pablo.

- Tu también me gustas Valeria.

- Lo ves, ambos nos gustamos, ahora podríamos estar en una relación pero por culpa de mis tonterías no podemos - lágrimas no podían parar de salir.

- Lo que te pasó con ese chico no es ninguna tontería - sentenció firme.

- Pasó hace tiempo, lo tengo superado, de verdad.

- ¿Segura? - me miró con los ojos abiertos.

- Te lo juro - sonreí y él limpió mis lágrimas.

- Me alegro mucho Val, pero mejor vamos poco a poco. Dejemos que todo fluya ¿si?

Asentí con una sonrisa triste, fingiendo que estaba todo bien cuando lo que más quería en ese momento era abrazarle y no soltarle nunca.

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Holaa, siento que los capítulos sean tan cortos, pero es para ir subiendo más a menudo!

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