20. Caja de sorpresas

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Valeria

Llevaba dos minutos paseando y ya tenía a muchos periodistas rodeándome.

No paraban de hacer preguntas, pero como las hacían en inglés no entendía nada.

Me estaba empezando a agobiar, no me dejaban caminar.

La única palabra que entendía era "photo", supongo que hablarían de la foto de Pablo.

Intenté salir de entre los periodistas y cuando lo conseguí aceleré el paso hasta llegar al hotel.



Pablo Gavi

Estábamos todos en las hamacas tomando el sol, estábamos disfrutando de las últimas horas de relax antes de empezar los partidos.

Pedri propuso ir a la sala de juegos, donde había una play, billar, futbolín y muchas cosas más

Algunos dijeron que no, ya que preferían ir a descansar para el entrenamiento que nos esperaba al día siguiente.

Pero yo y unos cuantos más fuimos.

Íbamos por la tercera ronda del Uno, cuando alguien tocó la puerta muy fuerte.

- Piedra, papel o tijera. Un, dos, tres ¡ya! - gritó Pedri.

- Vaya puta mierda de juego, no se para qué jugamos si siempre acabo perdiendo yo - dije desesperado.

Me levanté del sofá y abrí la puerta.

- Ho-

- ¿Dónde hay una sala grande que esté vacía? - preguntó Val interrumpiéndome.

- No lo sé - contesté confuso, mientras miraba la bolsa que colgaba de su hombro.

- Joder - suspiró y se giró para irse.

- Espera - grité y se detuvo - puedo preguntarle al míster.

- Genial, pues cuando sepas dónde hay una me avisas.

- No, tú vienes conmigo.

Val suspiró y fuimos en busca del míster.

- ¿Para qué quieres una sala grande? - pregunté.

- Necesito entrenar.

- ¿Enserio? ¿No puedes estar un mes sin jugar al voley?

- No, no voy a jugar al voley.

- ¿Entonces?

- Tengo más actividades aparte del voley.

- ¿Cuáles?

- Hago ballet.

Me detuve y le miré sorprendido.

- ¿De verdad haces ballet? - pregunté y ella asintió.

Divisé al míster en una mesa en el comedor así que avisé a la chica.

- Luis, ¿sabes si hay una sala grande y vacía? - preguntó Val rápidamente.

- Hay una al lado de la sala de juegos - contestó.

- Genial, gracias - dijo Val.

Cuando iba a entrar a la sala de juegos, Val me cogió por la muñeca.

- ¿Vienes? - preguntó.

- Emm... S-si claro - contesté sorprendido.

Me extrañó mucho que Val me ofreciera ir, pero acepté.

- Supongo que es esta puerta - dije abriéndola.

- Bingo - habló Val al ver la enorme sala donde estábamos.

Me senté en un sofá que había, era pequeño y estaba en una esquina.

Val puso su mochila en el suelo y empezó a sacar cosas.

Sacó unos pantalones cortos negros, y un top del mismo color.

- ¡Valeria! - grité mientras me tapaba los ojos con la mano.

- ¿Que pasa? - preguntó confusa.

- ¿Que qué pasa? ¿Te estás viendo?

Se estaba quitando los pantalones.

- Solo me estoy quitando los pantalones, puedes mirar - rió.

Me quité las manos de los ojos despacio.

Oh no... ¡Se estaba quitando la camiseta!

- ¡Joder Valeria! - volví a gritar apartando la mirada.

- Pablo - rió aún más fuerte - puedes mirar, de verdad que no pasa nada.

- Estás en ropa interior Valeria.

- Déjate de gilipolleces y mírame.

Suspiré y le hice caso. Mi mirada iba directa a sus ojos.

No puedo negar que me hubiera gustado bajar la mirada, pero iba a respetarla.

- Es como si estuviera en bikini, no pasa nada. Además, ni que nunca hubieras visto a una chica en ropa interior - dijo mientras se ponía la ropa que sacó de la bolsa.

- Las veo más sin ropa, directamente - sonreí pícaro.

- Pablo - me miró seria.

Sacó un altavoz y unos zapatos rosas de la mochila y puso música en el altavoz mientras se ponía los zapatos.

- Nunca he visto esos zapatos - dije.

- Se llaman puntas, Pablo - suspiró mientras empezaba a estirar.

- No sabía que haces ballet.

- Hacía. Estuve desde los 3 años hasta los 12 en un conservatorio, pero lo tuve que dejar.

- ¿Porque?

- Me caí del patinete eléctrico, el que no tiene manillar ni nada de eso. Estuve dos años yendo de médico en médico y aún así ninguno supo decirme que lesión tengo, solo saben que es algo del mensico.

- ¿Y por eso tuviste que dejar ballet?

- Si, me dijeron que era mejor un deporte en el que hubiera más movimiento y el volley siempre me llamó la atención, así que aquí estoy.

- ¿Y si no puedes hacer ballet porque lo sigues haciendo?

- No lo hago siempre, solo cuando estoy agobiada o me siento mal. A mucha gente lo único que nos calma en esas situaciones es sentir dolor. Algunos llorar, otros se autolesionan y yo bailo ballet.

- ¿Entonces te sientes mal o estás agobiada?

- Cuando salí a dar una vuelta muchos periodistas me acorralaron y me empezaron a hacer preguntas en inglés.

- Joder Val, la próxima vez doy la vuelta contigo, y me da igual que no quieras - le amenacé - ¿me has oído?

Val me ignoró y puso otra canción.

Empezó a bailar.

Lo hacía increíble, ella era increíble.

Esta chica era una caja de sorpresas y eso me encantaba, cada día descubría una cosa nueva sobre esta chica.

No conocía gran cosa sobre el ballet, pero Val lo hacía perfecto.

Lo hacía con tanta delicadeza que parecía que se iba a romper en cualquier momento, era perfección.

Estaba hipnotizado mirando como Val giraba cuando escuché como la puerta se abría.

- - - - - - - - -

Holaa, aquí está un nuevo cap.

Siento decir que la semana que viene me voy de vacaciones con unas amigas, por lo que no podré subir ni escribir nada.
Espero que lo entendáis <3

No olvidéis comentar y votar, gracias por leer ❤️

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