Del mismo club / Gavi

18. Nunca digas nunca

Valeria

Me interrumpió una llamada, que provenía del teléfono del chico.

- ¿Que pasa? - preguntó Pablo cuando cogió la llamada.

- Eso, tu ignórame - dije irónica.

- Vamos - Pablo me hizo una señal para que le acompañara fuera.

- ¿Ahora si quieres que salga?

- Val vamos, no es ninguna tontería.

Estaba serio, parecía que era importante por lo que le hice caso.

- Si, estamos bajando - Pablo siguió hablando por teléfono.

Bajamos las escaleras hasta llegar a una pequeña terraza que había entrando por la cafetería.

Todas las mesas estaban vacías, todas menos una.

Luis Enrique estaba sentado levantando el brazo, hasta que captó nuestra atención.

- Vamos - dijo Pablo, y me cogió por la muñeca para llevarme a la mesa.

- Chicos, tenemos que hablar - dijo Luis mientras Pablo y yo tomábamos asiento.

- ¿Es por la noticia esa? - pregunté.

- Si, veo que ya la habéis visto - Pablo y yo asentimos - resulta que de tantos videos que se han filtrado tuyos - señaló a Pablo - te están diciendo de todo por las redes sociales.

- Tampoco es para tanto - se intentó defender Pablo - no me lío con mil tías en un noche.

Sabía perfectamente que Pablo era de ese tipo de chicos, pero una parte de mí pensaba que conmigo sería diferente.

Que ilusa.

- Un pajarito me ha dicho que nos os lleváis especialmente bien - asentí - pero ahora sí que tendréis que ser amigos, o al menos fingirlo, hasta que se calmen las cosas.

- ¡Sí hombre! No pienso ser su amiga, ni fingirlo.

- Hazlo por él - dijo Luis refiriéndose a Pablo - que vean que es amiga de una de esas chicas, así no lo tratarán de mujeriego.

- Yo no soy ninguna de esas - me crucé de brazos.

- Déjanos solo Pablo, por favor.

El chico hizo caso y se alejó.

- Valeria, sé que Pablo no es un chico fácil de llevar - negué con la cabeza - puede parecer una roca pero es totalmente lo contrario. Ese chico es un amor, dale una oportunidad. Publicar fotos juntos, hacer planes juntos... Cuando acabe el mundial y volvamos a España todo estará más calmado.

- No sé si por ser su amiga cambiará la cosa.

- Por probar no perdemos nada - suspiré - sé que eres una buena chica Valeria, sé que puedes conseguir que Gavi deje de ser así con las chicas.

- Lo intentaré, pero no prometo nada - acepté.

- Genial, muchísimas gracias Valeria - se levantó y me dio un abrazo - voy a decírselo a Gavi. Quedaros aquí que en un rato bajo para daros una cosa.

Luis se iba alejando, hasta que se paró, se dio media vuelta y se acercó a mí.

- Un consejo, deja de tener miedo por sentir - le miré extrañada - no sé nada de tu vida, eso es verdad, pero si sé que entre vosotros puede pasar algo muy bonito. Y oye, quién sabe, quizás al pasar tiempo juntos...

- No, Pablo y yo nunca seremos novios.

- Nunca digas nunca - guiño un ojo y sonrió.

Se alejó de mi y se acercó a Pablo.

Me quedé pensativa en eso que dijo Luis, ¿miedo a sentir? No, eso no era así...

Poco después Pablo se sentó en la silla que tenía delante.

- ¿Yo iba a ser otra más no? - pregunté.

- ¿Otra más de que?

- Te ibas a liar conmigo y luego me ibas a dejar ahí.

- No...

Se notaba que estaba mintiendo.

- Te juro que no. No puedo negar que te intenté besar, eso lo sabemos los dos - asentí - en ningún momento quise que solo fueras un lío más.

- ¿Debería creerte?

- Vamos Val. Si solo fueras un lío más hubiera intentado volver a besarte, y no lo he hecho.

Me quedé callada, no supe que decir.

No sabía si estaba diciendo la verdad, no sabía que hacer ni que creer.

- Gracias - dijo y le miré con el ceño fruncido - por ayudarme.

- Con una condición.

- ¿Cuál?

- Que no vuelvas a tratar a una chica de esa manera.

- ¿De qué manera?

- Que te líes con ella y la dejes ahí plantada.

- Soy famoso, no me puedo arriesgar.

- Pues al menos no te líes con cinco en una noche.

- Lo intentaré, por ti.

Pablo Gavi

Estaba apoyado en una barandilla mientras observaba el paisaje.

- Ha aceptado - habló Luis a mis espaldas y yo me giré.

- ¿Enserio? - pregunté sorprendido.

- Que sepas que me debes una chaval.

- Gracias míster - le abracé fuerte.

- Bue..no ya es...tá - dijo con dificultad, ya que le estaba ahogando por el abrazo.

- Yo ya he hecho lo que he podido, ahora te toca a ti actuar.

- Lo haré - sonreí.

- No la líes eh, y no le hagas daño. Se nota que es una buena chica.

- No la liaré, puedes estar tranquilo.

- Ves con ella, ahora vuelvo.

Asentí y fui donde estaba Val.

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Madre mía, ¡pedazo capítulo! Parece ser que han llegado a un acuerdo y finalmente serán amigos.
¿Que podría salir mal?

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