Pablo GaviEstaba hipnotizado mirando como Val hacía piruetas cuando escuché como la puerta se abría.
Miré y vi a los chicos asomados mirando, así que les hice una señal para que entraran.
Entraron silenciosamente y Pedri, Ansu y Balde se sentaron en el sofá y el resto en el suelo.
Val estaba tan concentrada en el baile, que no se dio cuenta de que los chicos estaban allí.
Val miró a un punto fijo, cogió aire y empezó a girar sin ton ni son.
Giraba y giraba, mientras se daba impulso con su pierna derecha.
Todos abrimos la boca de par en par, era increíble lo que estaban viendo nuestros ojos.
La música acabó y ella dejó de girar para tumbarse en el suelo y respirar rápidamente.
Los chicos empezaron a aplaudir y a gritar mientras yo seguía con la boca abierta sin saber que hacer ni que decir.
Val se incorporó, quedando sentada en el suelo, mirando a los chicos mientras sonreía.
- ¿Que hacéis aquí? - preguntó.
- Estábamos en la sala de juegos y hemos escuchado música. Hemos abierto esta puerta y te hemos visto bailar - explicó Ansu.
- Nos hemos quedado a verte, no nos podíamos resistir - dijo Pedri.
- Me flipa esas vueltas que has hecho - habló Balde ilusionado - ¿cómo se hacen?
Balde se levantó y le extendió la mano a Val para que se levantara, y ella le correspondió.
- Se llaman pirouettes - respondió Val.
Balde estuvo unos minutos intentando hacer las vueltas pero no conseguía hacer bien ni la posición de los brazos.
- No tiene que ser tan difícil - dijo Ansu.
- Pues ven y pruébalo tú - se defendió Balde.
Todos se levantaron y fueron donde estaban Val y Balde.
Yo decidí quedarme sentado en el sofá mientras me reía del espectáculo que estaba viendo.
Ver eso me causaba mucha risa, así que saqué el móvil del bolsillo del pantalón y grabé disimuladamente.
A los 10 minutos Pedri consiguió dar una vuelta.
- ¡Muy bien! - gritó Val.
Pedri quería conseguir hacer dos vueltas, pero por más que lo intentaba solo conseguía dar una.
- ¿Pero qué coño pasa? ¿Que hago mal? - dijo desesperado.
Yo seguía grabando, esto no podía quedar en el olvido.
No llevábamos ni veinticuatro horas en Qatar, y ya teníamos mil anécdotas que contar.
- Estas haciendo mal el pie de apoyo - explico Val - tienes que apoyar el talón en el suelo justo cuando cojas impulso.
Pedri lo intentó algunas veces más y finalmente consiguió dar dos vueltas y media.
Los chicos empezaron a gritar eufóricos mientras cogían a Pedri y lo lanzaban por los aires.
Yo no podía dejar de reír, al igual que Val. Me levanté del sofá y me acerqué a ella.
- Lo haces increíble, es una pena que ya no puedas hacer ballet - le dije a la chica.
- Lo sé, siempre será un sueño frustrado - habló con la voz triste.
Le sonreí y pasé mi brazo izquierdo por su hombro, acercándola a mi.
Ella apoyó su cabeza en mi hombro y yo le di un beso en la cabeza.
Cada segundo que pasaba con ella sentía que estábamos más agusto y que poco a poco estábamos cogiendo confianza.
Los chicos dejaron a Pedri en el suelo, y empezaron a hablar mientras Balde nos miraba con una mirada pícara.
Yo negué con la cabeza mientras sonreía, y Val se rió nerviosa.
- Valeria, baila otra canción - suplicó Eric.
- Claro, sin problema - Val aceptó.
- Pero solo una más, que sino después le dolerá la rodilla - dije mientras me separaba de ella.
Nos volvimos a sentar donde estábamos antes mientras la chica buscaba alguna canción en el móvil.
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- Oye Val, ¿no crees que deberías aceptarme en insta? - pregunté - quiero decir, ahora que tenemos que ser amigos es raro que no nos sigamos.
Val y yo estábamos en la habitación preparándonos para dormir.
Estuvimos toda la tarde con los chicos jugando y hablando, estábamos muy cansados.
- Si, está bien - contestó Val - mañana te acepto.
Asentí y me tumbé en la cama boca arriba, al igual que Val.
- ¿Sabes que? - habló - creo que no es una idea tan mala el ser amigos.
No pude evitar sonreír.
- Te lo dije, solo me tenías que dar una oportunidad - dije.
- Si, tenías razón.
- ¿Valeria Rodríguez me acaba de dar la razón?
- Deja de ser tan tonto - reímos - siento ponerte las cosas difíciles al principio, me cuesta confiar, sobretodo en los hombres.
- Lo entiendo, no soy un chico fácil de llevar. Y puedes estar tranquila, en mi puedes confiar.
- Creo que me voy a olvidar del contrato y al final seremos amigos de verdad - sonrió.
- Estoy seguro de que será así.
Val se tapó hasta la cintura con las sábanas y suspiró.
- Buenas noches, Pablo.
- Buenas noches, Val.
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Holaa, he vueltooo. Después de una semana de vacaciones ¡¡aquí está un nuevo capítulo!! Espero que os guste.
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Del mismo club / Gavi
FanfictionValeria, una chica que se muda a la Masía gracias a una beca que le ofrece su deporte favorito, el voleyball. ¿Conseguirá entrar en el equipo de voley del FC Barcelona?