16. Bellos durmientes

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Pablo Gavi

- ¿Cuántos años tienes? Venga, dímelo. Ni que tuvieras 87 - insistí a la chica.

Llevábamos cinco minutos volando, y ya le había hecho unas 52 preguntas.

- Dios, en qué momento he aceptado sentarme contigo - se quejó reclinando su cabeza en el asiento.

- Que sí que sí, ¿pero cuántos años tienes?

- 17 pesado - contestó.

No me dejó preguntar nada más, ya que sacó sus auriculares del bolsillo de la chaqueta y se los puso.

Intenté ver la pantalla del teléfono para ver que canción estaba escuchando, pero lo intento fue en vano, ya que puso el móvil boca abajo.

Le toqué el hombro y ella se giró mirándome mientras paraba la música desde mi teléfono.

- Dime - dijo.

- ¿Te caigo mal? - pregunté directo.

- ¿Qué? - frunció el ceño.

- Que si te caig-

- Sí sí, te he entendido - asintió con la cabeza - ¿Tú crees que si me cayeras mal estaría aquí?

Me quedé pensativo, la verdad que tenía lógica.

Me encogí de hombros y dirigí mi mirada al asiento de delante.

- ¿Te pasa algo?

Su mano tocó mi hombro, y yo me giré inmediatamente, sonrojándome.

- Eh... No, no - hablé trabándome.

- ¿Quieres un casco? - preguntó dubitativa.

- ¿Qué escuchas?

- Un poco de todo, pero principalmente a Coldplay, es mi banda favorita.

- Trae pa' acá - dije refiriéndome al casco.

Val sonrió levemente y me lo dio.

- En realidad no me molesta tanto que me llames Val - dijo en voz baja, pero conseguí escucharla.

- Y a mí que me llames Pablo, nadie me llama así y eso lo hace especial.

Reímos levemente y volvió a poner la música. Sonaba Viva la Vida de Coldplay.

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- Vengaaa... Hemos llegado bellos durmientes.

Llevaba escuchando a Pedri unos cinco minutos, pero me daba pereza abrir los ojos.

Val tenía su cabeza apoyada en mi hombro y mi brazo estaba rodeando su cintura. No sé cómo habíamos llegado a esa posición, pero era lo que menos me importaba.

Entonces fue cuando sentí agua fría recorrer todo mi cuerpo, así que abrí los ojos de inmediato.

- ¿Pero tu eres gilipollas o te lo haces? - grité.

- Si os queréis quedar en el avión adelante, sois los únicos que faltáis por bajar.

Miré por todo el avión y comprobé que lo que dijo el canario era cierto, éramos los únicos que quedábamos.

- Ey Val, despierta - dije intentando moverla.

- Mhm... - se quejó.

- Ya hemos llegado, despierta si no te quieres quedar en el avión.

- ¿Qué? - gritó alarmada y yo solté una carcajada - deja de reírte y levanta.

Se levantó y yo aparté mis piernas para que pudiera pasar, ya que ella se situaba en el asiento donde estaba la ventana.

Cogió su maleta, y lo que me sorprendió, también cogió la mía.

- Venga vamos, levanta - dijo cogiendo mi mano y estirándola hasta que me levanté.

Salimos del avión y nos reunimos con la selección y sus acompañantes.

Paseábamos por el aeropuerto para llegar a la salida, donde nos esperaba el autobús.

De repente un montón de periodistas se acercaron, y eso no iba a beneficiarnos ni a Val ni a mí.

Valeria

Estábamos casi en la salida cuando de repente un montón de flashes de cámaras me deslumbraron.

Me asusté y dirigí mi mirada a Pablo, al igual que él.

No me hizo falta hablar para que Pablo se diera cuenta de cómo me sentía, y rodeó mis hombros para dirigirme entre la multitud.

Ese momento, ese movimiento que lo cambiaría todo, pero nosotros no pensamos en las consecuencias.

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Holaa, siento que este cap. sea un poco corto, pero tenía muchas ganas de subirlo. Como ahora estaré más activa y subiré más a menudo, los capítulos serán un poco cortos, espero que lo entendáis.

No olviden votar y comentar, gracias por leer ❤️

*algunas partes de este capítulo están inspiradas en la historia de @thearcheeer*

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