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Deseaba saber más de ella, intento buscarla sabía que no sería difícil ya que su nombre no era de lo más común, odiaba las redes sociales más cuando su vida se hizo demasiado publica, pero al ver que no había nada de ella en internet decidió abrir su cuenta que mantuvo abandonada por mucho tiempo, la busco y dio con ella, un perfil sin nada relevante una sola foto de ella sonriente, por Dios como podía ser tan bella, como podía verse tan radiante parecía tan irreal; sabía que si se lo proponía podía saber su vida completa pero la idea la desecho ya que no era muy ético de su parte, cubrió su rostro con sus manos no entendía nada, un par de veces escucho de ella incluso le recomendaron hacer inversiones con ella sobre todo Ramírez, él fue quien le hablo por segunda vez de ella y en ese momento no lo vio con gran relevancia, aunque Ramírez hablo excelentemente bien de ella y ahora tenía la espina de verla de ver que tan cierto era lo que hablaban de Alana tenía que ser solo su belleza que tenía deslumbrado seguramente a más de uno incluido a Ramírez y de pronto eso le dio coraje, conocía a Ramírez un tipo prepotente que buscaba una buena falda para un rato y ayer recordó verlo, ver como la miraba

- A ella no – se dijo; tomo el teléfono y llamo a Ramírez tenía que concretar algo con ella aunque aún no sabía que... no sabía que ella podría cambiarle la vida de mil maneras.

Salió apresurada de su casa para ir al trabajo uno que se obligó a tomar para mantener un bajo perfil, nadie sabía que ella hacia negocios y ganaba muy bien de ellos, invertía dinero, dinero que le llego por medio de una herencia, herencia que se negó a tomar hasta que su situación la hizo cambiar de opinión debía cambiar su vida... sus vidas, desde que se separó de ese hombre cruel sabía que tenía que hacer un cambio total que ahora era ella sola contra él y contra quien fuera, a veces no le gustaba tener que reunirse con hombres y cerrar inversiones pero en ese ambiente solo pululaban hombres, hombres como Ramírez que tenía que aguantar; no era tonta sabía que ellos la miraban como <<algo>> que podían tomar así que solo le quedaba poner buena cara y cerrar tratos, tratos que le beneficiaban económicamente claro, pero para no despertar interés de más en el hombre que tanto la daño tomo un trabajo en una oficina, ante él era la pobre mujer que estaba intentando salir adelante de sin él, aun le dolían sus palabras donde le dijo que sin él jamás seria nadie, que sin él no podría salir adelante así que tomo lo que le dejaron y se adentró en las inversiones poco tiempo le fue suficiente para aprender a cerrar negocios, gracias a su mentor Carlos papá de su mejor amiga y quien falleció en un accidente; ella fue quien le dejo sus ahorros y de ahí comenzó poco a poco hasta ser lo que hoy era, su nombre lo mantenía por muy bajo ya que no quería figurar de más, si él se enteraba seguramente intentaría algo para acabarla y suficiente tenía ya con todo lo que había vivido.

Era una mujer preparada hablaba varios idiomas así que no le costó entrar en aquella empresa, era asistente de un accionista mayoritario en una torre de arquitectos que se dedicaban a construir hoteles y restaurantes en varias partes del mundo y después los vendían a empresarios como Gael, a quien ayer conoció por medio de Ramírez, aunque él no estaba dentro de su cartera de clientes; su trabajo le convenía de ese modo conocía gente que a su vez le presentaban a los empresarios más importantes y con quien podía invertir; Carlos además de ser su mentor en todo esto era su abogado y con su ayuda ya había ganado mucho dinero.

Raúl Arciniega su jefe le tenía buen estima, sabia su situación dado que el antes de contratar a alguien los investigaba claro todo con autorización de los candidatos así que Anala acepto y se adelantó a los hechos así que Raúl era consciente que ella invertía con algunas personas importantes y estaba agradecido ya que con su ayuda el logro ampliar su cartera de clientes y su empresa se iba posicionando en la más importante constructora del país, en sus planes no estaba hacer negocios con Gael que si bien estaban dentro del mismo mercado ella no estaba interesada en sus formas, conocía muy poco de Gael o mejor dicho toda la prensa amarillista que se hablaba de el más nada; se decía entre la gente de negocios que era muy frio, calculador, incluso con algunos arrogante, pero nadie podía decir que era buena persona, si muy buen inversionista le temían ya que muchas veces cerraba tratos con un porcentaje mayor al esperado, siempre ganaba y ganaba muy bien, sabia jugar sus cartas, sabía hablar, sabía lo que trabajaba y como lo trabajaba su conglomerado estaba entre los 3 mejores.

- Señorita Álvarez – llamo su jefe mirándola entusiasmado

- Dígame señor Arciniega - se anunció ella cerrando la puerta detrás de si

- Tome asiento, creo señorita Álvarez que llego nuestro momento de hacer negocios – enarco ella una ceja sin comprender al señor maduro que se encontraba del otro lado del escritorio con una gran sonrisa

- A que se refiere señor...

- Ramírez nos concretó una cita con el señor Covarrubias, que por cierto usted no me menciono que ayer lo conoció – ella miro fijamente a su jefe aclarándose la voz

- Yo ... yo bueno solo nos presentó Ramírez en aquel restaurant no me pareció relevante

- Bueno en fin, tenemos una cita mañana a las 5 nos envió unos documentos con lo que busca, tenemos que tener sumo cuidado él es un tanto especial con sus negocios y si deseamos cerrar este contrato podríamos ser su constructora principal, así que no espero menos de usted que lo que ha venido haciendo - se levantó de su asiento para tomarle los documentos a su jefe

- Así será señor Arciniega

- Mañana la espero con la información y la necesito lista para esa reunión entendió – asintió ella para salir inmediatamente de la oficina de su jefe

Lo que le faltaba una reunión con aquel hombre que ha estado pensando desde la noche anterior.

Ramírez lo convenció de reunirse con una de las mejores constructoras, si podía cerrar ese trato tendría una constructora directa para crear hoteles y restaurantes para posteriormente vender a grandes cadenas o a empresarios interesados en generar mayores ganancias, esa era su forma, tenía solo 19 años cuando tomo el mando del conglomerado; su madre estuvo en coma por 5 años después del accidente que tuvieron sus padres, en el cual falleció Julio su padre; desde ese momento tuvo que tomar responsabilidades que no debería haber tomado un adolescente, a su hermana la hizo a un lado no sabía quehacer con ella, así que la ama de llaves se hizo cargo de ella, de estar al pendiente; el conglomerado, el fallecimiento de su padre, su madre en coma simplemente su hermana desapareció para él.

Y ahora cargaba con un gran peso, cargaba con el desprecio de su hermana, con la desilusión de su madre, o eso el creía ya que Elia su hermana trababa de tener una mejor relación con él, con haber casi perdido todo por una mujer despiadada, a veces tenia pesadillas con ella, otras deseaba matarla con sus propias manos, su recuerdo era algo tormentoso, otras veces deseaba avanzar, continuar con su vida. Pero como hacerlo, como podía abrirse a todo aquello que le brindaba la vida, a su madre aun no podía verla a la cara. Pensaba que no había castigo suficiente por haber hecho sufrir de ese modo a su familia, a las 2 personas que tenía que proteger, velar por ellas y ahora se desvivía por ellas aunque aún alejado, no quería hacer su vida más grises ese par de mujeres merecía vivir una mejor vida.

Sonaba su teléfono era Elia

- Hola Gael que tal te encuentras hoy – pregunto la hermana pequeña que aunque ya era una mujer que logro rehacer su vida con un excelente hombre, el la seguía viendo como esa niña a la cual dejo indefensa.

- Bien Elia – dejo salir un suspiro lastimero

- Pues no se te oye bien Gael, porque simplemente no te abres

- Como lo hago, no es fácil todo esto – sonó su grave voz en un hilo apenas audible, tocándose el puente de la nariz cerrando los ojos evitando a toda costa volver a esos recuerdos tan tormentosos

- Gael no es justo que sigas viviendo así, si bien sé que nuestra relación aun no es la mejor pero de verdad yo te quiero Gael y necesito a mi hermano

- No es justo que te arrastre a mi vida Elia, tu, mamá son todo lo que me queda – oírlo así le dolía, sabía que su hermano sufría, sabía que el aún se culpaba, que no quería vivir y le dolía,

- Hablando de mamá ella también está preocupada me comento que aún no puedes ni siquiera responder a sus llamadas –claro que deseaba hablar con su madre, poder pedirle perdón pero simplemente no sabía como

- Pronto hablare con ella te lo prometo ranita.

Vacío (Actualización los Viernes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora