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Ella paso saliva, el abrió la puerta. Ambos ingresaron se prendió una luz tenue que apenas si alumbro aquella sala. El saco una botella de vino y tomo dos copas, ella perdió la vista en aquel enorme ventanal
 - En qué piensas Anala -por fin se rompió aquel silencio tortuoso
 - Francamente Gael no sé que pensar –le tendió una copa de vino y ella ingirió el líquido volviendo la mirada en la ciudad que se podía admirar desde ese piso 
- Ven –poso su mano junto a él en aquel sofá, ella obedeció y se sentó junto a aquel hombre que cuando creía conocer algo hermoso de él, él se volvía frio, distante y volvía a ser aquel hombre vacío
 - Gael. Solo dilo
 - Decir que Anala –la miro derrotado, aparto la vista de esos ojos marrones y paso una mano por su rostro 
- Pues eso que no te atreves a decir –intentaba no llorar. No frente a él
 - Anala –tomo aire-, ¿Quién eres?
 - Una mujer que busca mejores oportunidades, un mejor futuro
 - No quiero que me mal intérpretes, pero no vienes de una familia de negocios. De donde viene tanto dinero
 - Gael no todas las mujeres somos tu... -se calló abruptamente porque sabía que la cagaría
 - Mi ex esposa dilo –apretó la quijada, porque de entre toda la gente no creyó que ella pudiera echarle en cara ese error de su pasado
 - Me refiero a que no todas las mujeres buscamos lo fácil, he trabajado y cada peso que tengo en mi cuenta es producto de ese trabajo 
- Anala, entre más me acerco a ti me doy cuenta de lo poco que conozco sobre tu vida. Raúl haciendo sus comentarios, porque demonios te escondes o de quien Anala
 - Gael. Hay cosas que no son fáciles de decir
 - ¡Como mierdas no Anala! –retumbo su voz en aquel pent-house y Anala se hizo chiquita, Gael lo noto y supo que había algo más allá-. Perdóname no quise gritarte 
- Solo te diré que sí. Si me escondo de alguien, desde hace un año de una ex pareja que tuve, mi dinero viene de una amiga pero eso solo me hubiera servido para vivir menos de un año lo que hoy por hoy tengo Gael es en base a mi trabajo y el poco respeto que me he ganado. No vengo de una familia adinerada como la tuya
 - No metas a mi familia Anala no conoces mi historia
 - Y tú tampoco la mía, sin embargo piensas que podría ser una mujer que busca que sacarle a cualquier hombre. He tenido que soportar sentarme en la misma mesa con hombres como Sebastián o Adrián y tu Gael que tuviste que hacer. Tomar el mando de la empresa de tus padres.

Gael hervía por las palabras de Anala, le calaban porque ella daba por hecho que su vida ha sido fácil cuando ambos han tenido que trabajar con sus demonios y pesadillas
 - Esto no está llegando a nada Anala
 - Estoy de acuerdo contigo Gael –ella tomo su bolso y salió de ahí.

Una vez que estuvo en su vehículo se soltó a llorar, la vida le repetía una y otra vez que Gael Covarrubias solo sabía lastimar y no quería verlo <<Eres tan estúpida Anala>>Llego a su apartamento y por primera vez palpo su vacío, Anala de cierta manera tenía razón, el no tuvo carencias, nació bajo una familia acomodada que su única preocupación fue el darles una buena escuela, no hubo carencias de ningún tipo ni siquiera de tiempo, porque su padre siempre les brindo tiempo de calidad. Se dejó caer en el sofá, cerró los ojos y salieron las lágrimas. Esta vez no las impidió se dejó llevar por el dolor que estaba sintiendo evoco aquellos tiempos donde tenía una familia, donde se sentía amado, cuando su padre lo respaldaba en cada decisión. Por primera vez en mucho tiempo llamo a su madre 
- Hola...
 - Ma. Perdóname...
 - ¿Hijo eres tú?
 - Si ma, soy Gael
 - Gael, hijo que debería perdonarte
 - Todo ma. Mi imprudencia, mis malas decisiones, el haberlas abandonado, el desaparecer
 - No te castigues más Gael, no es sano para ti. Elia me conto todo lo que está pasando contigo. Por favor no la regañes, está preocupada por ti  
- Ustedes no merecían que fuera un hijo de puta –lloraba y era como escuchar un niño pequeño
 - Hijo. Yo no tengo nada que perdonarte, hiciste mucho siendo muy joven. No tenías la experiencia, la madurez, hiciste lo que estaba en tus posibilidades y Gael estoy orgullosa de todo lo que hiciste con lo que tu padre dejo 
- Pero ma...
 - Pero nada Gael, perdónate que tu hermana y yo lo hicimos hace muchos años. Se feliz hijo lo mereces ya tuviste mucho.

Vacío (Actualización los Viernes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora