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Abrió lentamente la puerta de la habitación, la vio en la orilla de la cama, con la mirada hacia el ventanal comenzaba a llover. Se acercó lentamente hasta llegar a ella 

- Hola pequeña, como estas  -le susurro 

- Bien... como lograste entrar-alzo sus hombros 

- Por ti haría lo que sea. Pero en verdad cómo te sientes, dime Anala

- Mal Gael –se anegaron sus ojos


Gael la tomo en brazos y la acuno. Comenzó a mecerla suavemente y acaricio su cabello, ella se removió debido al dolor que tenía en las costillas 

- Te estoy lastimando 

- No. No es eso, solo que aún tengo dolor en las costillas 

- Deseas que le hable a alguna enfermera 

- No.

- ¿Segura?

S- olo quiero estar así un poco más –cerro sus ojos y Gael continuo acariciando su pelo  


Tenerla así era tan embriagante 

- Me duele tanto verte así Anala, tu no mereces todo esto 

- Gael.... Sshhh no quiero hablar de eso ahora 

- Está bien como tú digas –deposito un pequeño beso en su rizada cabellera


La noche fue relativamente tranquila, Anala se removía de vez en vez debido al dolor. Gael solo la acariciaba lentamente para calmarla; tenerla así de cerca lo enardecía, aun así en ese estado era tan hermosa, la deseaba, deseaba amarla como se merecía, deseaba protegerla. Sabía que su vida ahora era una mierda debido a Florencia.

Los primeros rayos del sol comenzaban asomarse por el ventanal de la habitación de hospital, su cabello reflejaba algunos tonos dorados, con cuidado los hizo a un lado para despejar el rostro de Anala. Un suspiro escapo de sus labios y Anala despertó. 

Mientras Anala desayunaba, Gael llamaba a Roberto para que le enviara una muda de ropa y poder asearse al igual que Anala, una de las enfermeras entro para ayudarle pero Gael se ofreció hacerlo. Tomo con precaución a aquella mujer que lo hacía soñar, anhelar. Ella lo tomo por el brazo nerviosa no es nunca él la hubiera visto desnuda pero así, sintiéndose tan vulnerable, la ponía nerviosa. 

Cuidadosamente le retiro la bata, sus ojos chispeaban, ella bajo la mirada y el noto aquel hematoma en su costado y el dolor y rabia se apoderaron de él pero no se lo hizo notar. Quería verla tranquila, la ayudo para que se pudiera meter a la bañera, lentamente la mojo y ella lo observaba, jamás se imaginó que Gael tuviera esas atenciones y ¿preocupaciones? Por ella, le tomo la mano para evitar que la mojara nuevamente y lo miro fijamente, esos ojos grises le encantaban 

- Te... te meterías conmigo –él la miro tratando de mirar duda en ella 

- Estas segura Anala –y ella solo asintió 


Lentamente se fue desvistiendo, Anala no podía evitar mirarlo fijamente. Gael, al igual que ella la miraba y trago saliva por el momento que estaba viviendo, a pesar de las noches intensas que vivieron eso iba más allá de todo aquello, era intimidad pura. Se sentó frente a ella y continuo bañándola cuidadosamente, ella se acercó lentamente midiendo los movimientos de Gael, él bajo la mirada hasta sus labios como podía ser posible que aun y en esas condiciones la deseara tanto. 

Lo tomo por la nuca y lo acercó a ella pego sus labios suavemente, él no se movía cerro los ojos y espero a que fuera ella quien marcara el ritmo, le estaba dando el control de la situación porque realmente no quería cagarla más, no con Anala. Entre abrió sus labios y fue introduciendo lentamente su lengua a la boca de él, sabia jodidamente bien, sus alientos se entre mezclaron, fue un beso lento, donde se permitía saborearla, sentir, experimentar esa emoción que en su interior se formaba y no podía evitarlo su cuerpo comenzó a reaccionar, la tomo lentamente por la cintura y la cargo para ponerla sobre él. Anala noto aquella erección y se separó mirándolo fijamente

- No pasará nada Anala solo quiero tenerte así –dijo el removiendo un pequeño mechón de cabello      

- Dejemos que el momento nos diga si pasará o no algo Gael –paso su pulgar por aquellos labios que la volvían loca 

- No quiero lastimarte Anala, así que este detalle –bajo la mirada hacia su miembro, -déjalo pasar, mejor bésame de nuevo 

Continuaron así un rato más después Gael tomo el baño y ayudo a Anala a salir para que pudiera cambiarse. Comieron juntos hasta que llego Raúl a visitarla en ese momento Gael los dejo solos para que pudieran hablar libremente, sabía que Anala no preguntaría por su familia si él estaba ahí. 

Al estar deambulando por el hospital recibió un mensaje de Florencia para variar 

<<Si yo caigo, ella caerá conmigo Gael>>      

Estaba fastidiado de las amenazas de esa mujer y de cualquier forma iba a salir de sus vidas. 

Una semana después Anala regresaba a su empleo en la constructora, Raúl estaba enterado que deseaba irse para alejarse de aquella mujer así que seria su última semana. Gael no estaba enterado de nada a pesar de estar al pendiente de ella, sabía que era cortesía por su parte y como jamás podrían estar juntos era mejor que él no estuviera enterado de sus planes.   

Florencia estaba a punto de ser aprehendida por el secuestro de Anala y todo lo que había hacho en el pasado con la familia Covarrubias así que eso tenia tranquilo a Gael, aunque todo su pasado fuera abrirse nuevamente y volvía arrastrar a su hermana e incluso a su madre todo esto tendría una recompensa que era su tranquilidad y la de su familia. Elia merecía casarse sin miedo de su pasado nunca podría borrarlo pero la paz de saberla bien lo era todo para Gael aunque le costó recuperar su relación cada vez daba pasos agigantados para ser lo que fue en su niñez y parte de su adolescencia antes de que llegara a sus vidas esa víbora.

Llego a la constructora junto con su hermana, Anala los recibió amablemente y como siempre se veía hermosa, estaban por entrar a la oficina de Raúl cuando un par de policías irrumpieron el lugar 

- La señorita Álvarez –cuestiono uno de los dos policías 

- Dígame soy yo, en que puedo ayudarles 

- Esta arrestada por el delito de lavado de activos, tiene que acompañarnos –Anala abrió los ojos ante aquellas acusaciones, Gael se acercó cuando uno de los policías tomaba a Anala para esposarla 

- Esto no es posible tiene que haber un error señores –los presentes no daban crédito a lo que pasaba Anala seria incapaz de algo así, solo había una persona detrás de todo esto y era Florencia 

- Mi hijo, protejan a mi hijo –gritaba Anala mientras la llevaban al ascensor para salir de la constructora.


Gael aún más confundido por los gritos de Anala, de que hijo hablaba Anala 

- Hijo debemos hablar con Carlos, él es el abogado de Anala y tiene que estar con ella lo antes posible –Gael se frotaba el rostro 

- De qué hijo hablaba Anala Raúl tomo aquel hombre del antebrazo para que lo mirara

- Gael. Anala tiene un pequeño ella no habla de él para protegerlo de su padre 

- Pero. Pero como diablos pudo callarse esa información 

- Hijo, es su vida y no podemos entrometernos 

- Yo si debía saberlo 

- No se que hay entre ustedes, pero se nota a miles de kilómetros, Gael su situación es grave, no la acusan de cualquier cosa podía pasar años en la cárcel, lo que quieras saber lo sabrás después Anala es nuestra prioridad

Vacío (Actualización los Viernes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora