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Como cada noche no pudo conciliar el sueño, pero esta vez había algo más, una extraña sensación en su pecho, un calor que no había experimentado nunca, se sentía nervioso, lo adjudico a la plática que había tenido con su <<ranita>> hace algún tiempo no hablaba con ella, no de esa forma tan... familiar.

Preparo todo lo que necesitarían para la reunión que tendrían con Gael Covarrubias a las 5 en punto lo verían en un restaurante que ella poco frecuentaba ya que era muy sobrio para su forma, ella junto con su jefe y su equipo de finanzas irían a esa reunión.

Él estaba ahí desde hace 5 minutos con su equipo de trabajo, su asistente, su equipo legal y de finanzas estaba esperando a la constructora de los Arciniega eran 3 hermanos que comandaban esa enorme empresa que en los últimos 7 años había alcanzado su clímax; tenían dentro a los más grandes empresarios tenían todo tipo de clientes pero su especialidad eran los hoteles y restaurantes, así que sabía sería bueno lograr negocios con ellos, por un momento se olvidó de ella... hasta ese momento en que la vio caminar con paso seguro y seductor; claro esto último lo hacía sin la más mínima intención de seducir, enfundada en un vestido verde esmeralda, un escote nada pronunciado y una pequeña abertura en una de sus piernas, unas zapatillas altas y su cabello recogido en una coleta. Por Dios era una mujer completamente segura de sí misma, vio de reojo a varios de su equipo y lo que noto fue que todos ahí la miraban de una forma... que le resulto un tanto molesta; sonreía con su jefe a un lado. Llegaron a la mesa y todos saludaron cortésmente, tomaron asiento los recién llegados y comenzó su reunión, palabras iban y venían y el solo podía clavar sus ojos grises en ella de vez en vez. Su grupo legal tenía unas dudas y en ese momento ella abordo, dominaba el tema, tenía a todos comiendo de su palma, sonreía fresca, los movimientos de sus manos delicados, no podía más, esa mujer era más de lo que se hablaba de ella, no solo era belleza, era inteligencia, seguridad, irradiaba luz, esa luz de la cual el huía, sentía como su cuerpo se tensaba, algo raro le hacía sentir y no le gustaba, se sentía fuera de sí, como si perdiera el control; de pronto no quedo más que estrechar la mano y cerrar ese negocio, como todos muy conveniente para él y su conglomerado.

Ella se levantó y desapareció un momento ya que le llamaron un par de veces así que debía ser importante, Gael inspecciono de nuevo su caminar de abajo hacia arriba y se posaron sus ojos en su espalda era delgada y sus pensamientos comenzaron a vagar, como se sentiría su piel contra su tacto, seguramente era suave, su aroma con notas de fruta invadieron su ser, su interior instalándose ahí sin su permiso. Cuando la perdió de vista se levanto debía refrescarse, sus deseos lo estaban dominado y eso no sería nada bueno, no para él.

Al salir ambos chocaron sin notarlo, ella por los zapatos altos que llevaba trastabillo, el la rodeo con sus firmes manos y ahí estaban sus pensamientos de nuevo a pesar de la prende que ella llevaba podía sentir el calor de su piel, se sentía tan bien, como si todo encajara, como si hubiera estado esperándolo, como si sus cuerpo se hubieran reconocido en ese instante.

- Perdón... dijo ella –con esa voz tan dulce que le causo un escalofrío recorrer por toda su espalda

- Te encuentras bien – dijo con esa voz gruesa sin dejar de mirar esos ojos color marrón; ella asintió en el momento que se removió y noto que aun la tenía entre sus brazos, sentía su aliento sobre él, menta era, hipnotizante, embriagante y poso su mirada en sus labios eran tan perfectos a que sabrían se preguntó. Mierda

- Creo que debemos volver señor Covarrubias – su nombre sonaba tan seductor que lo único que deseaba era probarla ahí mismo; la soltó delicadamente y comenzaron su camino hasta la mesa donde se encontraban. Al llegar él le acomodo la silla para que tomara asiento, rodeo la mesa y tomo asiento justo frente a ella. La plática se tornó un tanto ligera y entre risas brindaron por la nueva sociedad.

Vacío (Actualización los Viernes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora