Elia, la hermana de Gael había hablado con su futuro esposo Maximiliano para ayudar a su hermano con todo el huracán de emociones que estaba viviendo y que últimamente se intensifico, Maximiliano la contacto con un investigador privado que fue quien los ayudo con su parte de lo vivido con su ex cuñada, hablo con él y le dio detalles sobre aquella mujer, si Anala resultaba ser una buena mujer ella misma se encargaría de ayudar a su hermano y sacarlo de una vez de ese agujero del que ha sido preso por varios años.
Anala llego a su casa a media noche, Aiden ya dormía y su abuela la seguía esperando, su abuela inmediatamente noto que Anala se veía diferente
- Buenas noches jovencita
- Yeyis porque no has ido a descansar
- Te estaba esperando, pero ven siéntate y cuéntame
- Contarte que
- Como se llama el muchacho –Anala se sonrojo por las palabras tan directas de su abuela. –Niña no soy una tonta, también fui joven y por Dios Santo ya te viste, parece que flotas
- No es nadie Yeyis
- No insistiré solo te diré que si ese joven te quiere también deberá querer a ese pequeño que descansa en su habitación
- Lo se abue, pero no te preocupes no es nadie
- Pues ese nadie te tiene flotando hija, anda vamos a descansar
Para su sorpresa en cuanto toco la almohada quedo profundamente dormida, por el contrario Gael que también ya se encontraba en su apartamento solo podía evocar ese momento, en cómo fueron despojándose de la ropa, cada caricia que se otorgaron, algo en él estaba reviviendo, no quería pero tampoco podía simplemente dejarla ir de su vida, trato descansar le costó un poco debido a los abrumadores pensamientos pero logro conciliar el sueño. Al día siguiente tenía una junta con Raúl Arciniega en su constructora ambos debían ver los planos de un proyecto que debían entregar pronto, así que solo se alisto desayuno algo rápido y se puso en marcha
- Buenos días señorita Álvarez, tengo una junta el día de hoy –dijo con esa voz que Anala le gustaba tanto
- Buenos días señor Covarrubias, el señor Arciniega aun esta en otra junta si gusta tomar asiento no tardara la otra reunión –dijo aclarándose la voz un poco nerviosa, ese hombre lograba hacerlo. –Gusta que le ofrezca algo de tomar
- Muchas gracias señorita, ya traigo mi café –le dijo sonriente, se acercó un poco a su escritorio –por cierto Anala hoy te ves hermosa como cada día
- Que cosas dice señor Covarrubias
- Si me vuelve a decir señor Covarrubias no voy a responder –logro el sonrojarla y eso solo lo prendió, -desearía poder darte un beso
- Bueno solo si usted quiere y tiene tiempo podemos almorzar
- Y tu estas incluida en el almuerzo
- Señor Covarrubias no tuvo con todo lo que hubo ayer
- Vamos Anala quien se podría cansar, pero está bien le tomo el almuerzo con una condición
- Dígame cual
- Cuando podré escucharte cantar –esa palabras sin duda la descolocaron
- Yo. Será pronto lo prometo
- Vale, te parece que almorcemos después de la reunión
- Me parece perfecto –de pronto apareció Raúl el jefe de Anala, le extendió la mano para saludarlo y ambos se dirigieron a la sala de juntas para hablar sobre el dichoso proyecto
Dos horas después salieron ambos y Raúl despidió a Gael
- Anala ya puedes ir almorzar si gustas
- Gracias señor Arciniega
- Que tengas buen provecho –su jefe los dejo solos para continuar con sus labores
- Y bien señorita Álvarez a donde desea ir
- Sorpréndame señor Covarrubias –ambos rieron, ella tomo su bolso y se dirigieron al ascensor caminaron uno junto al otro hasta que llegaron al estacionamiento
- Vamos en mi coche y te traigo de regreso te parece
- Está bien como tú digas –se acercó a él y le dio un pequeño beso; ese juego se les estaba yendo de las manos y aun no eran conscientes
- Me vas a volver loco Ana –ese pequeño diminutivo le calo, desde que su madre falleció de cáncer nadie jamás le había vuelto a llamar así, Gael noto algo en ella –dije algo que te molestara -ella negó con la cabeza
- No. Solo que nadie me había vuelto a llamar Ana
- Quien sí lo hacía hermosura –acomodo un pequeño mechón de cabello que colgaba por su frente
- Mamá, solo ella y mi abuela pero Yeyis dejo de decirlo hace mucho
- Quieres que deje de hacerlo, no quiero verte con ese semblante si te molesta o incomoda...
- No, está bien solo me sorprendió
- De acuerdo se hará lo que tú digas, así ha sido desde el inicio –ella sonrió y el beso su frente –.Anda vamos a almorzar
La llevo a un pequeño lugar que el frecuentaba y jamás llevo a nadie a ese lugar, era suyo, le gustaba porque era discreto, la comida era muy buena y sabía que a Anala le podía gustar
- Hemos llegado señorita –le abrió la puerta del vehículo, tomo su mano y ella bajo, los ojos le brillaron inmediatamente ya que era algo que no esperaba pero le gusto en cuanto vio la fachada del lugar
- Es hermoso, nunca pensé que pudieras venir a estos lugares
- Bueno me gusta ir a restaurantes ostentosos pero también se apreciar la buena comida que un lugar pequeño puede ofrecerme
- Si venimos aquí, seguramente la comida es buena
- Muy buena, ya verás – la tomo de la mano e ingresaron al lugar, ni siquiera notaban esos pequeños detalles que comenzaban a tener el uno con el otro pero que sin duda eran genuinos.
Pasaron un rato agradable, Anala quedo encantada con el lugar, con la comida que incluso la hizo bailar como si fuese una pequeña niña y verla así, tan natural, tan ella lo hizo desear más de ella, más de su compañía, ambos compartieron un postre que el gerente les regalo ella no se negó en aceptar. Salieron del lugar como entraron, tomados de la mano riéndose por algún chiste que ella le conto
- Vaya si te ries –dijo ella
- Bueno tu no permites que uno sea serio –le replico
- Pero es aburrido ser así todo el tiempo
- Anala, pequeña Anala cuando vives cosas inimaginables no te queda mas que ser así
- Pero cuando lo superas y avanzas
- No es fácil –dijo un poco abatido, mientras caminaban sin ningún rumbo
- Más bien no has querido superarlo, podría entender que hay cosas que te marcan, pero qué sentido tendría la vida y como podrías desperdiciar la única vida que tienes en castigarte de esa manera –el suspiro pensativo, ella tenía razón, cuando es que atrevería a vivir nuevamente, ella sabía que le estaba dando esa vida y le asustaba, le asustaba equivocarse nuevamente; pero desde ayer le hizo ver que era honesta, ella pudo omitir el beso que ese tipejo le dio pero se lo conto y le aseguro que no significaba nada para ella y le creía. Entonces que esperaba Gael para al fin abrirse a lo que la vida le estaba dando.
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Vacío (Actualización los Viernes)
RomanceGael Covarrubias se cerró al amor después de la traición de su ex esposa, se sentía vacío, lleno de rencor. Jamás se imagino conocer a Anala quien lo llenaría de vida.