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Se dirigió a la salida del salón, camino a la recepción pregunto por ella y la señorita le dio un pequeño sobre, lo abrió y vio en ella una llave, camino hacia el elevador; llego al piso se abrieron las puertas, se sentía como un adolescente, jamás ninguna mujer le había propuesto algo semejante, algo que el habría hecho pero no con una mujer como Anala y no porque no la deseara si no porque no era esa "clase de chicas" a las que la invitas a un juego de seducción donde todo queda en simple sexo.

Llego a la puerta, introdujo la llave y abrió lentamente; la luz era tenue apenas si se alcanzaba a ver el interior de la habitación, cerró la puerta detrás de él, avanzo lentamente como si no quisiera ser encontrado. La vio recargada en uno de los ventanales de la habitación con una copa de vino en mano observando tan pacíficamente la ciudad con aquel vestido que lo había hecho endurecer en cuanto la vio y aquel antifaz de encaje que resaltaban esos enormes ojos; como alguien como ella podía seducirlo de tal manera

- Hola Anala –dijo apenas la vio, con una voz tan tranquila que logro erizarle la piel

- Hola, creí que... -tomo el sobre entre sus dedos mostrándoselo, moría de vergüenza ya que ella no hubiera hecho algo así en su vida

- Esto. Que significa –se acercó ella lentamente, sabía que no quería seducirlo pero lo lograba, lograba que cada parte de su cuerpo reaccionara a ella, dejo su copa sobre una mesa de cristal

- Creo que la nota lo dice muy claro Gael

- Ya sé, pero te advertí que esto saldría muy mal al menos para ti

- Pruébame –tomo su corbata para acercarlo a ella, lo miro fijamente; algo nuevo vio en su mirada, definitivamente hablaba con la verdad, ella lo deseaba

- No me hagas esto hermosura te lo pido, yo, simplemente no puedo resistirme a ti – recargo su frente en la de ella, le estaba implorando que parara, que no lo arrastrara

- Mírame; mírame y dime que salga de aquí que no deseas tenerme así – el la observo definitivamente no la dejaría ir, la deseaba, más de una vez su mente lo llevo ahí, a lo que estaba viviendo

- A la mierda todo –la beso, fue un beso intenso, la quería, quería probarla, devorarla, tenerla para él, la fue arrastrando por la habitación hasta llevarla a la cama, la fue probando, besaba cada parte de ella, la acariciaba por encima de su vestido, poco a poco todo les fue estorbando, la giro, beso su cuello y lentamente bajo el cierre de su vestido fue bajándolo por todo su cuerpo, su piel se sentía tan bien, tan cálida, nuevamente la giro para tenerla de frente la miraba, casi desnuda, el ya no llevaba su camisa su cuerpo era tan colosal, ella hizo un camino con su dedo índice desde su cuello hasta su abdomen- .Te gusta hermosura, te gusta lo que ves.

Ella asintió y lo miro a los ojos, él no sabía que ella estaba a punto de joderle toda la vida que había resguardado por tantos años. La beso nuevamente, la acorralo en una de las paredes de la habitación se despojó de sus pantalones, termino por desnudarla la cargo; ella enredo sus piernas a él, se sentía tan bien, tan incorrecto, ambos se embargaron en el deseo, en la seducción, en apagar las ganas, él se protegió y se introdujo en ella, la miro tenia las pupilas dilatadas, claro que le estaba gustando y la tenía solo para él, ella se aferró a él, gemidos salían de su boca, el la besaba mientras aferraba sus manos a su cabellera; giro y la llevo a la cama sintiéndose dentro de ella, la deposito lentamente y continuo con sus movimientos. Jamás se había sentido tan bien estar dentro de alguien, le estaba gustando escucharla, le pedía más su nombre iba y venía de sus labios; cuando sintió que ella estaba a punto de llegar fue más rápido y así ambos llegaron a ese lugar que se sentía tan bien, recargo su peso sobre ella y escondió su rostro en su cuello, ella aún estaba agitada, trataba de recuperarse de aquello que nadie la hizo sentir, no de esa manera; se hizo a un lado ambos miraban el techo. Anala se incorporó, lo observo tenía los ojos cerrados y uno de sus brazos recargado en su frente, se levantó para ir al baño y ducharse tenía en claro que ese era un juego y no esperaba más .

Gael la vio levantarse y eso le dolió, le hacía sentirse utilizado? Escucho la regadera y fue hacia allá, se veía tan perfecta desnuda, si alguien le hubiera dicho que eso pasaría entre ellos se hubiera burlado, se metió y la acompaño, la tomo por la cintura, ella se sobresaltó ya que no lo esperaba, Gael la hizo girar la tomo por la barbilla; el agua caía sobre su hermoso rostro mientras parpadeaba.

- Estas segura de esto Anala

- Sé que quisieras escuchar que me equivoque, pero nunca estuve más segura de esto

- Y quieres arriesgarlo

- Tranquilo no te estoy pidiendo una relación seria – deposito sus manos en sus enormes pectorales

- Bien porque no habrá más –eso les dolió a ambos aunque Gael jamás lo admitiría

- Mañana te entrego el contrato que habrá en este juego – le dio una pequeña palmada y salió de la ducha, vio cómo se alejaba y su caminar tan jodidamente sensual-

Tomo su ropa, se vistió y abandono la habitación dejándolo completamente solo; al cerrar la puerta de la habitación se quedó un momento ahí sopesando lo que había hecho; sería un error sabía que no estaba para estas cosas tenía un hijo por el cual velar pero algo en ella la hacía arriesgarse a jugar ese juego de solo deseo y nada más. Al salir de la ducha vio que ya no estaba y por primera vez sintió su corazón como se apretujaba, pero así era, sin ningún compromiso de por medio.

Vacío (Actualización los Viernes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora