Capitulo 05

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『 дом  』Un hogar

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дом 
Un hogar

La castaña se removió agitada, su ceño estaba fruncido, su pecho subía y bajaba con rapides.

Las lágrimas no tardaron en bajar por sus mejillas, a su lado el soldado abrió los ojos, al verla rapidamente estiro sus brazos sobre el cuerpo de la mujer.

—Estoy aquí. — susurro contra el oído de la castaña — Estoy contigo. — la mujer sollozo entre sueños

—Tranquila. Estoy aquí, nadie te va a lastimar, Dione.

El soldado suspiro aliviado cuando el cuerpo de la mujer dejó de temblar, pudo ver como en la oscuridad del departamento, un brillo dorado salía de la punta de los dedos de la castaña

—Estamos a salvo...— el ojiazul la acerco a su pecho y cerró los ojos.

No dormiría, no podía sabiendo que su dama podría sufrir otra pesadilla.


☆☆☆

—¿Dormiste?

Aun sabiendo la respuesta, Dione pregunto viendo a su compañero

A mitad de la noche la dama había despertado, logrando ver al soldado mirando por la ventana.

Prefirió callar al saber que la razón era ella.

—¿Como estas? — ignorando su pregunta James se acercó

—Estoy...horrible. — una pequeña sonrisa apareció en los labios del soldado.

—¿Me dirás lo que soñaste?

—Estaba en Hydra, gritaba. Me estaban inyectando el suero. Jugaban conmigo.

El castaño asintió comprendiendo, el vivía lo mismo.

—Hey, deberíamos recorrer el lugar.

La mujer asintió.

☆☆☆

La castaña tomo las botellas de agua y las lanzó al carrito, abanzo al siguiente pasillo.

Arrugó la nariz indecisa, ¿Café o té?

James sin duda tenía la apariencia de alguien que bebía café,  ¿pero y si no le gustaba?

Rodo los ojos y tomo ambos.

Apenas dio unos pasos cundo un cuerpo delgado con ligeros músculos choco con ella. Bufo cuando tropezo y golpeo una estantería.

—¡Lo siento! No te vi

La Dama rodo los ojos ante la clara mentira, había visto al rubio seguirla desde que entró.

—De verdad que lo siento, tal vez podría llevarte a...—el rubio se autointerrumpio cuando la gran figura del soldado apareció a su lado.

Mirando con desdén al chico, James se inclino a su oido.

Dione reprimió una carcajada mirando a otro lado.

—Yo...amm. — el rubio boqueo — Creo que ya me voy. Si, yo ya me iba. — a pasos torpes el chico se alejo deprisa

—¿Tienes todo? — el soldado giro a la castaña, viendo con atención los ojos verdes

—Si, creo.

Dione miró fijamente los ojos del hombre

—¿Que tal una cerveza?










The Lady [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora