Capítulo 19

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DIAS ANTES DEL ATENTADO DE VIENA

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DIAS ANTES DEL ATENTADO DE VIENA.

—Se mi novia.

La castaña se enderezó, viendo con extrañeza al soldado, sonrió viendo los mejillas rosadas del hombre.

—No pensé que te gustaran los títulos.

Volvió a recostarse, estaban en la azotea, James había comprado frutas y habían decidido subir, comer un poco y mirar el estrellado cielo.

—Estoy hecho a la antigua. — se encogió de hombros, esperando ansioso la respuesta

—De acuerdo. — rio la mujer — Acepto ser su novia sargento. — el mencionado sonrió grande, beso repetidas veces los rosados labios de la mujer

Ambos sonrieron en medio del beso.

Lo disfrutaban

Ellos disfrutaban de su tranquilidad.

Lamentablemente no duró mucho, quien diría que al día siguiente, una noticia cambiaría todo.




☆☆☆



ACTUALIDAD, WAKANDA.


—¿Estas seguro?

La Dama no estaba feliz con la noticia, el castaño podía sentirlo y claro que comprendía. Su decisión podría marcar un fin a la relación que llevaban.

—No puedo confiar en mi mente, muñeca. — el soldado sonrió tenso

—Entonces lo haré yo también.

La ojiverde se dio la vuelta en la comoda cama, continuando  con su lectura. El hombre pestañeo, aturdido y confundido.

—No tienes que hacerlo.— el frunció el ceño

—Pero quiero. — respondió encogiendose de hombros — He estado toda mi vida contigo, literalmente. No puedes pedirme que siga mientras te conviertes en un cubo de hielo. Te amo, si decides hacerlo, ten por seguro que haré lo mismo. — apesar de odiar la idea de criogenizarce de nuevo, no estaba dispuesta a dejarlo.

—Sigo sin comprender cómo puedes amarme de este modo. — la Dama giro a verlo, el soldado nunca hacia esos comentarios.

—¿Por que?

—Soy una asesino.

La mujer rio— ¡Hola! yo también lo soy. — cerró el libro con fuerza, se enderezo viendo fijamente al contrario— Me enamore de ti siendo el Soldado, me enamore de James, me enamore del Sargento Banes. Y estoy enamorada de cada una de tus facetas.

—Me conociste en mi peor momento.— nego con una sonrisa el hombre

—Escucha, cariño. — Dione tomo sus manos — Quiero todo de ti, quiero sus sonrisas, quiero tu dolor, quiero tu tristeza, quiero tu odio. Todo. No quiero una parte, quiero todo.

Una promesa.

La rusa no dudaba al hablar, decía la verdad.

El hombre había estado en todo momento para ella, la protegía.

Estaba dispuesto a todo por su seguridad.

El castaño libero un suspiro tembloroso, sus mejillas se pintaron de rosa y sus ojos lagrimearon.

—Te seguiré hasta el infierno, Ivanov.

—Y yo lo traeré al cielo, Sargento.

El hombre se lanzó a sus labios, tomandolos con fiereza, la mujer jadeo encantada.

—Cuando salgamos de esto...— hablo en medio del beso — Tu y yo, tendremos una cita.— el asintio.




The Lady [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora