Capitulo 22

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『 It looks like you 』Se parece a ti

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It looks like you
Se parece a ti




El aire frío golpeo mi cuerpo, me aferre a la bolsa que cargo en mi mano, retuve un bostezo.

Era temprano, apenas los rayos del sol empezaban a asomarce y hacia frío.

Mu cuerpo era cubierto por una de las sudaderas de soldado. En mi mano había una bolsa con pan dulce y algunas frutas.

-¡Cállate! Jodido animal. - frunci el ceño, deteniendo mi caminar

Se escucho un golpe, cristal rompiéndose y después un maullido.

Camine con rapidez siguiendo el sonido hasta un callejón.

Un hombre me daba la espalda, su ropa estaba sucia, a metros se podía oler el alcohol.

-¿Que hace? - giro asustado

-Que te importa zorra ¡Largate!

Otro maullido se escucho.

Cuando levantó la mano, fue cuando logré ver la botella rota. En tres zancadas estaba frente a el, dio el golpe en mi brazo.

Retrocedió.

Sentí el líquido bajar por mi antebrazo.

Estaba segura que James lo sentiría.

-¡¿Que crees que haces maldita pe.. ?!- chillo acercándose

Intento tomar mi hombro, gire con rapidez, mi codo golpeo la manzana de adán. Cuando llevo ambas manos al cuello, estrelle mi rodilla en su cabeza.

Cayó al suelo, la sangre salía de su nariz y boca.

-Largo. - gruñi, a tropezones, el jombre salió corriendo.

Me incline al suelo, una caja sucia y humedad estaba tirada. No pude evitar pensar en las celdas de Hydra.

El pequeño animal salto en cuanto habría la caja, siseo advirtiendo su ataque.

Carcaje cuando salto aferrándose a mi con sus diminutas garras.

-Eres como...- susurre con una sonrisa, el mínimo se aparto confundido, su pequeña cabeza cayó a un lado.

Su pelaje era blanco o al menos eso parecía, estaba lleno de tierra.

Pero sus ojos, eran azules. Un azules hermoso que conocía a la perfección.

Eran azules como los de James.

Acaricie sus pequeñas orejas, ronroneo gustoso.

-¿Eres una nena? - la eleve - Eres macho. - rei, el maullo

-¿Quieres ir conmigo a casa? - otro maullido, volvió a aferrarce a mi -Bien, James tendrá que aceptarte - tome las bolsas del suelo

En camino al apartamento me lleno de nervios

<< ¿si a James no le gustaba? >>

Negué de inmediato. << es ridículo, el está de acuerdo con todo lo que haga, incluso si decido crear una guerra >>

-Bien chico, tendrás que permanecer callado. - susurre al minino en la caja

-¡Dios! T'challa se reiría de mi. - suspiré, subiendo por el elevador - Y yo que odiaba a los gatos. - camine por el pasillo, me detuve frente a la puerta.

Me removi nerviosa y entre.

☆☆☆

-¡Ya llegue sargento! - grito la castaña, caminado con rapidez a la cocina

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-¡Ya llegue sargento! - grito la castaña, caminado con rapidez a la cocina.

-¡Estoy en el cuarto encanto!

Escucho que chillo a lo lejos.

Suspiro nerviosa, abrío la caja, de inmediato la cabeza del minino salto fuera.

-Muñeca ¿que llevas ahí?

Dione giro de inmediato, escondiendo la pequeña caja a sus espaldas.

-Nada.

James levantó una ceja, no le creía.

-Ivanov.

-¿Si, mi amor?

Con una gran sonrisa la mujer respondió, pero su sonrisa se borro tan pronto un maullido hizo eco en la cocina.

El soldado frunció el ceño.

-Cariño... ¿eso fue un gato?

La mujer boqueo.

-Te amo ¿Ya te lo había dicho? - el soldado sonrió de lado, recargandose en la barra.

-Yo también te amo, mi amor. - la mujer se removio -Pero ¿Qué traes ahí? - señaló su espalda.

-Es que...- divago - Cuando venia, escuche un grito. Haci que fui a ver, había un señor y parecía golpear algo, entonces me metí y...- alarmado la interrumpió

-Fue eso lo que sentí. - no era pregunta, el hombre lo aseguraba - Quítate la chaqueta. - una sonrisa pícara adorno el hermoso rostro de la castaña

-Cariño, estamos en medio de algo. No es momento para...

No pudo terminar. El soldado tomo su sudadera, sacándola de su cuerpo.

Una pequeña herida hizo presencia, hilos de sangre bajaban por su brazo.

-Ivanov, te he dicho que.. ¡Mierda!

La castaña carcjaeo. El minino había saltado sobre el soldado, dando pequeños gruñidos.

-bien chiquitín. - la mujer tomó al gato entre risas, este dejó de lado al hombre, acostándose en los brazos se la castaña

-Y claro que es macho. - refunfuñando hablo el soldado.

-Vamos, James. Se parece a ti.

-No. No se parece.



The Lady [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora