Capitulo 24

2.4K 312 1
                                    

Parte 2/2

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Parte 2/2

the list  」
la lista

La mujer suspiro, rasco su frente con estrés, al parecer el hombre era más difícil de lo que pensó.

—James, eres un civil ahora. Dado tu historial, el Gobierno precisa saber que tu y la Dama no van a...

Inconscientemente el soldado se irguió amenazante, fijando sus ojos en la psicóloga.

—Mantenga a Dione fuera de esto, doc.

La mujer trago con fuerza, asintiendo.

—Es una condición para tu indulo. — siguo, tratando de mantener a la ex asesina lejos de la conversación. —Así que cuéntame tu pesadilla más resistente. — el castaño rojo los ojos.

—No tuve una pesadilla. — siseo.

La mujer asintió, el soldado suspiro frustrado al ver como sacaba su libreta.

<<¿por qué le hago caso a Ivanov?>>

—¡Oh, vamos doc! Va a escribir e nsu libreta. — la mencionada lo miro de reojo — ¿Por qué? Eso es pasividad agresivo. — la mujer suspiro.

—Si no hablas yo escribo.

—Bien. — Acepto el ojiazul — Ayer logre tachar un nombre de mi lista de disculpas.

La psicóloga elevo la mirada — Tranquila, use tus tres reglas.

<<Dione no. >> pensó el hombre.

—La senadora Atwood.

Los ojos verdes se la mujer se movían por el amplio lugar, camino a la par de su pareja. El soldado salto de las plataformas, miro a su alrededor, la dama fue la siguiente en saltar.

La rusa tomo el pequeño chip, lo entrego al hombre.

James sonrió acercando a la mujer a su cuerpo, oculto su rostro contra el cuello femenino cundo escucho pasos.

—Durante años fue un peon de Hydra.

El neoyorquino activo el chip, mirando la tableta en su mano.

—Todo listo, muñeca.

La Dama sonrió, con discreción escondió el aparato en el automóvil.

—La ayude a obtener su puesto cuando era El Soldado del Invierno. Y cuando Hydra se disolvió, siguió abusando del poder que le di.

El soldado compartio una mirada con su dama al ver a la senadora entrar al auto, podian escuchar su conversación por los micrófonos.

—Si el congresista Lockhart quiere hablar, callalo para siempre.

Dione rio quitando el audífono. Cargo el arma ocultándola en su espalda. El castaño se acercó besando sus labios.

—Es hora.

—Entonces. Regla número uno. No puedes hacer nada ilegal. —recordó la mujer, tomando su mentón.

<< No cuenta si yo no lo hago. >>

Dione activo el chip, pudo escuchar el chillido de la mujer cuando el auto se movió.

—¿Que Diablos?

La rusa rio dándole la tableta al castaño, este sonrió de lado. Nuevamente el auto se movió.

Solo le di información a la asistente para condenarla. — respondió con tranquilidad. — Yo no me involucre en nada más. — aquello llamo su atención

—Regla número dos.

Las palabras del hombre habían logrado poner los nervios de la militar al tope.

— ¿Cual era la número dos? — bromeo.

—No lastimar a nadie. Es importante.

—¿Y porque no es la número uno?

La psicóloga lo miro con seriedad.

—No los lastime.

La mujer dentro del auto sintió que se ahogaba al ver la figura femenina caminar hacia ellos.

Vamos, enciende. — pidió con desesperación

Su acompañante levantó su arma, apuntando a la castaña. La mujer ahogo un grito al ver como el soldado aparecia.

El brazo de vivranium del castaño tomó el cuello del hombre, su otra mano lanzó el arma hacia el suelo.

—¿Me recuerda senadora? —gruñó con ira.

Su agarre se fortaleció, el hombre grito de dolor. La mujer grito horrorizada cuando el soldado rompió el cuello de su acompañante.

—¿Y la regla número tres?

El ojiazul permaneció en silencio.

—El objetivo de hacer las paces es cumplir la regla tres.

—No sea tan cínica, doc. Claro que cumpli la regla número tres.

La dama abrió la puerta de la mujer, tomando su cabello con brusquedad.

El soldado sonrió encantador —  Ya no soy el soldado del invierno. Soy James Buchanan Barnes. Y formas parte de mis esfuerzos por hacer las paces.

La mujer jadeo incrédula sintiendo la precion del agarre de la castaña

—Sin embargo. — la sonrisa se borro de golpe —Tienes cuentas con mi dama.





The Lady [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora