Cap 12- La cena

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La conversación surgió, aunque ambos fuesen poco habladores, entre ellos siempre tenían algo que comentar, cuando llegó la camarera sabían que compartirían una pizza y una ensalada a pesar de que Pep los quisiese comiendo sano.

No fue hasta tener la comida delante que se acordaron de lo que querían hablar, de por qué no habían dejado de sonreír y mirarse todo el rato.

Xavi, lo único en la mente de Andrés era eso, Xavi, Xavier, nombre de pila o completo, daba igual, solo podía pensar en él, miles de interacciones con él mientras se llevaba una hoja de lechuga entera a la boca, calculando mal el área y teniendo que partirla ya con la boca cerrada, haciendo una mueca abstracta, causando una risa en el contrario, acabando riendo ambos cuando un segundo después fue Xavi quien se quemaba con la pizza, al mismo tiempo estaba nervioso, por la anticipación, por lo que suponía gustarle a Xavi, y por no saber cómo sacarle algo más denso que las risas que fluían cuando estaban juntos aunque Joan le había dicho esa misma tarde que no se dejase llevar por las expectativas.

Andrés, la mente de Xavi era un caos y no sabía cómo poder orden, solo podía pensar en él, en cada cosa que hacía, desde como cogía trozos excesivamente grandes y los analizaba, como sopesando si podría o no, descartando la mitad de los trozos al ver que era imposible hasta su olor, llevaba la misma colonia desde que lo conoció cuando tenía diecisiete años y bajó a saludar con Pep, solo sintiendo orgullo por la masía en ese entonces.

Sintió que debía decirle algo, no podía esperar a que el otro iniciase por mucho que lo deseara.

– Oye... yo... – Empezaron a hablar a la vez, armándose de valor, evitando, al contrario, como si su plato fuese la cosa más interesante del mundo.

– E, empieza tú, que me has invitado al final no? – Xavi empezó, esa oportunidad no podía desaprovecharla.

Andrés le vio confundido. – ¿cómo?

– Sí, ayer por la mañana, me dejaste una carta con tus iniciales. – Se estaba empezando a sentir estúpido.

– Pero si ayer mismo tú me dejaste una con tus iniciales, yo no te he escrito. – No me atrevo, pensó.

– Pues yo tampoco. – Xavi se apoyó en el respaldo, otro hombre rondándole la cabeza.

– Alguien ha escrito, ¿Quién?

– Casillas... – Xavi reflexionó, el hijo de perra les había enredado y debía estar en su casa riendo mientras él moría de los nervios. – Lo mataré. –

Andrés rio tenía a Carles o Leo en mente, la letra era muy parecida al resto, sabía que algo no cuadraba, pero sin duda la mente detrás era Íker. – Seguro que tenía a Leo y Carles de secuaces.

–Qué rata. – Xavi sonrió, feliz por la tranquilidad del momento, sabiendo que Andrés seguiría como si nada.

– Pero... ¿Qué querías decirme? – Xavi se cagó en sus muertos, precisamente entonces debía seguir y no correr el aire, quedándose clavado en el sitio, olvidando todo el valor que había tenido al iniciar.

– A, a a ver, creo que ya lo sabes pe, pero las cartas so, son mías – Xavi se atragantaba con su propia lengua y sentía que le ardía la cara, tenía miedo, miedo a que le viera diferente, a que no quisiese estar cerca de él, a perderle.

Andrés le sonrió, no supo por qué, ni siquiera lo pensó, sus músculos actuaron sin más. – Ya, llevo semanas sabiéndolo, gracias por decirlo tú, me da vergüenza decirlo yo.

– Joder, pues anda que a mí. – Comió, buscando un escape en la pizza porque sabía que el techo no le tragaría.

– No sé qué decirte. – Iniesta rompía el silencio, más como un pensamiento en voz alta que como comentario, descolocando al contrario, ¿A qué se refería?

Notas [XAVIESTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora