Notas [XAVIESTA]

Cap 20- Y si...

17/05/2010

Andrés daba vueltas por casa, esto de no tener a nadie a quien pedirle consejo era más difícil de lo que creía, estar de vacaciones desaparecía a todo el mundo unos días hasta que estuviesen listos para volver a relacionarse como gente normal, en gran parte lo agradece, no quería tener conversaciones innecesarias, pero en ese preciso momento necesitaba algún oído.

Necesitaba alguien más a quien contarle lo raro que se sentía, como todo iba muy lento, como disfrutaba cada segundo a su lado y que quiere poder decir que su pareja se llama Xavier, necesitaba decírselo a alguien que no fuese un profesional que sabía exactamente como se sentía, necesitaba un oído, había llamado a todos sus amigos, y nadie contestaba, era de esperar, estarían con su familia en la playa esperando el mundial, el cual él trataba de ignorar lo máximo posible, ya se lo encontraría en junio.

Aun así, no podía evitar pensar que lo que quería hacer era una tontería, que estaba yendo muy lejos y que Xavi no quería parejas en ese momento ¿Para algo seguían como amigos no? ¿No? ¿NO? No lo sabe, y tampoco sabe como ha dejado que su psicólogo le convenza de que no es mala idea expresarse, se sentía un adelantado.

Inspiró hondo, podía sentir la ansiedad, subir, y no podía permitirlo, así que por una vez hizo caso a su psicólogo y movió el foco, ya volvería a centrarse en ello, si es que conseguía distraerse claro.

Se puso a ver una película de Star Wars que tenía perdida entre los cajones de la cómoda, ni siquiera sabía cómo había llegado ese DVD allí, pero era su salvación en ese momento.

Ve la película, y sorprendentemente la disfruta, suspira cuando Leia libera a Han Solo y luego es capturada, contiene la respiración cuando casi mueren varias veces y ríe cuando hay un chiste, la está disfrutando, incluso diría que se ha olvidado del resto, de hecho, se atrevería a decir que se lo ha pasado bien, se lo anota para decírselo a Joan la semana siguiente.

Una vez saltan los créditos y Andrés se siente listo para seguir, se da cuenta de que tiene una llamada perdida de Xavi, "¿Qué querrá?" Obviamente le llama de vuelta.

Cuelga, entre aterrado, cansado y contento, aterrado por tener que salir de su casa para algo más que fútbol, cansado porque sí y contento porque sabe que cenar con Xavi supone una inyección de tranquilidad y felicidad, aunque justo al instante de aceptar le hayan entrado unas ganas terribles de retractarse se convence con la felicidad futura y la posibilidad de llevarlo a algún sitio privado y contárselo todo.

Piensa, son las seis de la tarde, Xavi pasa a buscarle a las nueve, tenía la suerte de tener el colgante que pensaba regalarle, un "6" de plata con un "T'estimo" grabado detrás, él mismo lo había escrito para guiar el joyero, y necesitaba urgentemente ver cómo reaccionaría él.

Xavi colgó temblando, no tenía ni idea de dónde había sacado la valentía para montar todo eso, Reservar una mesa en un restaurante perdido en medio de Barcelona y reservar una habitación de hotel sonaba exageradamente cursi, pero allí estaba, lo tenía todo: El collar, el restaurante, el hotel, al amor de su vida aceptando y sus amigos dispuestos a decorarla. A ver, tal vez solo le había dicho que sé arreglarse para ir a cenar, pero espera que no se equivoque al dejarse llevar por el deseo de ser su pareja.

Lleva tiempo pensándolo, y cada día que pasa está más convencido de que no quiere estar en el limbo, quiere pasar el resto de sus días con él, quiere amarle y cuando se retiren tener tres perros y adoptar, quiere formar una familia con él, indudablemente.

Xavi suspira, tiene tres horas para arreglarse y dejar de fantasear (Esa será la parte más difícil)

Mientras tanto, un argentino, un catalán y un madrileño discutían sobre cómo decorar una habitación para que pareciese que había sido otro catalán el que la había decorado.

Definitivamente, no era tan tranquilo como esperaban.

— Pero qué coño haces, las rosas en agua, que se ponen feas. — Íker reclamó.

— Son de plàstic cap de suro. — Carles siguió formando una corona con ayuda de Leo, quien por casualidades de la vida sabía hacerlas.

— ¿En serio? No me jodas que antes he regado flores de plástico. — Íker se quedó quieto, acababa de descubrir un mundo.

— Y luego el que no se entera soy yo. — Leo susurró aguantándose la risa.

— Oye, que te he oído cabronazo. — Íker volvió a lo suyo: Colocar un filtro a la luz para que ilumine menos y diese un efecto cálido.

— Como cabronazo, mirá que en el siguiente partido te meto cinco. — Leo le miró con una sonrisa, sabiendo que era totalmente capaz.

— No tienes huevo enano. — Íker contestó, ni de coña un argentino hormonado volvía a golearle.

— Pues si ya te hemos metido seis. — Puyol siguió por lo bajo, viendo como Messi sonreía y Casillas le miraba indignado.

— Pero bueno. — Íker puso los brazos en jarra.

— No, solo digo. — Carles rio bajo.

—Tengo que traerme a Sergio o algo, esto no puede ser. — Íker siguió a lo suyo, definitivamente no volvía a encerrarse en un cuarto con dos barcelonistas.

Terminaron de decorar después de reírse un poco más entre ellos, se alejaron una poco, contemplando que por una vez se habían puesto de acuerdo en algo y había salido bien.

— Cada día tengo que recordarme que Xavi es mi amigo porque de verdad no nos merece. — dijo Íker con los brazos en jarra.

Carles asintió. — Pues sí, somos demasiado buenos, por cierto, ¿qué hora es? —

Messi abrió el teléfono. Las 8:35 en la pantalla. — Tarde. —

— No me jodas tío, ¿Hora? — Íker respondió.

— Las ocho treinta y cinco tío. — Leo contestó con un exagerado acento madrileño que le arrancó una carcajada a Carles.

— Mierda, corre, corre, que vienen los novios. — Dijo Íker ya caminando, agarrándolos a ambos de la camiseta.

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BUENEEES

Esto ha sido MUCHO más díficil de lo que creía (Me meto en situaciones que me cuestan escribir yo solo)

Hasta el siguiente capituloo

MAÑANA FINAL DE LA LIGUCHA