Peter Parker conoce a Chloe Gwen Williams, una chica muy peculiar, está dice que no le gusta el agua y al parecer aborrece tocarla en publico, pero ella no para de hablar de cuánto le gusta el Océano, Peter no la entendía a veces hasta que descubre...
Ambas chicas estaban en la habitación en la que se que quedaría Olive por el tiempo que durara las vacaciones de sus padres.
—Si..—Respondió la rubia con una sonrisa forzada mientras sentía que una corriente fría le recorría el cuerpo.
—Mnn..—Murmuro Olive dudosa.
—Bueno cambiando de tema, creo que ya es muy de noche Olive.—Dijo Gwen.—Y si mañana quieres que vayamos a pasear por la ciudad mas vale que nos levantemos temprano.
Olive bufo y justo le salió un bostezo.—Te la dejo pasar solo por esta que vez, ya que tuve que pasar en el avión 12 horas y no pude dormir, las películas estaban muy buenas.—Se quejo mientras se recostaba en la cama.
Gwen solo soltó una pequeña carcajada. —Si te entiendo, una vez tuve que ir de excursión pero me quede dormida por quedarme viendo un maratón de Gilmore Girl's y Grey's Anatomy.—Conto mientras se levantaba de la cama viendo como Olive se tapaba con las colchas.
—Bueno Olive, nos vemos mañana.—Se despidió levantándose de la cama mientras se dirigía a la puerta.
—Si, hasta luego. ¡Ugh!, por dios no pensé que mis pies estuvieran tan fríos.—Escucho Gwen en cuanto cerro la puerta, haciendo que sonría divertida.
Gwen comenzó a caminar por el pasillo estando dispuesta a irse a su habitación y dormir lo mas rápido posible para intentar olvidar lo que paso haca unas horas, Gwen no se atrevió a bajar luego de subir junto a Olive, no podía.. no.. no quería verlo.
Cuando ella estaba pasando por las escaleras escucho las voces de dos personas, Emily y su padre estaban hablando de lo sucedido.
Gwen se detuvo en silencio mirando la puerta de su habitación a unos metros para luego mirar hacia abajo viendo que la luz sobre salía de la cocina. Su respiración se detuvo por unos segundos ante lo que iba a hacer.
¡No!
Se dijo mentalmente Gwen pero al parecer su parte consciente que sabia lo que pasaría si se quedaba fue silenciada.
Con el cuerpo rígido se dio la vuelta y comenzó a acercarse a la escalera lo mas lento y silenciosamente posible. Gwen podía escuchar el sonido de cualquier cosa mínima que sonara debido al terrible silencio que hacia, por lo cual podía escuchar vagamente las voces de la cocina.
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